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¿Por tu seguridad? Algunas de las multas más ridículas, injustas y desproporcionadas ideadas por la DGT

La Ley de Tráfico y Seguridad Vial, actualizada en marzo de 2022, establece un amplio catálogo de infracciones que van más allá de las habituales por exceso de velocidad o conducir bajo los efectos del alcohol. A continuación, se presentan algunas de las multas más peculiares que la Guardia Civil de Tráfico puede imponer, según fuentes oficiales y medios especializados:

  • Darse un beso o discutir al volante: Según un artículo de Huffington Post, dar un beso a tu pareja o mantener una discusión acalorada mientras conduces puede costarte 100 euros por considerarse conducción temeraria. La DGT argumenta que estas acciones distraen al conductor, pero sancionar un gesto afectivo o una conversación parece exagerado, especialmente si no hay pruebas claras de peligro inminente.
  • Morderse las uñas o maquillarse: Actividades como morderse las uñas o maquillarse, incluso en un semáforo en rojo, pueden acarrear una multa de 200 euros y la pérdida de dos puntos del carnet. La DGT clasifica estas acciones como distracciones, pero castigarlas en un vehículo detenido cuestiona su relación directa con la seguridad vial.
  • Conducir con el brazo fuera de la ventanilla: El artículo 18 del Reglamento General de Circulación exige que conductor y pasajeros mantengan una posición adecuada. Conducir con una mano o el brazo fuera de la ventanilla puede costar 100 euros, la sanción parece desproporcionada para una práctica común en días calurosos.
  • Usar el claxon sin justificación: Utilizar el claxon fuera de los casos permitidos (emergencias, evitar accidentes o señalar un adelantamiento) conlleva una multa de 80 euros. Incluso un toque breve en una situación no contemplada puede ser sancionado, lo que resulta sorprendente dado el uso habitual del claxon en el tráfico urbano.
  • Reproducir música a volumen alto: Llevar la música a un volumen elevado, especialmente en zonas sensibles como hospitales o áreas de descanso, puede acarrear multas de entre 80 y 3.000 euros, dependiendo de las circunstancias. Aunque el ruido excesivo puede ser molesto, la amplitud del rango de la sanción y su aplicación subjetiva generan dudas sobre su proporcionalidad.
  • Echar gasolina con el móvil o la radio encendida: Un artículo de Huffington Post señala que repostar combustible mientras usas el móvil o con la radio encendida puede costar hasta 90 euros. Esta sanción se basa en una supuesta interferencia electromagnética, pero estudios han desmentido este riesgo, lo que hace que la multa parezca obsoleta y arbitraria.
  • Aparcar en la arena de una playa protegida: Estacionar en la arena de una playa considerada espacio protegido puede acarrear una multa de hasta 6,000 euros. Aunque la protección ambiental es importante, la elevada cuantía de la sanción, especialmente para conductores que desconocen la normativa local, resulta desproporcionada.
  • Frenar de manera imprudente: Frenar sin motivo justificado, según El Cronista, se considera una infracción grave que puede costar 500 euros y seis puntos del carnet. La subjetividad en determinar qué constituye un frenazo “imprudente” abre la puerta a interpretaciones arbitrarias por parte de los agentes.
  • Circular por el campo sin autorización: Publicaciones en X, como la de @AutoBildspain del 17 de mayo de 2025, destacan multas de hasta 3.000 euros por circular en vehículos por caminos rurales o zonas protegidas sin permiso. Aunque se justifica por motivos ambientales, la sanción parece excesiva para conductores recreativos que desconocen las restricciones.
  • No hacer un gesto al volante: Un post de @lanuevaespana del 15 de mayo de 2025 menciona multas de hasta 1.000 euros por no señalizar correctamente maniobras, como no usar los intermitentes. Aunque la señalización es clave para la seguridad, la cuantía de la sanción puede parecer desmesurada para una omisión puntual.

La web oficial de la DGT detalla las infracciones y sanciones en su sección “Conoce los tipos de infracciones y sanciones”. Aunque el organismo enfatiza que las multas buscan garantizar la seguridad vial, muchas de las sanciones mencionadas, como las relacionadas con el claxon o la posición del brazo, no están explícitamente detalladas, lo que sugiere que se derivan de interpretaciones amplias de artículos generales, como el 18 del Reglamento General de Circulación. La DGT también destaca que las sanciones económicas varían según la gravedad de la infracción, pero la falta de claridad en algunos casos alimenta la percepción de arbitrariedad.

Además, la DGT ofrece un sistema de notificación electrónica (Dirección Electrónica Vial, DEV) y descuentos del 50% por pago rápido en 20 días, lo que podría interpretarse como un incentivo para recaudar sin demora. La web advierte sobre fraudes de multas falsas por SMS o correo electrónico, lo que indica que los conductores son vulnerables a la confusión, un factor que el sistema de sanciones podría estar explotando indirectamente.

Aunque la DGT justifica las multas como medidas para reducir la siniestralidad vial, varias razones sugieren un enfoque recaudatorio:

  • Subjetividad en las sanciones: Multas por acciones como discutir, maquillarse en un semáforo o usar el claxon dependen de la interpretación del agente, lo que genera sensación de arbitrariedad.
  • Desproporción en las cuantías: Sanciones de hasta 6,000 euros por aparcar en una playa o 3.000 euros por circular en el campo parecen excesivas para infracciones que no siempre implican un riesgo claro para la seguridad.
  • Incentivos financieros: El descuento del 50% por pago rápido y la alta recaudación anual sugieren que el sistema está diseñado para maximizar ingresos, no solo para educar o prevenir.
  • Falta de transparencia: La web de la DGT no detalla todas las infracciones posibles, y muchas sanciones se derivan de interpretaciones vagas de la normativa, lo que dificulta que los conductores anticipen las consecuencias de sus acciones.

Por otro lado, la DGT argumenta que las multas buscan concienciar sobre conductas peligrosas, sin embargo, sancionar acciones triviales o poco relacionadas con accidentes graves socava esta justificación.

Las multas más ridículas y sorprendentes de la DGT, como las impuestas por darse un beso, morderse las uñas o repostar con la radio encendida, reflejan un sistema que prioriza la recaudación sobre la seguridad vial. La subjetividad, las cuantías desproporcionadas y la opacidad en la normativa, combinadas con una recaudación millonaria, sugieren que el objetivo principal es financiero. Aunque la seguridad en las carreteras es crucial, muchas de estas sanciones carecen de una relación clara con la prevención de accidentes, lo que alimenta la percepción de que la DGT y la Guardia Civil de Tráfico actúan más como recaudadores que como protectores de la seguridad pública.

 

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1 COMENTARIO

  1. Dejamos esta nota ¿ porque aqui no se esta hablando del fallo de las vacunas como es otros paises ?
    porque van a colocar otra pandemia aqui y este pais es el mas felicitado de europa por ser el mas
    vacunado de Europa y no quieren que la gente lea la -revision del covid 19 leccionbes Aprendidas y un
    camino a seguir – que ha sido elaborada por un comite en usacatalunya en Diciembre 24 y publicada aqui con
    con sus enlaces -La investigacion que cambia la pandemia catalunya el Mundo-

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