Han pasado varios días desde la hecatombe del 23 J, y aun ignoramos a ciencia cierta que ha sucedido con el recuento total de los votos. Desconocemos lo que acontecerá con los sufragios que se han de contar el próximo viernes, todos ellos venidos desde el extranjero. Carecemos de información sobre el mundo INDRA y sobre el voto por correo. A parte de estos ignotos, lo que es evidente es que los rojos se acojonaron tras las elecciones municipales y autonómicas de mayo, y fueron a votar hasta los canes del más cutre de los perroflautas. El objetivo de los criadores de piojos era que los “fascistas” representados por VOX y el triste Partido Popular, no ganaran las elecciones. A fe mía que lo han conseguido.
Durante la campaña electoral, tanto PP como Vox, le reprocharon a Sánchez haber engañado a sus votantes durante la pasada campaña electoral de 2019, y de no haberles contado que pactaría con comunistas, separatistas, golpistas y terroristas para mantenerse en el poder.
Tras los comicios de julio de 2023, Sánchez ha sido premiado por sus electores con dos escaños más. ¿Existe algún incauto en la derecha que piense que los que votan a Sánchez no están de acuerdo con todas las salvajadas que ha realizado durante la anterior legislatura?
Tras estas elecciones ha quedado demostrado, que existen dos Españas cada vez más radicalizadas, sobre todo en la izquierda. Los rojo-separatistas no votan a favor de sus partidos o dirigentes, sino que votan contra España, contra la Constitución, contra la Monarquía, contra la Guardia Civil, contra la Policía, contra el Ejército y contra la Magistratura. Esto es lo que les da fuerza y coherencia, antes y después de los comicios.
Los votantes derechistas, votan al partido que les conviene en cada momento. Ignoran sus siglas y cuando el dirigente o el partido no les sirve para sus propósitos, dejan de votarle y desaparecen del mundo político sin dejar rastro.
Es evidente que los rojo-separatistas tienen ventaja con esa actitud Sabemos que cuando votaron a Sánchez en 2019, nadie les engaño. Conocían que su jefe y líder político les mentiría. A ellos les da igual la falacia o la traición, el objetivo es derrotar a todo lo que representa el Orden y la Ley.
Los votantes de Sánchez son iguales o peores que él. Les importa muy poco de haya falsificado su tesis doctoral, les da igual que haya sido elegido líder del PSOE tras meter votos en una urna detrás de una cortina. Les parece muy bien que su suegro esté relacionado con la mayor cadena de saunas de homosexuales y prostitución de Europa. No les afecta que el presidente del PSOE este condenado a prisión por robar los fondos de cursos de formación de los parados. Ignoran que durante los encierros ilegales decretados por Sánchez, con la escusa del COVID 19, los dirigentes del PSOE, con el tito Berni a la cabeza, estuvieran cenando en el Ramses y yéndose de putas, con el dinero de los españoles.
Los votantes y militantes del rojerío, están de acuerdo con que te ocupen tu casa ilegalmente, con que haya una inmigración ilegal, descontrolada e islamizada y les encanta que les tomen por idiotas con el rollo del cambio climático.
Los que votan marxismo leninismo, no les importa que su líder sea un tucán con atrezzo de Barbie pasada de moda. Los votantes de Sánchez están de acuerdo con que los terroristas, los independentistas y los anti sistema catalanes y vascos sean los que condicionen los presupuestos Generales del Estado.
Los electores socialistas y comunistas están felices, con que los etarras dicten al gobierno de España la Ley de la Vivienda y que los podemitas destrocen el mercado del alquiler y de la construcción de España.
No les afecta que se destroce la pesca, el campo y la ganadería a favor de Marruecos, cambiando la política internacional de España durante 40 años. No preguntan cuál es el chantaje que el rey de Marruecos ha hecho a Sánchez, a cambio de la información que había en su móvil, ni porque Israel ha boicoteado la investigación de la Audiencia Nacional sobre el programa Pegasus utilizado para sacar a Sánchez la información de su teléfono.
Los votantes del PSOE no han penalizado al Felón, por ser amigo de terroristas independentistas traidores y sediciosos. No les importa que cambié el Código Penal para mantenerse en el poder o que indulte a los criminales separatistas de Cataluña, en contra de la sentencia del Tribunal Supremo. La legalización de la zoofilia y la destrucción de nuestras granjas y explotaciones avícolas y ganaderas, les trae al fresco y que los niños sean adoctrinados en detritus ideológicos y sociales, con anuencia de las comunidades autónomas de todo pelaje, como la de Madrid, les parece progreso social.
A los comunistas y socialistas, que Marruecos se rearme con nuestro dinero y que subvencionemos su policía para que “vigile” nuestras fronteras, es parte de su ideología antiespañola.
Por lo tanto, Sánchez sabe que haga lo que haga va a tener el apoyo de todos los que le han votado y de otros más que aún no han votado. El odio a España y al otro 50% de españoles que habitan en España, les impide pensar que España va a su destrucción política, moral y económica. Les da igual.
El enfrentamiento social está servido, en dos grupos cada vez más antagónicos, creados por Zapatero y Sánchez mientras el PP miraba a otro sitio, porque lo único importante era la economía.
Sánchez va a conceder a sus socios separatistas, a cambio de seguir montando en Falcon y veraneando en residencias reales, dos referéndums de independencia, con las bendiciones de su muñeco judicial Conde Pumpido. Y el rey firmará los decretos sin resistirse ni un ápice. El monarca buscará su comodidad personal cortoplacista, sin resistirse en pro de España y de la Corona. Esa firma será el punto sin retorno hacia un cambio de régimen.
Después de celebrados los dos referéndums, Sánchez buscará su golpe final tan soñado: Su referéndum sobre la Monarquía. Él se alzará con la presidencia perpetua de la III República. El golpe de estado que lleva pergeñando desde que llegó a la Moncloa, se habrá consumado.
Mientras, un socialista llamado Núñez Feijoo llamará a Felipe González para pedirle consejo, y buscará a algún rojo bueno con el que mantener “un dialogo”.
Todo esto sucederá a la vuelta de vacaciones. Españoles, vayan a disfrutarlas con playa y toalla. Pero piensen que mientras Vds. descansan, el mal sigue trabajando y los tontos seguirán de verano azul.