Artículo de Alfonso de la Vega
La dictadura progresa adecuadamente y el centrismo se acomoda como es su costumbre y debe ser a la nueva coyuntura, procurando no molestar demasiado. Vengan días y vengan ollas y luego Davos dirá. Entre los socialistas azules no va a haber sorpresas ni menos convocar un congreso para intentar pillar alguna idea porque siempre puede terminar teniendo resultados desagradables para el mando. Los expertos hermeneutas en centrismo pepero nos explican muy puestos en razón que Feijoo no solo no dimite tras su fracaso sino que incluso se ha enrocado con paisanos de su guardia personal una especie de santa compaña de la miña terra. Con un banquillo escaso de talentos, así el nombramiento de un antiguo nacionalista gallego que atiende al nombre de Miguel Tellado, procedente del BNG, partido separatista izquierdista gallego, semejante a ERC o incluso a un Bildu sin ETA.
La impresión que ofrece Feijoo al observador es que sigue en fuera de juego desde que llegarse a la Villa y Corte para arreglar la cosa esa del Régimen, convertido en deseado mirlo blanco del socialismo azul o aguachinado. Pero el caso es que no da una, o si acaso la da, no lo parece. Una excepción, parece ser que ha repescado a CAT como adjunta, en un puesto secundario y tras el citado Tellado, el del BNG, quizás para tenerla entretenida y más controlada, aunque ya veremos lo que dura la cosa.
Pero la incoherencia ideológica y falta de sentido geoestratégico del nacionalista gallego y de su partido le han vuelto a jugar otra mala pasada. Una de las últimas escaramuzas fallidas y muestra su carácter demagógico, oportunista e infantil es su apoyo al sionismo genocida de Netanyahu quizás para llevar la contraria al falsario, del modo más inoportuno precisamente para una vez que el déspota acierta. Acierta y es preciso en razón del honor y de la soberanía de nuestra patria alabar la postura institucional del gobierno de España en este caso particular. Esa misma España inmortal que tiene por motivo de honor la protección del débil, que en tiempos del general Franco salvó la vida de muchos judíos del genocidio nazi, dando instrucciones a nuestros diplomáticos para facilitarles pasaporte español. Ya es el colmo que a su vez no nos quede más remedio que dar la razón a la ministra Alegría cuando recuerda que el PP lleva en su programa el establecimiento de dos Estados como solución para el problema palestino. O bien Feijoo no se acuerda de lo que pone en sus documentos de partido o le puede la pulsión demagógica. Y también tiene razón la ministra cuando dice que la defensa del derecho internacional humanitario y denunciar la masacre de civiles en Gaza no son cuestiones partidistas o ideológicas, «sino de humanidad».
Uno de los responsables americanos del golpe pro nazi y del desastre de Ucrania, Victoria Nuland, otro personaje siniestro discípula de Kissinger, se habría entrevistado a primeros del mes pasado con un alto cargo socialista del Ministerio de Exteriores, aunque no se sabe bien para qué, seguro que para nada bueno.
En el Reino filipino ahora rezar el rosario incluso pudiera llegar a significar la detención. La libertad religiosa reconocida en la constitución puede ser atropellada. Una furgoneta policial se aparca dentro de la propiedad privada de una parroquia madrileña para ayudar a la represión de católicos y ni el párroco, ni el flamante obispo cardenal de Madrid los defienden, acaso para hacer más méritos en la nueva Iglesia judaizante. La misma Conferencia episcopal española ha sido llamada capítulo en Roma por Bergoglio porque al parecer no demostraría suficiente entusiasmo anti tradicional posmoderno.
Pero volviendo a nuestros más heroicos centristas algunos pensaban que tras las contundentes notas de protestas a favor de la Justicia por fin nuestros togados iban a empezar a procesar y en su caso condenar a poderosos, que el miedo podría empezar a cambiar de orilla. Pero ahora parece simple nube de verano tras el sofocón inicial de las peligrosas checas de guerra legal, (“lawfare”), con las que el rojerío amenaza a jueces y togados que no entran en el golpe.
Al revés, la Audiencia nacional procesa a uno de los miembros más conocidos de la emergente resistencia, Alvise, cuya labor de revelación de delitos y escándalos de personalidades, desfalcadores y mercenarios del Régimen es ingente y estaba empezando a poner nerviosos a los poderosos. Áticos del periodismo han utilizado primicias suyas como propias sin citarle y ahora tampoco le defienden.
En realidad el falsario lo dejo claro tras el estupefaciente discurso de Su Majestad el otro día en la que dicen es la sede de la soberanía nacional. Como un buen gañán echado a monte, delante de las máximas autoridades de la nación entre ellas el dócil rey se acopló sus genitales ostensiblemente en los pantalones, mostrando así sin que quepan más dudas que se han convertido en la más decisiva fuente de derecho de la Monarquía constitucional.