Qué tiempos estos en los que estamos viviendo, ¿verdad? La distopía más absoluta se instaló en nuestras vidas a comienzos de 2020 y parece que, lejos de dejarla atrás, todo parece indicar que vamos a recuperarla en breve.
Nos mintieron, nos encerraron, se rieron de nosotros, muchos fueron envenenados y, a pesar de todo eso, a pesar de lo evidente que fue todo, parece que, todavía, hay gente que no se ha enterado de nada y, lo que es peor, que no se quieren enterar.
Por eso, entre otras cosas, todo parece indicar que la farsa se va a repetir de nuevo, que nuevamente nos podemos encontrar con «contagios masivos» e incluso con nuevos encierros, a pesar del enorme número de «inmunizados» que circulan por el mundo.
Mal los políticos, mal los médicos, muy mal los expertos vendidos y los medios de comunicación a sueldo de los farsantes, ¿pero qué decir de la gente? ¿Qué decir de todo esos que, como borregos, no se han cansado de hacer el imbécil y de seguir haciéndolo? ¿Qué decir de todos esos que, además de hacer el imbécil, nos criticaban, nos insultaban y nos han deseado lo peor?
Pues lo mejor es decir a todos esos, todo lo que sea, con música.