No podemos dejar de preguntarnos nunca de dónde habrá salido esta clase política que sufrimos. Si bien es cierto que la sociedad española, en estos momentos, no tenga nada de lo que presumir, no es menos cierto que para hacer lo que hacen los políticos, decir lo que dicen y obran como obran, hay que tener un cuajo especial.
Y también es cierto que después hay que darles de comer aparte cuando cumplen una cierta edad y, de repente, les viene una cierta dosis de sinceridad y te cuentan algunas cosas que llaman la atención, como, por ejemplo, esto que cuenta ahora Manuela Carmena.
Y cuando lo hace, no se puede caer en la trampa de pensar que es una persona honesta. Porque resulta que lo hace cuando está a punto de cumplir 80 años. Y lo hace, además, criticando a una banda de la que ella formó parte y justo, justo, cuando sale una opción política nueva, entre esa banda, que se llama Sumar.
Es tremendamente llamativa la poca dignidad y principios que tiene esta gente. De verdad que no nos puede sorprender más de lo que nos sorprende.