La China comunista como ejemplo de fascismo en estado puro

La convivencia en sociedad, para toda persona que se considere cuerda, ha de basarse en el respeto, el amor, la solidaridad, los valores humanos que más nos dignifican y nos acercan a nuestra auténtica dimensión espiritual. Para que ello sea posible es necesario que no sólo descubramos la verdad, sino que vivamos en ella, cumpliendo cada uno de sus preceptos, llegando a un punto de equilibrio dentro de nosotros mismos y con el entorno, así como otras personas, y detectemos la mentira en un juicio crítico basado en la libertad que nos permita decidir por nosotros mismos.

Lamentablemente los estados fascistas y dictatoriales, independientemente de que sean de izquierdas o no, siendo lo fundamental el grado en el que ese estado respeta nuestra dignidad, no se sienten cómodos con estas ideas, prefiriendo la manipulación, el miedo, las estrategias psicológicas para tener a la gente dentro de un marco ideológico, al gusto de lo que  los políticos desean, la creación de enemigos del estado, allí donde éste siente que no tiene adeptos o los pierde, así como la censura. Si nada de ello funciona, pues el grado de despertar de la población es tan elevado que ya no se cree el cuento, acude a otras estrategias más prácticas y rápidas. No hay peor dolor para el autócrata que ver como el pueblo lo ignora y sus políticas son objeto de protesta, rechazo, crítica y desprecio, ya en situaciones extremas.

El mejor ejemplo de estas políticas está en China, país gobernado por el Partido Comunista desde 1949 y que se ha visto sometido a la peor dictadura desde entonces, donde no se respetan los derechos humanos y cada sujeto tiene un puntaje social de acuerdo con su grado de obediencia a las autoridades. Es el sistema perfecto para las élites sionistas, luciferinas, masónicas y las familias que controlan toda la economía mundial. China es el modelo a seguir, hasta tal punto que en Europa se habla de censura como si tal cosa, control a través de la huella digital y otras estrategias ya puestas en práctica por el Pcch.

Todos los países mantienen excelentes relaciones, incluido España, con China, país que representa la mayor amenaza contra la libertad en el planeta tierra, siendo que estos temas no se discuten en las cumbres ni tampoco en los encuentros multilaterales, pues allí donde el dragón ruge se imponen sus reglas fascistas.

Uno de los ejemplos más investigados es la persecución de la secta Falung Gong, cuyos peligrosísimos principios son verdad, benevolencia y tolerancia que, de ser puestos en práctica deberían de llevar a la sociedad china al oasis de la paz a través del equilibrio interno de la persona, pero, como al comunismo sólo le interesa someter, controlar, empobrecer, castigar, meter mucho miedo y hacer que la vida social sea una pesadilla, no soporta nada de ello, como tampoco lo haría el mismo demonio (no hay más que ver los puntos de la agenda 2045, en la misma línea).

Su fundador fue Li Hongzi en 1992. La persecución de este grupo se inició en 1999 por orden del entonces Secretario General del Pcch Jiang Zemin, el cual ordenó la prohibición de estas prácticas mediante medidas tales como la quiebra económica, las torturas y la sustracción de órganos. En 2013 se introdujeron los campos de concentración, siendo la policía la encargada de detener a estos sujetos sin ninguna actuación judicial en marcha, lo cual incluía trabajos forzados y torturas. Estos hechos, que fueron descubiertos, ocasionaron una serie de protestas que obligaron a justificar estas acciones en el marco de la actuación judicial, aunque no existan garantías de ningún tipo dado que no hay norma de base, muchas de las condenas ya son preestablecidas, se presentan pruebas falsas, incluso por la policía, se presiona a los abogados para que no defiendan, se trata de convencer a los acusados de que los rechacen o se les detiene para que no se haga realidad el derecho a su defensa. En cualquier caso, no se da ninguno de los requisitos que considera el artículo 300 de la ley penal china para considerar a estas prácticas como delictivas.

Los órganos encargados de esta vigilancia son el Comité de Asuntos políticos y jurídicos y la oficina 601, la cual ejecuta todas las órdenes y activa a todas las fuerzas de seguridad del estado chino, así como la justicia. Según la página Falung Dafu en el año 2021 hubo 132 fallecidos, 5886 arrestados, 1104 condenados y 10527 personas acosadas por las autoridades antes de ese año. Además, según la página Tierrapura, Chen Yixin, miembro del Comité Central de Asuntos Políticos y Judiciales, así como Ministro de Seguridad del estado ha orquestado un plan para impedir que este movimiento se multiplique en los EEUU una vez que Donald Trump llegue a la presidencia mediante espionaje a sus asesores, pago de espías, la ruptura de las relaciones dentro del grupo, recibo de fondos de compañías chinas a cambio de abandonar estas prácticas y todo tipo de campañas difamatorias.

Se observa como a los comunistas la idea de perder no les parece atractiva, montando su clásico revuelo y berrinche cuando se impone la libertad, cual perro del hortelano. Lo preocupante es que éste es el modelo que persiguen los Rothschild para la humanidad para su nuevo orden mundial, el cual ya es un hecho en China. Todo ello, mientras las relaciones comerciales con este país, los acuerdos y otras tretas sirven para que se vayan imponiendo estas reglas en otros países. ¿No fueron las mismas que pusieron en práctica en 2020 con los encierros, con las inyecciones venenosas, con los engaños gubernamentales, con el uso de mecanismos corruptos como medios de gobierno, con las leyes de tintes fascistas, con la introducción de ideologías diabólicas como el LGTBI, el aborto u otras como la del cambio climático? Revisen señores, revisen porque las coincidencias no son casuales.

Ya tenemos el espejo, ya tenemos un ejemplo de persecución. ¿Quién será el próximo en sufrir la crueldad del estado fascista en su vida?

https://es.minghui.org/html/articles/2022/2/9/122635.html