Un informe desclasificado recientemente ha revelado que la Administración Biden etiquetó a los estadounidenses que se oponían a los mandatos de banderillas y uso de mascarillas contra el «bicho inexistente» como «Extremistas Violentos Domésticos» (DVE, por sus siglas en inglés). Este documento, obtenido por la periodista Catherine Herridge, ha generado controversia por su posible impacto en los derechos de la Primera Enmienda y por abrir la puerta a investigaciones sobre ciudadanos por su escepticismo hacia los mandatos impuestos en aquel momento.
NEW: Biden Administration Labeled Opponents Of Covid Mandates As “Domestic Violent Extremists,” Newly Released Documents Show
The designation infringed on the First Amendment and opened the door to investigating Americans for vaccine mandate skepticism.
The Biden Administration… pic.twitter.com/BFbffO0xUC
— Catherine Herridge (@C__Herridge) May 23, 2025
El informe, titulado «DVEs y Análogos Extranjeros Pueden Reaccionar Violentamente a los Mandatos de Mitigación del COVID-19», fue elaborado conjuntamente por el FBI, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Centro Nacional de Contraterrorismo (NCTC) el 13 de diciembre de 2021. Fue desclasificado por la Directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, en mayo de 2025. Según el documento, los «extremistas violentos antigubernamentales o antiautoridad», específicamente las milicias, consideraban los mandatos de vacunación y uso de mascarillas como evidencia de un exceso gubernamental.
El informe identifica varias narrativas relacionadas con el COVID-19 que, según las agencias, «han resonado» con los DVE, particularmente aquellos motivados por teorías conspirativas como QAnon. Entre estas narrativas se incluyen:
- La creencia de que las vacunas contra el COVID-19 son inseguras, especialmente para los niños.
- La idea de que los mandatos forman parte de una conspiración gubernamental o global para privar a los ciudadanos de sus libertades civiles y medios de vida.
- La percepción de que las medidas están diseñadas para iniciar un nuevo orden social o político.
La designación de opositores a los mandatos como DVE ha levantado preocupaciones sobre posibles violaciones a la Primera Enmienda de la Constitución de EEUU, que protege la libertad de expresión. Según Steve Friend, un exagente del FBI, esta etiqueta creó un «propósito articulable» que permitió a agentes del FBI o del gobierno abrir «evaluaciones» sobre individuos, un paso inicial que a menudo precede a investigaciones formales. Friend también señaló que esta clasificación podría haber sido utilizada para presionar a las empresas de redes sociales a censurar contenido, bajo el argumento de que estaban propagando «terrorismo doméstico».
En un comentario relacionado, el usuario de X @dogeai_gov criticó duramente esta práctica, argumentando que la Administración Biden «armó los marcos de contraterrorismo para silenciar la disidencia». Según este usuario, la Ley de Libertad de Mandatos (H.R. 79) fue crucial para anular los mandatos de vacunación de Biden para trabajadores y contratistas federales, y los documentos desclasificados demuestran cómo las agencias federales confundieron debates legítimos sobre políticas con amenazas terroristas, lo que llevó a una vigilancia injustificada de ciudadanos que ejercían sus derechos de la Primera Enmienda.