La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se enfrenta a un desafío significativo: dos mociones de censura separadas que serán debatidas y votadas en el Parlamento Europeo durante la sesión plenaria del 6 al 9 de octubre de 2025. Estas iniciativas, impulsadas por los extremos ideológicos del hemiciclo —el grupo de Patriots for Europe (PfE) y el grupo de izquierda radical The Left— marcan la tercera vez en menos de tres meses que von der Leyen debe defender su puesto. Aunque es poco probable que alguna de las mociones prospere, dado el apoyo mayoritario de los grupos centristas, el episodio subraya las tensiones crecientes en Bruselas y la erosión de la confianza en la Comisión Europea.
Ursula von der Leyen, exministro de Defensa alemana y médico de profesión, asumió su segundo mandato como presidente de la Comisión en noviembre de 2024, tras una reelección ajustada en el Parlamento Europeo. Sin embargo, su gestión ha estado marcada por polémicas que han alimentado el descontento entre los eurodiputados.
La primera moción de censura llegó en julio de 2025, impulsada por el eurodiputado rumano Gheorghe Piperea, del grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, de orientación conservadora). Esta iniciativa, firmada por 75 parlamentarios mayoritariamente de derecha, acusaba a von der Leyen de falta de transparencia en la negociación de contratos de vacunas COVID-19 con Pfizer —conocido como el escándalo «Pfizergate»—, malversación de fondos europeos e interferencia en elecciones nacionales, como las de Rumanía y Alemania, mediante una aplicación distorsionada de la Ley de Servicios Digitales (DSA). El texto de la moción afirmaba que la Comisión «ya no inspira confianza en el Parlamento para mantener los principios de transparencia, rendición de cuentas y buena gobernanza esenciales para una Unión democrática».
El 10 de julio de 2025, la moción fue rechazada con 360 votos en contra, 175 a favor y 18 abstenciones, de un total de 553 eurodiputados presentes (de 720 posibles). Aunque von der Leyen sobrevivió cómodamente —requiriéndose dos tercios de los votos emitidos y una mayoría absoluta de los miembros para aprobarla—, el bajo nivel de participación (77%) reveló un apoyo tibio entre sus aliados centristas, como el Partido Popular Europeo (PPE, al que pertenece), los Socialistas y Demócratas (S&D), Renew Europe (liberales) y los Verdes. Varios eurodiputados de estos grupos optaron por abstenerse o ausentarse para expresar descontento con el giro de la Comisión en temas como migración y clima.
Von der Leyen defendió su gestión en el debate, rechazando las acusaciones como «conspiraciones» y destacando que su estrategia durante la pandemia aseguró un acceso equitativo a las vacunas en toda la UE. Sin embargo, el Tribunal General de la UE había anulado previamente, en mayo de 2025, la decisión de la Comisión de negar acceso a los mensajes de texto entre von der Leyen y el CEO de Pfizer, Albert Bourla, lo que avivó las críticas sobre opacidad.
Las mociones actuales fueron presentadas en la medianoche del 10 de septiembre de 2025, apenas horas después del discurso anual sobre el Estado de la Unión de von der Leyen en Estrasburgo. Bajo las reglas parlamentarias, los grupos políticos solo pueden presentar una moción con 72 firmas dos meses después de la anterior; de lo contrario, se necesitan 144. Ambas cumplieron los requisitos mínimos y fueron registradas por la presidenta del Parlamento, Roberta Metsola, en un correo interno visto por Politico.
Moción de Patriots for Europe (PfE): Liderado por figuras como el primer ministro húngaro Viktor Orbán y el francés Jordan Bardella (Rassemblement National), este grupo presentó su moción 20 segundos antes que The Left. Acusan a von der Leyen de «falta de transparencia y rendición de cuentas», especialmente en los acuerdos comerciales con el bloque sudamericano Mercosur y Estados Unidos. Argumentan que «la UE es más débil que nunca debido al fracaso persistente de la presidenta de la Comisión para afrontar los desafíos más urgentes», citando la escalada en Ucrania y la protección de intereses industriales alemanes (como el automovilístico) en detrimento de productores franceses y otros. Catherine Griset, eurodiputada del RN francés, declaró: «Con el acuerdo UE-USA, Ursula von der Leyen protege la industria automovilística alemana en perjuicio de nuestros productores». Edwige Diaz, del mismo grupo, enfatizó: «Decimos no al Mercosur, a la sumisión ante EE.UU. y al federalismo». Esta moción refleja el descontento soberanista con la agenda globalista de la Comisión.
Moción de The Left: El grupo de izquierda radical, copresidido por la francesa Manon Aubry (La Francia Insumisa), critica la «inacción» de la Comisión ante la guerra en Gaza y su agenda comercial. Enfocan en la falta de sanciones contra Israel por el conflicto, afirmando que «ante un genocidio no puede haber medias tintas». Aubry reprochó directamente a von der Leyen tras su discurso: «No has tomado sanciones reales, y tu anuncio de hoy no cambia nada». También cuestionan las políticas comerciales, pero priorizan la «falta de accountability» en temas humanitarios. Thomas Shannon, portavoz de The Left, indicó que la moción tiene apoyo unánime del grupo, en desacuerdo «con las políticas de von der Leyen en todos los niveles».
Es la primera vez en la historia del Parlamento que se presentan dos mociones simultáneamente, lo que ha generado debate sobre el procedimiento. Se prevé un debate conjunto el 6 de octubre y votos separados el 9, con PfE reclamando prioridad por haber presentado primero.
Ambas mociones requieren 480 votos (dos tercios de 720 eurodiputados) para aprobarse, lo que obligaría a la dimisión colectiva de la Comisión. Los centristas —PPE, S&D, Renew y Verdes, que suman la mayoría proeuropea— han respaldado a von der Leyen en el pasado y se espera que lo hagan de nuevo, aunque con concesiones posibles, como en julio, donde aliados como los Verdes y S&D usaron el debate para presionar por cambios en políticas climáticas y migratorias.