A través de supuestos «confidenciales», supuestamente entregados a varias cuentas influyentes en las redes sociales, en las últimas semanas se nos ha «intoxicado» con una información relativa a Felipe VI y a sus encuentros con Sánchez con la que se han buscado varias cosas muy evidentes y muy limitadas:
- El clic fácil.
- Un blanqueamiento de la figura de Felipe VI
- Un blanqueamiento de las Fuerzas Armadas, a través de los ya habituales y cansinos sombreros blancos.
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Como decíamos, todos esos objetivos eran tremendamente limitados puesto que no había que esperar más que unos pocos días para darnos cuenta que nada de nada. Los «sombreros blancos» siguen sin aparecer, suponemos que tomándose unos días libres junto con los de Trump, y a Felipe VI le pesa más el pin de la Agenda que lleva en la solapa, que el supuesto servicio a una nación, que es para lo que en teoría está ahí como Jefe de Estado.
Sus manos no están «atadas» por la Constitución
Todavía, a estas alturas de la película, hay gente que sigue diciendo que el Felipe de Borbón tiene las manos atadas porque se ve limitado por la Constitución. Nada más lejos de la realidad y, además, completamente absurdo para aquellos que pretenden defender a una figura pública, recordemos Jefe de Estado, de la que, como defensa, nos cuentan que es una figura básicamente decorativa. Es decir, que no sirve para nada. Una forma de defensa que convierte al más monárquico, en el más firme defensor de una república.
Pero es que, además, están muy equivocados. Dos de nuestros colaboradores lo han dejado muy claro en las últimas semanas. Por un lado, Alfonso de la Vega con su artículo: «Un Plan C perfectamente constitucional«. Decía Alfonso de la Vega: «El rey en el desempeño de sus atribuciones fijadas en el artículo 99 de la constitución bien podría nombrar un candidato tercero no perteneciente a ningún partido, un patriota, un raro Cincinato español. O mejor aún, más sutil y alambicado para tratar de paliar la resistencia de las repugnantes zurdas españolas, pero también eficaz: a un socialista de los de antes de los añorados tiempos aquellos del Emérito. Para presidir un gobierno de concentración temporal o de duración acotada cuyo objetivo principal pactado fuese poner orden y evitar la ruina definitiva de la sociedad y de la nación española».
Por otro lado, también nos lo dejaba claro Eduardo Rodríguez de Brujón en su artículo: «Réquiem por el Régimen del 78«: «Tras el intento fallido de Núñez Feijoo de ser votado por el congreso de los diputados como presidente del gobierno, la pelota envenenada vuelve al tejado del monarca. El rey ha llamado a consultas a los partidos políticos con representación parlamentaria, siguiendo el orden de menor a mayor por el número de diputados conseguidos. El artículo 99 de la Constitución nos dice que: «El Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través de la Presidencia del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno».
Ante esto surge una pregunta ¿Puede el rey proponer como candidato a presidente del gobierno, para ser elegido por el Congreso de los Diputados a un individuo que sólo tiene 152 diputados conocidos, es decir, tiene 20 diputados menos que Núñez Feijoo?
No puede, evidentemente no.
El rey no puede proponer como candidato al Gran Felón, ya que sólo van a ir a la ronda de consultas con el Jefe del Estado, los partidos que apoyan abiertamente a Sánchez, pero Junts, ERC y Bildu no van a ir al palacio de la Zarzuela para exponerle al rey que van a apoyar a Sánchez. Entonces ¿Cómo sabe Felipe VI que Sánchez tiene sus apoyos si no van a ir a hablar con él? ¿Lo ha de saber porqué lo diga Sánchez? ¿Qué valor tiene la palabra de Sánchez?»
¿Cobardía, pasotismo o demasiado comodón?
¿Y que ahora proponga a Sánchez es cuestión de cobardía o de pasotismo? Sinceramente, creemos que de las dos cosas. Felipe, o Felpudo como se le conoce en la calle, es la viva imagen de la sociedad española: pasota, cobarde, ramplón, pero muy, muy figurón. Y cumple con los tres pecados capitales que más abundan en España en estos momentos: es comodón, va a la suya y sus únicos objetivos son completamente materiales.
Después de todo esto y viendo lo que ha pasado en el día de hoy y en los últimos años, creemos, aunque sea triste decirlo, que el hecho de que Felipe de Borbón haya propuesto a Sánchez como candidato es la mejor de las noticias. España vive en una lenta agonía desde hace décadas y casi es preferible que reciba el estoque definitivo y pueda resurgir, como el Ave Fénix, que alargar esa agonía por más tiempo, ya que eso solo puede traer más sufrimiento y más dolor.
Hay un ave, llamada fénix. Esta es la única de su especie, vive quinientos años; y cuando ha alcanzado la hora de su disolución y ha de morir, se hace un féretro de incienso y mirra y otras especias, en el cual entra en la plenitud de su tiempo, y muere. Pero cuando la carne se descompone, es engendrada cierta larva, que se nutre de la humedad de la criatura muerta y le salen alas. Entonces, cuando ha crecido bastante, esta larva toma consigo el féretro en que se hallan los huesos de su progenitor, y los lleva desde el país de Arabia al de Egipto, a un lugar llamado la Ciudad del Sol; y en pleno día, y a la vista de todos, volando hasta el altar del Sol, los deposita allí; y una vez hecho esto, emprende el regreso. Entonces los sacerdotes examinan los registros de los tiempos, y encuentran que ha venido cuando se han cumplido los quinientos años.
Clemente de Roma. Epístola a los Corintios (XXV)
Agradezco mucho la cita y por supuesto que no puedo estar más de acuerdo con el texto. Saludos
Alfonso De la Vega