Las recientes manifestaciones del 8M muestran cómo ciertas mujeres amorosas se transforman en monstruos que se dedican a insultar al estilo fascista y comunista, así como dictatorial en contra de un patriarcado que, frente a lo pretenden, es una bendición. Lo único que alimentan a estos seres es el odio y el deseo de venganza, la ausencia de perdón y la revancha hacia cualquiera que manifieste su objeción. Como en las dictaduras se perseguía a los enemigos que se creían que eran judíos (aunque no lo fueran) o los que se consideraban traidores del comunismo con Stalin.
El odio de las feministas es especialmente peligroso por cuanto lo generalizan y aplican a cualquier persona que no piensa como ellas, no comparte sus delirios psicóticos y enfermos y los desafía, lo cual no soportan porque ponen en entredicho su inteligencia, o en realidad soberbia de la peor calaña. Uno de los grandes responsables de ello es la ideología sociológica satánica cuyo fin es la destrucción de la especie humana, sobre todo de lo espiritual. La destrucción de la vida pasa por evitar que ésta prevalezca, de modo que hay que separar a los hombres de las mujeres de manera radical y violenta, impidiendo que interaccionen y que crean círculos familiares. Esto, que puede resultar conspiranoico, no lo es y además está muy bien estudiado desde el siglo XIX cuando Engels introdujo la guerra de clases en el entorno íntimo y personal.
El hecho de que actualmente el derecho a aborto sea considerado constitucional es el que causa que la mujer se arrepienta de tener hijos al mundo y los mate directamente, inyectando miles de millones de dólares en el negocio de los fetos abortados, empleándose para cremas y para vacunas, incluidas las del covid. Para ello, se muestra como una libertad merecida y justa para la mujer, que ha estado sometida durante siglos a una especie de leyenda negra del hombre como representante del mal, lo cual parece una visión antibíblica en la que dice como el primer pecador es el hombre, por su naturaleza.
Otra manifestación son las leyes claramente discriminatorias. Desde 2004 aproximadamente el 82 por ciento de las denuncias por malos tratos en España, todas presentadas por mujeres, como no podía ser de otro modo, han sido archivadas. Se sospecha que muchísimas son falsas, sin embargo ellas pueden denunciar, gracias a la argucia de su debilidad, cualquier cosa que se les ocurra y los juzgados las creen porque piensan que son seres sabios y de luz y el hombre es como una especie de bestia en potencia a los que hay que educar y domesticar, de modo que les toca demostrar que no son culpables de lo que se les acusa, con el riesgo de que, si no hay pruebas, serán condenados e irán a la cárcel por no hacer nada y sólo ser hombres y se acabó. De este modo son quitados del medio para ser excluidos de la sociedad y dejar que sean ellas las que dirijan la sociedad. La ley del sí es sí es el colmo de la maldad diabólica. Si un hombre y una mujer se acuestan y gozan, al día siguiente ésta puede decir que se sintió vejada o agredida psicológicamente, suficiente para denunciarlo por agresión sexual y el varón ha de demostrar que sí hubo compromiso, pero basta la incomodidad o el arrepentimiento posterior de la mujer como excusa para considerar al hombre como violador, bajo el escarnio de la sociedad. Es una forma de avisar: no te acuestes con una mujer si no ha dejado un papel firmado donde confirma que quiere sexo contigo, amigo, su cuerpo es tan sagrado que, por el mero hecho de poder crear una vida, tienen la potestad de no ser ni tocadas, ni acariciadas, en un afán de orgullo fatuo y desmedido que erradica las relaciones sexuales, otro de los propósitos de los satanistas, impedir el contacto humano a través del amor, la pasión o la caricia, para así alejarnos unos de otros, gracias al odio instrumentalizado y teledirigido.
Por otra parte, ante la avalancha de millones que recibe este movimiento gracias a George Soros y otros demonios de carne y hueso, pueden hacer sus propias campañas de escarnio público desde los púlpitos de las ministras feministas. El caso del beso de Rubiales es un excelente ejemplo: sin agresión sexual alguna, en una situación espontánea, las cuales han de ser erradicadas por peligrosas para sus fines diabólicos, la jugadora de fútbol, presionada por el entorno, lo denuncia y lo lleva a juicio como si fuera un acosador peligroso de féminas, a un juicio que es público hasta en las redes sociales para que quede claro qué ocurre cuando alguien las desafía, mientras el de Begoña o el del fiscal general del estado son secretos, siendo éstos, por lógica, mucho más trascendentales que el causado por un beso sin importancia en los labios de manera amistosa. Otra lección de la sociedad de que a la mujer no se le puede hacer eso, so pena de ser un agresor sexual. A partir de este caso, basta con generalizar la idea para que se generen acciones injustas mucho más abyectas e indecorosas, de acuerdo con el hembrismo, para que ningún hombre ni las mire.
Llegados a este punto, nos podemos preguntar si el fin del feminismo es la protección de la mujer o su destrucción mediante el engaño de que el estado se preocupa por ellas, mientras las llevan al precipicio, lugar a dónde quieren llevar a todo ser humano. El feminismo es el arma para que la mujer destroce al restante 50 por ciento de la población, siendo éstas las que sufrirán las verdades crueles del machismo cuando ciertos musulmanes apliquen sus prácticas y su religión, tanto a ellas como a los del grupo LGTBI, haciendo que la mujer quede completamente desprotegida, siguiendo las normas que imperan en los países árabes.
Para mantener este plan hay que utilizar las armas del engaño a través de la traición gracias a la publicidad institucional que practican los partidos políticos aborregados e impregnados de mafiosos, a través de los medios de comunicación, comprados desde el 2020 con la excusa de la falsa pandemia, empleando técnicas fascistas a la antigua usanza para generar la expansión del odio hacia el hombre con cuentagotas y de manera muy estudiada.
No nos engañemos. Para la expansión del satanismo, como los movimientos fascistas, de izquierda y otras corrientes como el feminismo, hacen falta grupos radicales y fanáticos que aprendan a aplicar la descalificación, la amenaza, la venganza y otras acciones como denuncias falsas o eliminar al enemigo. Es la estrategia de los mafiosos, de la ideología de la izquierda y del feminismo.
Por ello, cada 8M es una muestra de que el día de la bestia lo protagonizan ciertas mujeres (no todas) en las calles atacando como los fascistas, aunque siempre nos susurran al oído para que no podamos cerrar relajadamente los ojos.
Es un proyecto de control mental,para labarles el cerebro a los niños.En los municipios son manifestaciones hechas por los colegios,con música cutre de discotecas,para asegurarse que nadie escapa del Control Mental del gobierno,en clave comunista versus feminista.Parece ser que las doctrinas de los Rothschild han calado muy hondo en nuestra sociedad.
Cambiarse de sexo,ser bisexuales,practicar sexo en la minoría de edad incluso el incesto,y luego abortar.
El el novísimo sistema educativo,que solo se aprovecha de la inocencia de los niños.
Ver el ridículo espantoso de ese hombre transformado en esperpento,enviado a. Hollywood como pretendiente a un Óscar,allí se burlaron en mayúsculas.
Todo es una burla para zafarse de todos y de todo y sobre todo dejar a España con una mala imagen,hechando a perder su reputación,aunque a los padres no solo no les importa sino que también participan.
Incluso Abogados Cristianos dice que todos los homosexuales abusan de los niños,será por qué sus padres son homosexuales o simplemente maricones.Estas falsedades están provocando muchas dimisiones entre políticos correctos y honrados,de los que a nadie importa su sexualidad ni su vida privada.Ademas acusan sin pruebas de sus miedos y fracasos.