viernes, noviembre 22, 2024
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Las películas más conspiranoicas de la Historia y sus mensajes ocultos

El mundo del cine ha sido una de las plataformas favoritas de las personas que dominan el mundo para ejercer ese dominio y poder infiltrarnos con su anticultura y sus «valores».

Un compendio de las películas más conspiranoicas

Ahora vamos a ir haciendo un compendio de las películas más conspiranoicas, según el orden que nos parece más apropiado por la importancia de la película en sí y la carga de mensajes no tan ocultos que suelen traer estos largometrajes.

El control total de la población que se vaticina en Jurassic Park

Empezamos fuerte con uno de los clásicos más importantes que a todos nos han marcado desde pequeños si hemos tenido la suerte de verla a esas edades. Una banda sonora magnífica y unos efectos especiales que eran completamente revolucionarios para la época, pero ante todo una historia estupenda de Michael Crichton que va más allá de la ciencia ficción. Porque aquí se habla de muchas situaciones científicas y políticas que están ocurriendo ya desde hace bastante tiempo.

Para empezar, el tema de la clonación propiamente dicho, que por entonces estaba empezando, pero que hoy ya es una realidad incluso en la industria alimentaria o sanitaria. Un jugar a ser Dios que, en la novela de Michael Crichton, es una constante en las reflexiones del autor, que como muchos otros escritores elige a un personaje para dar rienda suelta a sus propios pensamientos personales. En este caso, estaríamos hablando del matemático experto en la teoría del caos, que insiste hasta la saciedad en que el parque no es viable porque según la teoría del caos no puede funcionar. Porque son demasiadas variables impredecibles las que están en la ecuación y en concreto el desafío permanente a la naturaleza que supone clonar animales que están extintos desde hace millones de años.

Hay una crítica permanente a la iniciativa empresarial, una constante en la socialista agenda 2030

También hay una crítica permanente a la iniciativa empresarial, lo que es una constante en la socialista agenda 2030 y sus promotores, que son más amigos de colarnos sus abusos por medio de colonia que hacen todo lo que ellos quieran. y para ejemplo mayor la crisis que hemos tenido desde 2020 con un bicho volador desconocido y por conocer.

También está la hembrista idea de que todos los ejemplares de dinosaurios del parque son hembras, inclusive con un control exhaustivo de los ejemplares por medio de la más puntera tecnología. Y todos los animales son dependientes de unos compuestos químicos que les ponen en la comida y sin los cuales no podrían sobrevivir. Una medida del parque para evitar que los animales puedan escapar, pero que ahora parece que están animados a hacer también con las personas.

Y hay algo todavía más evidente en la trama, que tiene que ver con esta tendencia ecolojeta que nos viene desde arriba: los seres humanos jugamos con la naturaleza y luego la naturaleza se enfada y nos castiga de forma brutal. Lo hemos visto con inundaciones y terremotos y volcanes por todas partes, que hay quien asegura que se pueden producir de manera artificial, como el parque de Jurassic Park también es una cosa artificial que va de modificar la naturaleza. La diferencia estriba en que los guionistas del Nuevo Orden Mundial pueden modificar la naturaleza y presentarnos el invento como si fuera una cosa espontánea de la Madre Tierra, pero la reacción de los dinosaurios que vemos en Jurassic Park no es precisamente algo controlado por el ser humano ni mucho menos. Es decir: se incide en que el castigo por alterar la naturaleza no va a venir del ser humano sino de volcanes, vendavales o animales salvajes que atacan a las personas porque se portan mal con el planeta Tierra.

Seguramente esta historia te suene: la Madre Tierra nos castiga por ser unos desgraciados

Si no habitas en Marte, seguramente esta historia tan repetitiva te suene de algo: la Madre Tierra nos castiga por ser unos desgraciados irresponsables que, por avaricia o por simple irresponsabilidad de los seres humanos, no son capaces de respetar la armoniosa belleza del mundo natural.

La verdad es que Jurassic Park es una película maravillosa que se basa en un libro igualmente excelente. Pero los que tenemos cierta noción de lo que está sucediendo en el mundo y cada vez con menos máscaras, por parte de los tiranos que nos quieren someter a las malas, podemos advertir muchos detalles y hasta el trasfondo de toda la trama en un sentido de Nuevo Orden Mundial clarísimo.

Total Recall o Desafío Total: una paranoia soviética futurista

Otro de los grandes clásicos del cine conspiranoico es una de las obras maestras de Verhoeven y también de Arnold Schwarzenegger, quien protagoniza este clásico de cine de acción que es mucho más que eso. Con un principio y final muy abiertos que dan para mucha especulación en una historia de intrigas entre espías y emociones personales intensas que mezcla el mundo de los sueños y la realidad. ¿Dónde empieza una cosa y acaba la otra? Es difícil decirlo cuando nos embarcamos en un thriller que ha cautivado la imaginación de lo que son ya varias generaciones.

Esta maravillosa película lo tiene todo. Por un lado, una trama muy currada de espías con tiroteos incluidos. Por el otro, no deja de tener ese punto de cachondeo e ironías que siempre caracterizan las películas de Arnold Schwarzenegger. Ese toque gracioso tan suyo, incluso en medio de una carnicería en la aue él puede estar participando también.

Lo primero que nos llama la atención en esta película es que no parecen existir países. Un fenómeno que se repite en muchas de estas películas y que confirma la voluntad de la ONU de convertirse en el verdadero y único gobierno mundial. Con una autoridad que se extrapola a los nuevos planetas colonizados como Marte, una colonia humana que jugará un gran papel en toda la película. Con una tiranía tan efectiva que incluso se cobra a los habitantes de Marte por el aire que consumen para respirar. Sin duda un viejo sueño del Nuevo Orden Mundial que paguemos hasta por el aire para convertirnos en los esclavos sin derechos que ellos quieren.

También es reseñable y sobre todo ese ambiente de constante lucha subversiva contra esa autoridad tan abusiva. Una lucha a muerte en la que el espionaje juega un papel fundamental, con un constante temor por ambas partes darnos agentes dobles que siempre existen en toda guerra que se precie, pero mucho más en ésta.

La resistencia marciana aparece trufada por los agentes de esa autoridad tan tiránica y odiada qué pasa por encima de todos los derechos de los habitantes del planeta rojo. Y el espectador no podrá acabar la película sin tener la sensación de que ha asistido a una auténtica pesadilla Soviética, con la sensación de que los protagonistas están siempre bajo estricta vigilancia y sin muchas posibilidades de enfrentarse ante un estado omnipotente y omnipresente.

La tecnología aquí juega un papel fundamental, incluso en la creación de recuerdos falsos que puedan pasar por verdaderas experiencias vividas por los pobres seres humanos que protagonizan el film.

Starship Troopers: los soldados galácticos del Nuevo Orden Mundial

Este otro clásico de los 90 nos transporta a una guerra fantástica entre humanos y unas arañas alienígenas con muy mala leche. Pero independientemente de la trama de acción bélica tenemos muchos factores que nos llevan a lo que el Nuevo Orden Mundial quiere hacer con la humanidad. Para empezar, el hecho de que no haya países, sino una especie de Federación Internacional, incluso galáctica, que se ha apoderado del universo y ejerce una autoridad absoluta. Porque en ningún momento se habla de países y la única ciudad que se menciona es Buenos Aires, pero no como parte de una entidad que se llame Argentina ni mucho menos.

Hay un hecho significativo cuando están duchándose los soldados, por cierto, todos mezclados sin separación de sexos. Y es que una de las chicas comenta que se ha alistado a la infantería móvil para poder tener el derecho a ser madre. Y se habla también de que si no te alistas no eres un ciudadano de pleno derecho en esa federación internacional, motivo por el cual mucha gente se está subiendo al carro de asumir, incluso, los riesgos de pelearse con las terribles arañas. Tampoco hay mención ninguna a ninguna religión ni en ningún otro tipo de ligazón de los seres humanos con otra cosa que no sea el Estado.

Alien, el octavo pasajero en una gran nave sin país identificado

Estamos ante otro gran clásico de finales del siglo XX. Un peliculón con todas las letras que nos transporta a un futuro bastante desangelado, pues en ningún momento de ninguna de estas películas se puede contemplar un paisaje hermoso que nos dé una idea de lo hermoso que es vivir. Más bien son todo espacios artificiales y con poca o ninguna relación con otra naturaleza que no sean desolados planetas sin vida y el espacio exterior.

De nuevo estamos ante uno de los panoramas más repetitivos en este tipo de películas. No existen las naciones. No existe nada que no sea una especie de federación que controla absolutamente todos los países y planetas. Una especie de Estado soviético, al final, dirigido por lo que parece ser una casta de tecnócratas sin muchos miramientos por la calidad de vida de unas personas a las que embarcan en viaje están interminables que tienen que entrar en una especie de coma inducido en el que no sienten ni padecen porque no pasa el tiempo para sus cuerpos.

Como no hay con quien pelearse en un mundo sin estados nación, al parecer, los seres humanos tienen que buscar la gresca con alienígenas o guerrillas de insurgentes. De hecho, aquí encontraremos un poco de ambas cosas, pues la protagonista y heroína es un poco contestataria y acaba teniendo problemas con la dirección de la empresa, si es que la empresa no es el mismo Estado que lo dirige absolutamente todo.

El Club de la Lucha o Fight Club

Este auténtico clásico de todos los tiempos proviene de una novela que también ha tenido mucho éxito y se trata de una historia surrealista que tiene como protagonista a una persona que se encuentra en un momento muy difícil de su vida. Para empezar, este joven estadounidense encarnado por Edward Norton no puede conciliar el sueño en condiciones y tiene los nervios destrozados y se encuentra deprimido. Buscando a la desesperada un remedio para este problema, que le trae por la calle de la amargura, es cuando conoce a los otros dos protagonistas. Una chica con la que mantiene una relación extraña, de nombre Marla, y una especie de superhombre de su edad que se diferencia de él en que es mucho más libre e independiente.

La película discurre por un camino de surrealismo cada vez más pronunciado y en el cual vemos un montón de características propias del Nuevo Orden Mundial. Lo primero es que vemos un ambiente general desangelado y muy poco humano, típico de estas películas que nos presentan un futuro poco envidiable. Una crítica absoluta al modo de vida urbano actual en el que el Nuevo Orden Mundial, sin embargo, ha instalado su verdadero criadero de personas desarraigadas. Totalmente desesperanzadas.

Los vínculos personales que veremos en la película, en realidad, son escasos y lamentables. Prácticamente solo vemos un poco de camaradería extraña entre los personajes masculinos que protagonizan lo que ellos llaman El club de la lucha, pero que en realidad son unos tarados auténticos que se dedican a hacer todo tipo de faenas hasta llegar a lo que ellos llaman la culminación del Proyecto Mainheim. Un proyecto que definitivamente nos recuerda muchísimo a lo que es el objetivo del Nuevo Orden Mundial y que no es otra cosa que echar abajo cualquier cimiento y organización de cualquier tipo para instalar sobre las ruinas de todo eso un mundo nuevo.

Yo creo que no hace falta ser un genio para darse cuenta de que estos rebeldes que están detrás del proyecto aludido de destrucción, de sabotaje organizado, no son en realidad otra cosa que los verdaderos poderosos del mundo, organizados espaldas de la gente para crear un mundo nuevo sin contar con nadie más que con ellos mismos. Los códigos secretos que utilizan para identificarse entre ellos y su persistencia en perseguir un objetivo lunático a toda costa, para cambiar la sociedad a base de terrorismo, nos lleva a cualquier definición de lo que hoy en día podemos considerar el Nuevo Orden Mundial.

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