Súbito óbito de un papa y el fin del Vaticoño. Les hablé sobradamente de Cónclave, cinta de 2024. Ahora, Ángeles y Demonios, quince años ha, 2009, protagonizada por Tom Hanks. Y su inextricable vínculo con el “iluminado/luciferino” CERN que jugará, dizque, un papel decisivo en el apocalipsis que viene, la perturbadora «partícula de Dios», pues, y, en el ínterin, una bomba de antimateria oculta en la tumba de Pedro (memento postrera cita de la profecía de San Malaquías), presagiando los tiempos finales. Apagones, desde luego. Hipótesis variadas. Y otras tres, claro: redes de tráfico de niños, una nueva economía mundial y el control mental de las poblaciones planetarias.
Los quince gigavatios perdidos…
…Como quien pierde al chucho en la rúe. Y solo existiría un lugar para recibir y absorber y consumir semejante energía «perdida», el suizo CERN (CERNUNNOS, antigua deidad pagana de origen europeo: “el que posee cuernos”), el colosal acelerador de partículas, dios hindú Shiva de la destrucción en el frontispicio, Israel capitaneando semejante inmundicia ética.
Pues bien, el altísimo consumo energético que necesita este acelerador de partículas (hadrones) para llevar a cabo sus nulos fines científicos, no solo justificaría el desvío intencionado de esa potencia extra presuntamente difuminada tras el apagón; sino que toda esta macabra mojijanga se somete a intereses muy oscuros vinculados con el poder de los campos electromagnéticos y con la intención de las élites oscuras de utilizarlos con fines como, por ejemplo, el control mental. O, también, abriendo portales interdimensionales por donde “descenderían entidades demoniacas” …
…En fin.
No sólo hay una demanda demencial de energía para la pseudovida digital y más concretamente el delirio abridor de portales interdimensionales que es el puto CERN. Es que a estos tarados les encanta usar las «profecías» como guion inspirador.
Así que sí, es factible, combinando todas esas cosas. Y más si le añadimos la demencia y la maldad de dejar a una nación (dos) en precario haciéndose dependiente del tiempo cambiante (¿pero no hay un «cambio climático», entonces por qué os ponéis en manos del clima cambiante?. Ah, sí, que los ejjjpertos saben cuántos centímetros subirá el mar dentro de 200 años pero no saben por qué han saltado los plomos ni por qué ha aumentado la mortalidad infantil y juvenil en el mundo «desarrollado». Ya).