Van pasando los días, las semanas, los meses, van pasando los años y cada vez vemos más complicado el futuro de un país como España, que tiene a unos políticos cuyo único objetivo es el saqueo y a unos ciudadanos cada vez más permisivos y cobardes con todo lo que les hagan.
Y además, lejos de disimular, la mafia política actúa con el mayor de los descaros ante una sociedad que lo único que hace cuando peor está, es aplaudir a las ocho desde el balcón de su casa, o colaborar con sus verdugos. Y esto último es lo que ha hecho gran parte de la hostelería a lo largo de toda la farsemia: colaborar con el verdugo. ¿Y el verdugo cómo se lo paga? Apretándole más.
Por ejemplo, ¿qué ha hecho Yolanda Díaz con esos hosteleros entre los que se encontraban muchos colaboracionistas complacientes durante los encierros y las medidas distópicas? Pues aumentarles un 60% la inspección a los bares. Nos cuentan los medios de manipulación que «la Inspección recaudó en 2022 más de 111 millones de euros por las sanciones, un 40% más que el año anterior».
Ahora que nos enteramos de esto deberíamos recordar a todos los colaboracionistas que todavía siguen teniendo los verdugos: «cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar». Esto también lo decimos por los marlaskones, que siguen teniendo intervenciones absolutamente impresentables.
Que sinvergüenzas los políticos españoles,da arcadas lo corruptos que son…
10000 euros de multa le cascaron a un chinito de mi barrio por tener puesta música sin haber pagado el impuesto revolucionario de ese nido de sanguijuelas boquicomunistas (comunistas de boquilla) que es la SGAE.
Las palabras abuso y expolio se quedan cortas. Tienen una adicción aguda al dinero y la confiscación. Han digievolucionado de pequeños oxiuros a lamprea voraz obesa mórbida.
Seguro que se le ha pasado por alto…visitar el Hotel del Tito Betni,los puticlubs del caso Koldo,o las saunas gays…sitios que permanecen todo el día y noche,abiertos.
Abierto hasta el amanecer,Vampira protagonista:la oveja Yoli Díaz…por qué ella no va a bares ni restaurantes…