Ramillete de mujeres ejemplares: la Yoli

Artículo de Alfonso de la Vega

La Yoli fulge con luz propia en el florilegio de mujeres célebres en el presente estadio de civilización degradada. No solo por sus constantes coces a la gramática, al sentido común, la dignidad o la economía verdadera, la que satisface necesidades reales de la sociedad, sino porque su trayectoria resume en cierto modo la de muchas otras preciosas ridículas, así como la de toda una generación e incluso geografía con lamentable vocación de terminar en el estercolero de historia.

Ferrol debe mucho a la Ilustración y la marina de guerra española. Su situación geográfica y topográfica muy favorable desde ciertos puntos de vista pero no tanto desde otros va a determinar periódicos ciclos de auge y decadencia de la ciudad. A finales del siglo XVIII era la más populosa de Galicia. Por su naturaleza, Ferrol es una ciudad muy polarizada con consecuencias en su ordenación del territorio, urbanismo y áreas de residencia con Esteiro y la Magdalena como barrios de referencia.

En la etapa histórica reciente tuvo un periodo continuado de florecimiento ligado a la industria naval durante la gobernación del general Franco con empresas emblemáticas tales como la Bazán y ASTANO.  Empresas que tendrían sus propias escuelas de formación de aprendices en diferentes oficios relacionados con la industria naval, como tuve ocasión de conocer por motivos profesionales. Una tradición de formación profesional que luego terminaría medio arrumbada. 

La Yoli procede sociológicamente de la tradición obrerista de Ferrol del Caudillo, cuando los sindicatos eran otra cosa más representativa y se asociaban al marxismo clásico, el de la lucha de clases y las reivindicaciones del trabajo. Su padre pertenecía a Comisiones Obreras, el sindicato comunista de Marcelino Camacho, al que Nicolás Redondo le espetara un famoso: “Marcelino, mientes y tú lo sabes”.

Pero ese era otro mundo, nada que ver con la presente realidad tras casi medio siglo de Régimen del 78.

Dentro de una cierta paz social aunque con inevitables conflictos laborales hubo que lamentar un momento especialmente trágico en 1972 con los excesos de la represión de una manifestación que se saldó con dos muertos y la casi toma de la ciudad con un despliegue de la Armada.

Murió Franco, pasó el tiempo, llegaron a gobernar los socialistas pretendidamente obreros y cerraron o medio desmantelaron los astilleros provocando una gran decadencia en la ciudad de la que apenas se ha recuperado cuarenta años después. Un paseo por la zona céntrica desde la plaza del ayuntamiento a la muy bonita del marqués de Ambage resulta revelador de esa decadencia.

Volviendo a nuestra cursi heroína, su trayectoria personal en cierto modo recuerda la peripecia del marxismo y del obrerismo clásicos hasta llegar a la degradación actual con el rollo perturbador neo feminista, LGTBI, trans, indigenista, ecologista, multiculturalista y poliamoroso. Mañas de discordia y subversión social importadas del imperio gringo en vez de una lucha de clases ya menguante cuando los socialistas casi han acabado con los trabajadores, deteriorando o desmantelando el tejido industrial y ahora también el agrario de España en beneficio de intereses ajenos. Cuando se trata de destruir la economía productiva española hay está el pertinaz socialismo inasequible al desaliento y de inquebrantable lealtad al servicio de la plutocracia globalista financiera.

La Yoli es fiel reflejo de toda esta inconsecuencia. La incoherencia con patas. También de una condición humana, lamentablemente creciente gracias a la degradación social en el Régimen actual, de gentes sin apenas valores espirituales, intelectuales, culturales, apegada al pelo de la dehesa o de la tribu, que se ven deslumbradas por el Poder.  Del torpe desaliño desgreñado de los vaqueros sucios y rotos de su disfraz de sindicalista valerosa a las partidas de compra compulsiva de modelitos carísimos por el cayetano barrio de Salamanca. Mejor en blanco purísimo de primera comunión con el gran capital financiero anglojudío. El discreto encanto de la burguesía hace estragos en estas gentes de modo que vestidas de Prada se disponen a perpetrar las cosas chulísimas que les exija el guion de los amos y promotores de esta contra meritocracia que disfrutamos.  Es de temer que no termine quedando piedra sobre piedra.

Tal labor es reconocida por impenitentes fuerzas vivas del globalismo más devastador lo que parece augurar que aún no va a ser pieza sacrificada. En efecto, pese a no llevar mantilla o velo negro según el protocolo, acaba de celebrar un amigable mini cumbre eco- comunista en las dependencias privadas del Vaticano a solas con Bergoglio de casi una hora de duración, de la que ha salido muy reconfortada y ufana.

Sin embargo, Lo que natura non da Salamanca non presta. La pobrecita se lía cuando tiene que ensartar cuatro palabras cuyo significado ignora. Un insuperable monumento a los anacolutos que ensarta sin compasión como una especie de fray Gerundio De Campazas, alias Zotes, pero en cursi bodrio feminista, y gracias a sesudos algoritmos según confiesa. Ni tan siquiera se le da mejor la plancha, cosa algo menos abstrusa.

A medida que se aúpa en la cucaña nuestra figura va dejando tras sí todo un reguero de “muertos” y devastaciones organizativas e institucionales. Por donde pasa va dejando una estela de ruina y desolación. Muy significativa fue la intervención policial en el mismísimo Parlamento gallego para desmantelar cierto foco detectado de pornografía infantil y pederastia que resultó estar asociado a un íntimo colaborador de nuestra heroica preciosa ridícula.  Sin embargo, el escabroso asunto se escondió quizás para no perjudicar la ascensión al olimpo político de la audaz sindicalista.

Alguien debiera investigar el porqué de la aparente impunidad de la que disfrutan ciertos sublimes personajes femeninos pese a su indigencia intelectual y moral, salvo que precisamente estén colocadas ahí para causar desastres. Así la meona miliciana ex alcaldesa de Barcelona, o la marquesa de Galapagar con su ilustre corte de damas de honor defensoras de la castración de menores trans o de la pederastia o favorecedoras de la suelta y protección legal de violadores. De ser ciertos estos datos publicados, durante el despotismo socialista España habría pasado desde estar entre los 5  países mejores para las mujeres en el año 2018 a ahora al puesto 27 y empeorando. Gracias principalmente al multiculturalismo y a la inmigración ilegal.

Se ha sabido que la poliamorosa heroína de los grandes destinos se divorcia de su marido, acaso demasiado poco para sus extraordinarios méritos. En fin, allá con lo personal aunque influya en el desempeño del cargo. Lo peor es que un personaje de tal catadura no sea conocido solo en su casa sino que haya sido aupado a nada menos que vicepresidente del gobierno de Su Majestad.

Nos encontramos en un más difícil todavía en el que las instituciones de la Monarquía han devenido en un abultado circo lleno de payasos, contorsionistas y domadoras de hombres y  presupuestos. Pero sin gracia. Peligra la vida del artista pero sobre todo la del inconsciente público que contempla, o no, el espectáculo.

Nadie del común ciudadano estaría ya a salvo.