El apagón masivo que el 28 de abril de 2025 dejó sin electricidad a España, Portugal y parte de Francia ha desatado un problema internacional, con el primer ministro de Portugal, Luís Montenegro, exigiendo una auditoría independiente para esclarecer las causas y determinar responsabilidades económicas. Montenegro ha expresado públicamente su desconfianza hacia la versión ofrecida por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y ha solicitado a la Unión Europea (UE) una investigación imparcial, alegando además que Portugal había advertido a España sobre la cantidad de energía que esta desviaba a Marruecos, un factor que podría haber contribuido al colapso energético. Este episodio, ocurrido a tres semanas de las elecciones parlamentarias portuguesas, ha intensificado las tensiones diplomáticas y políticas en la Península Ibérica.
El lunes 28 de abril, a las 12:33 horas (11:33 en Lisboa), un fallo en la red eléctrica española desencadenó un apagón que afectó al 93% de los consumidores portugueses y a millones de hogares y empresas en España. En Portugal, el corte paralizó el metro, dejó a personas atrapadas en ascensores, colapsó los sistemas de comunicación y generó caos en aeropuertos, especialmente en Lisboa, donde decenas de vuelos fueron cancelados. En España, las pérdidas económicas se estiman en menos de 1.000 millones de euros, con al menos cinco víctimas mortales relacionadas con el incidente.
Según Red Eléctrica Española (REE), el apagón fue causado por dos desconexiones en la región suroeste de la Península, separadas por apenas 1,5 segundos. La primera fue absorbida por el sistema, pero la segunda provocó una caída brusca de la frecuencia, desencadenando el colapso. Eduardo Prieto, director de Servicios para la Operación de REE, señaló una posible pérdida de generación solar como causa, aunque los análisis técnicos aún no son concluyentes. REE ha descartado un ciberataque tras revisiones del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
En el momento del incidente, Portugal importaba el 30% de su electricidad de España, atraída por precios más competitivos, lo que amplificó el impacto del fallo en la red lusa. Montenegro destacó que, a diferencia de España, que recibió apoyo energético de Francia y Marruecos, Portugal depende exclusivamente de las interconexiones con España, lo que expuso la vulnerabilidad de su sistema eléctrico.
El martes 29 de abril, tras un Consejo de Ministros extraordinario, Luís Montenegro anunció que Portugal solicitará a la Agencia para la Cooperación de los Reguladores de la Energía de la UE (ACER) una auditoría independiente para determinar las causas del apagón. “No escatimaremos esfuerzos para aclarar un problema grave que no se originó en Portugal”, afirmó, insistiendo en que el fallo comenzó en la red española. La Comisión Europea, por su parte, ha confirmado que elaborará un informe técnico en seis meses, con un estudio adicional que incluirá recomendaciones para septiembre de 2026.
Montenegro también reveló que Portugal había advertido previamente a España sobre la cantidad de energía que esta desviaba a Marruecos a través de la interconexión del Estrecho de Gibraltar, sugiriendo que este flujo pudo haber contribuido a la inestabilidad de la red ibérica. Aunque no proporcionó detalles específicos sobre estas advertencias, el primer ministro subrayó la necesidad de una investigación que permita imputar responsabilidades económicas, especialmente considerando las pérdidas sufridas por Portugal. Esta declaración ha sido interpretada como una crítica directa a la gestión española y a las explicaciones ofrecidas por Pedro Sánchez.
Además, Montenegro propuso la creación de una comisión técnica nacional, formada por siete expertos, incluyendo cuatro especialistas y tres designados por el Parlamento, para evaluar la preparación y respuesta de Portugal ante la crisis. Esta comisión no comenzará a operar hasta después de las elecciones del 18 de mayo, debido a la disolución del Parlamento luso tras la pérdida de una moción de confianza por parte de Montenegro en marzo de 2025.
En su comparecencia del 29 de abril, Pedro Sánchez atribuyó el apagón a fallos de los operadores privados y descartó que estuviera relacionado con la transición hacia energías renovables o el desmantelamiento de centrales nucleares. Sánchez afirmó que las nucleares “lejos de ser una solución, han sido un problema”, alegando que consumieron grandes cantidades de energía para mantener sus núcleos estables durante el colapso. Sin embargo, expertos como Alfredo García, operador nuclear, han desmentido esta afirmación, aclarando que las nucleares activaron generadores diésel de emergencia y no requirieron energía externa hasta que la red comenzó a recuperarse.
Sánchez también destacó el papel de las interconexiones con Francia y Marruecos en la recuperación del suministro, omitiendo que gran parte de la energía importada desde Francia proviene de centrales nucleares. Esta narrativa ha sido cuestionada por analistas y por el propio Montenegro, quien, según fuentes, considera que las explicaciones de Sánchez carecen de credibilidad y buscan eludir responsabilidades.
El Gobierno español ha anunciado una investigación liderada por el Ministerio de Transición Ecológica y el Consejo de Seguridad Nacional, pero la presidenta de REE, Beatriz Corredor, exministra socialista, ha insistido en que el fallo se debió a “eventos de pérdida de generación energética muy fuertes”, sin mencionar explícitamente la desviación de energía a Marruecos. Esta falta de claridad ha alimentado las sospechas de Portugal sobre la gestión española.
La mención de Montenegro sobre la energía desviada a Marruecos ha añadido una nueva capa de complejidad al debate. Marruecos, conectado a la red ibérica a través de un cable submarino, ha incrementado su dependencia de la electricidad española en los últimos años, especialmente tras la crisis energética global. En el momento del apagón, España exportaba energía al país magrebí, lo que, según expertos, pudo haber reducido la capacidad de la red para absorber las oscilaciones de frecuencia.
Portugal sostiene que había alertado a España sobre el volumen de estas exportaciones, que podrían haber comprometido la estabilidad del sistema ibérico. Montenegro ha evitado acusar directamente a España de negligencia, pero su insistencia en una auditoría independiente refleja su preocupación por la posible relación entre estas exportaciones y el colapso. Por su parte, el Gobierno español no ha respondido públicamente a estas acusaciones, lo que ha intensificado las críticas de Montenegro y de la oposición portuguesa, que denuncia un “apagón informativo” por parte de ambos gobiernos.
El apagón ha avivado las tensiones políticas en ambos países. En Portugal, a tres semanas de las elecciones, la crisis ha paralizado la precampaña electoral y ha generado críticas contra Montenegro por su gestión, especialmente por la falta de información en las primeras horas. El líder socialista Pedro Nuno Santos acusó al primer ministro de “falta de liderazgo” y “apagón informativo”, mientras que André Ventura, de Chega, exigió una auditoría externa y culpó tanto al Gobierno portugués como al español por la dependencia energética.
En España, la oposición, liderada por el PP y Vox, ha utilizado el apagón para cuestionar la política energética de Sánchez, particularmente el cierre programado de las centrales nucleares, que expertos consideran esenciales para estabilizar la red ante la intermitencia de las renovables. La alta proporción de generación solar (53,44%) y eólica (10,65%) en el momento del apagón ha reavivado el debate sobre la necesidad de fuentes de respaldo como las nucleares o el almacenamiento de energía.
A nivel europeo, la solicitud de Montenegro ha sido bien recibida, y la UE ha comprometido recursos para investigar el incidente. Sin embargo, la mención de posibles responsabilidades económicas podría complicar las relaciones entre España y Portugal, especialmente si la auditoría revela negligencias en la gestión de la red española o en las exportaciones a Marruecos.
El apagón ha puesto de manifiesto la fragilidad de los sistemas eléctricos ibéricos, particularmente la dependencia de Portugal de España y la limitada capacidad de interconexión de la Península con el resto de Europa. Montenegro ha reiterado su petición de reforzar las conexiones energéticas con la UE, argumentando que la falta de alternativas dejó a Portugal expuesto.
Expertos como Marta Victoria, profesora de la Universidad Técnica de Dinamarca, han señalado que la alta penetración de renovables, combinada con la falta de inercia mecánica en la red, aumenta el riesgo de colapsos ante variaciones de frecuencia. La desconexión masiva de generadores solares durante el apagón, sumada a la parada automática de las nucleares por falta de demanda, agravó la crisis.
El perro de Mohamed, Perro el arrastrao, y las charócratas «progresistas» adictas a las compras, tienen enchufado corruptamente a Marruecos a nuestra red basada en la aniquilación de fauna, flora, cultivos, nubes y lluvias, como los chabolistas que se enganchan al poste, y han saltado los plomos por el abuso.
A estas alturas quien crea lo que cacarea perro sanchinflas y a todo el congreso que se lo haga mirar porque le falta un hervor
Debe ser un negacionista o de ultraderecha..o una persona sensata y en su sano juicio.