La ingeniería social, la cultura woke, los agendistas que dominan el mundo y toda la mal llamada élite debe contar, entre sus filas, con peones del banquillo de reserva porque, con el aspecto que tienen los seleccionados, se entiende que la cosa del personal no le va demasiado bien.
Sánchez en España, Trudeau en Canadá, Macron en Francia, o Biden en EEUU, son solo algunos ejemplos que demuestran que la calidad en el departamento de recursos humanos va cada vez peor y que tienen que renovar, con urgencia, su equipo de marionetas si quieren que sus farsas, sus trampas y sus atrocidades sean más o menos creíbles.
En el caso de su elemento en Estados Unidos el caso está empezando a ser ya inasumible puesto que la cosa en la cabecita de Biden va de mal en peor. Ya no controla, El estado de su salud mental es tan sumamente penoso que empieza a soltar incoherencias, una tras otra, cada vez que aparece en público.
Y la cosa se está poniendo tan sumamente mal que, en un reciente acto público, las incoherencias que soltaba ya se empezaron a contar por decenas. Y tantas fueron que le tuvieron que cortar el micrófono, subieron el volumen de la música y le mandaron a casa de forma inmediata, suponemos que para tratar de reactivar una máquina que ya está para el desguace.
¿Quién está al mando en la nación más poderosa del mundo? Porque este desde luego que no.
El Payaso, hace dos semanas la esposa de este payaso disque dio positivo en el cuento chino, que cerdos que cochinos, la pasada el traidor español dio positivo y esta el que faltaba, el golpista catalán Junqueras, lo están preparando todo para volver a encerrarnos esos cabrones que siguen la religión de Lucifer, también nos van a volver a poner el bozal y la distancia social ya que esos hijos de perra nos quieren separados y nos van a perseguir a los que no comulgamos con el cuento chino, que triste destino le espera a España y a los españoles, tenemos un gobierno y una oposición de mongoles.