Informe «Evaluación del desempeño del Sistema Nacional de Salud español frente a la pandemia de COVID-19. Lecciones de y para una pandemia». Fechado el 30 de abril de 2023. Apretada síntesis de las 157 mierderas y delirantes páginas, embustero y coñazo flagelo. Principiando, se establece el contexto de la p(l)andemia, además de explicar la metodología que se va a utilizar en el informe. Un análisis para intentar entender, más o menos, las decisiones tomadas y sus impactos, comenzando la papelera restaurada con una reflexión general: la calandraca pangolínica fue inevitable, pero las lecciones extraídas (¿?) deben informar nuestra preparación futura. Y proporciona datos: la falsa pandemia ( que los autores creen real, como otro creen en unicornios) causó un descenso en la esperanza de vida, con un impacto particularmente significativo en la salud mental, especialmente entre jóvenes. E insiste en que los errores iniciales incluyeron falta de reservas estratégicas de material, debilidades en sistemas de información y recursos diagnósticos insuficientes. Y apunta turbadora inquietud: necesitamos prepararnos para la siguiente, desde hoy, abundando en el hecho de que la farsemia evidenció problemas preexistentes en el Sistema Nacional de Salud, como recursos humanos insuficientes y falta de un sistema de información adecuado. En todo el dizque análisis, los autores subrayan machaconamente la falta de coordinación y medios durante la falsemia. Esta supuesta “debilidad” agravó el impacto del no demostrado virus, evidenciando la necesidad de una mejor preparación y respuesta unificada. Coordinación, pues, entre servicios sanitarios y sociosanitarios, y entre comunidades autónomas, aseveran rotundos. Y sobresalen lo que denominan «logros» notables en medio de la crisis del coronacircus: la respuesta heroica (¿?) de profesionales sanitarios y el éxito de la campaña de timovacunación(¿? ¡!). Y concluye con dos grandes recomendaciones: crear un marco normativo específico para emergencias y fortalecer los servicios de salud pública.
A cagar
Tras leerlo me entran ganas de jiñar, honestamente, más que nada para limpiarme el rulé con tal papel higiénico. Por otra parte, nada nuevo bajo el sol de los verdugos sanitarios: tiranía de la puta y prostituida mafia médica, más medios para apuntalarla, llamada a la coordinación entre gallifantes varios cuando emerja la próxima PLANDEMIA liberticida bajo pretexto sanitario, más matarratas transgénicos y letales para todos ( frisando la obligación), bautizados como “vacunas seguras y eficaces” y pergeñar legislaciones totalitarias ya sin fisuras, incluida la más brutal de las censuras.
En fin.