El exalcalde de Valladolid, actual ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, concedió este miércoles una entrevista en el programa de televisión espantosa ‘La noche en 24 horas’ que conduce Javier Fortes. En esa entrevista, Puente reconoció que si el Partido Socialista no hubiera necesitado aceptar la amnistía para conseguir la investidura «probablemente no la hubiera adoptado«. «Cuando se me pregunta ¿si no lo hubierais necesitado para la investidura lo hubierais hecho? Probablemente no, (…) pero estoy convencido de que habría acabado imponiéndose» afirmaba.
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Pues bien, ante la oleada de críticas recibidas por esas afirmaciones que corroboran lo que la mayoría de españoles pensábamos, el ministro ha querido matizar sus palabras a un reportero de el diario ‘El Mundo’ y, lejos de conseguir su propósito, ha terminado enredando aún más:
«Es que no he dicho eso, es que la polémica no puede ser más artificial porque se crea a partir del corte de unas declaraciones que si se hubieran visto en toda su extensión, esta polémica no existiría. La amnistía ha sido necesaria o conveniente para llegar a un acuerdo pero también lo es para la convivencia de Cataluña y, por tanto, puede que no se hubiera hecho en este momento, pero sin duda se hubiera hecho a lo largo del mandato. Puedo hacer alguna comparación chusca con decisiones cotidianas en la vida ¿no? Podrían preguntar: Oye, ¿usted se hubiera casado si no se hubiera quedado embarazada su mujer? Pues a lo mejor en este momento no pero nos queremos mucho y seguramente dentro de seis meses nos hubiéramos casado también. Pues esto es lo mismo.» Contestaba.
Hay que reconocer que este elemento, si no se lo cargan antes, nos va a dar momentos de lo más gloriosos ya que, cada vez que abre la boca sube el pan en el PSOE. Ya los dio en Valladolid durante su etapa como alcalde, los vecinos lo conocen muy bien. Este fenómeno fue rescatado por el ‘presimiente’ del gobierno tras no conseguir ser investido como alcalde después de las elecciones municipales en la capital castellana y llevar tiempo peloteando a a su jefe ‘Sanc-hez’ haciendo de perro guardián de «su sanchidad».