La pentaimputada Begoña Gómez, esposa del presiMiente Pedro Sánchez, ha vuelto a ser el centro de atención, y no precisamente por haber llevado a toda su familia de vacaciones a la Mareta por la jeta.
Esta vez, la noticia de última hora nos llega con un toque de comedia burocrática: su abogado, el exministro socialista Antonio Camacho, ha pedido al juez Juan Carlos Peinado que suspenda su declaración prevista para el 11 de septiembre. ¿El motivo? Una agenda tan apretada que ni un malabarista del Circo del Sol podría manejarla. Resulta que ese mismo día, Camacho tiene una cita ineludible en el Juzgado de Instrucción Número 1 de Arona, Tenerife. ¡Vaya casualidad! Uno casi puede imaginarlo revisando su calendario con una lupa, buscando desesperadamente una excusa para no enfrentarse al juez Peinado.
La solicitud, presentada el pasado 21 de agosto, llega tras la decisión del juez Peinado de imputar a Gómez por un presunto delito de malversación relacionado con la contratación de su asesora personal, Cristina Álvarez. Porque, claro, si algo le faltaba a esta investigación, que ya parece un guion de Almodóvar, era un nuevo cargo para añadir al repertorio: tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida de marca, intrusismo y, ahora, malversación. Todo un catálogo de acusaciones que haría palidecer al mismísimo Vito Corleone.
Pero volvamos al meollo del asunto: la agenda. Uno no puede evitar imaginar a Camacho revisando su calendario con la misma intensidad que un general planeando una batalla, descubriendo con horror que el 11 de septiembre tiene un compromiso en Canarias.
Así que aquí estamos, contemplando cómo la imputada Begoña Gómez y su abogado intentan esquivar el banquillo con la gracia de un torero novato. La petición de suspender la declaración del 11 de septiembre no es más que otro intento de alargar este circo donde cada movimiento parece diseñado para ganar tiempo. Desde luego que lo que tenemos claro es que esta señora se está riendo de la justicia, de los jueces y de los españoles, creyéndose estar por encima del bien y del mal.
Recordemos que la esposa del presimiente se negó a declarar ante el juez en su día por otros delitos que se le imputan, que se negó a declarar ante la comisión del Senado diciendo que era una mujer muy trabajadora y que todo era una campaña de la ultraderecha. Recordemos también que su esposo, profundamente enamorado, se negó a declarar como testigo ante el juez Peinado por el caso de Begoña. Sí, Sánc-hez, el mismo que aseguró que estaba colaborando con la justicia en los casos de corrupción que le rodean cuando se decretó prisión para Cerdán. Y recordemos que tanto él como su esposa se querellaron contra el juez aunque las querellas fueron finalmente archivadas.
Artículo relacionado: La experta en «entornos cambiantes», coordinadora del Máter de Begoña, es hermana de la asesora imputada