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20 N, ¿otro más?

Artículo de Alfonso de la Vega

El veinte de noviembre es una fecha simbólica en la reciente Historia de España. Suele ir asociada a muerte o duelo. A recuerdos luctuosos.

José Antonio 

Un 20 N fue asesinado judicialmente por la República José Antonio Primo de Rivera en la prisión de Alicante. José Antonio fue un patriota y hombre de honor de gran interés humano e ideológico independientemente de la simpatía que se tenga por sus planteamientos políticos. Y un caballero en lo personal como demostraría, por ejemplo, el contenido de la famosa maleta que le acompañó hasta su asesinato en la cárcel y que fuera tan buscada por los servicios secretos españoles.  Su hermano Fernando también sería asesinado ilegalmente tras la terrible saca de presos de agosto de 1936. Y es que el asesinato de presos políticos en teoría bajo la protección de las instituciones supuestamente republicanas, es uno de los mayores oprobios del gobierno durante la dominación socialista y comunista mal llamada «republicana» en la guerra civil. Sin embargo, a diferencia de un criminal como Carrillo, un heroico anarquista, Melchor Rodríguez, conocido como El ángel rojo, dio más tarde una inolvidable lección de humanidad y filantropía al degenerado republicanismo marxista oficial al oponerse a riesgo de su propia vida a más sacas asesinas de presos políticos.

Durruti

También ese mismo día 20 de noviembre del año 1936 cuando inspeccionaba las líneas del frente de la Ciudad universitaria madrileña fue herido de un disparo cercano, probablemente asesinado por un comunista infiltrado, Buenaventura Durruti. Fue trasladado moribundo a un hospital de campaña pero al parecer, ningún médico se atrevió a intervenirle visto el estado del herido por miedo a las posibles represalias en caso de fallecimiento, como así ocurriría.

Durruti fue un personaje tremendo, desmesurado, importante líder libertario leonés pero afincado en Barcelona, cuya famosa columna aunque ninguneada por los comunistas y autoridades mal llamadas “republicanas” evitó pocos días antes la entrada de las tropas del general Varela en Madrid tras una encarnizada batalla en la Casa de Campo. 

Escaramuza bélica victoriosa protagonizada por los libertarios pero que se atribuyeron los comunistas. El día 6 de ese mismo mes de noviembre de 1936 había huido a Valencia el gobierno rojo de socialistas y estalinistas. La detención de las tropas nacionales cuando estaban a punto de entrar en la capital fue un logro bélico y simbólico que sin embargo se adjudicarían de modo orwelliano las Brigadas Internacionales formadas por comunistas de varios países y enemigas radicales del movimiento libertario español. En la imagen adjunta Durruti muestra cierto parecido con Felipe González.

Franco

Otro 20 N, pero ya en 1975, murió el general Franco tras larga agonía en el hospital madrileño construido por él y llamado La Paz.

Y comenzó el reinado del que había nombrado su sucesor a título de rey que bajo la influencia USA instauraría un nuevo Régimen falsario. Todo quedaba atado y bien atado según la opinión oficial. Sí pero no. Más que para el aparato político del Régimen anterior, desahuciado tras el magnicidio del presidente Carrero Blanco, bien atado para la permanente oligarquía plutocrática que con una u otra fachada política o partidaria turnista es el verdadero poder que domina a la Nación. Incluso la Dinastía borbónica entronizada por el general Franco se permitiría mostrar su desagradecimiento a quien le debía todo contribuyendo al denostado y ultraje de su memoria.

Tras la sustitución precipitada mas no explicada aunque intuida del hoy emérito y entonces sucesor de Franco a título de rey, y luego con su marcha al exilio según la habitual tradición borbónica, se ha hecho aún más patente, ya sin disimulos, la impune voracidad de esa plutocracia. Hoy, cuarenta y ocho años después, dominada desde el exterior por el infame globalismo del NOM que actúa en contra de los intereses de España sin nadie que la defienda.

El sistema actual tras casi medio siglo de Monarquía se deslegitima, cada vez más lejos del ideal de una sociedad justa y próspera. Da una mezcla de risa y vergüenza comprobar en qué han quedado los ideales expresados en el Preámbulo constitucional tras casi medio siglo de Monarquía. Las desigualdades aumentan. La cultura del trabajo y del mérito se ven avasalladas por el nepotismo, la corrupción y los renovados privilegios y abusos de oligarcas, políticos y monopolios privados. La educación, principal forma de movilidad y ascenso social se encuentra en decadencia hoy gracias a leyes lamentables perpetradas por los socialistas y aceptadas por la falsa derecha turnista complaciente. La economía se halla al servicio del poder financiero internacional y la deuda crece monstruosamente, hasta posiciones irrecuperables. Se perpetran leyes inicuas contra el sentido común y la ley natural. La soberanía mengua si es que no ha desaparecido totalmente ya. Se tiene conciencia de que las decisiones importantes se toman fuera, lejos del ámbito «democrático», reducido a una onerosa y escandalosa farsa.

Ignoro qué pasará el 20 N del año próximo, si es que la censura gubernamental nos permite hablar o si nuestra civilización no ha saltado antes por los aires, como el gobierno de Su Majestad pretende hacer con la mayor cruz erigida en el mundo.

La Providencia nos ayude, aunque no estaría de más que los españoles ayudáramos a la Providencia.

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