Pensábamos que vivíamos en una supuesta democracia, que votar servía para algo, pero a realidad es que vivimos en una dictadura encubierta en la que nos hacen creer que nuestros votos sirven para algo, pero lo importante es quien cuenta los votos.
Pensábamos que la Sanidad, que los profesionales sanitarios estaban ahí para cuidarnos, pero la realidad es que la Sanidad nos envenena y a muchos de los profesionales sanitarios lo único que les importa es que les paguen y servir a quien paga, haciendo lo que haga falta.
Pensábamos que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado estaban para velar por nuestra seguridad, pero la realidad es que muchos de ellos solo velan por recibir su sueldo y por la seguridad de quien manda en cada momento, llegando incluso a cumplir las más aberrantes órdenes ilegales.
Pensábamos que lo que nos saquean con los impuestos era en beneficio de todos, pero solo benefician a los saqueadores, a los que vienen de fuera y a las corporaciones que están haciendo de España una sucursal de sus negocios.
Pensábamos que el estado nos protegería y nos salvaría en caso de desgracia o desastre natural, pero la realidad es que es precisamente el estado quien nos provoca las desgracias y desastres que nada tienen que ver con la naturaleza.
Pensábamos que pertenecíamos al primer mundo, pero la realidad es que pertenecemos al peor de los países del tercer mundo porque ni siquiera somos conscientes de que estamos en él.
Pensábamos que la Constitución serviría para algo, pero para lo único que sirve es para que se utilicen contra nosotros los artículos que nos perjudican y se salten a la torera los que pueden protegernos y beneficiarnos.
Pensábamos que vivíamos en una sociedad valiente, con principios íntegros y protectora de lo suyo y de los suyos, pero la realidad es que vivimos en la sociedad del «Sálvame», de la apología de la ignorancia y la cobardía, que ni siquiera tiene el valor de protegerse a uno mismo, a los suyos y a lo suyo.
Pensábamos que los políticos eran malos, unos corruptos, pero son algo peor que eso, son unos criminales y unos corruptos.
España, el país en el que todo el mundo se queja de que gana poco, pero por cuatro duros muchos son capaces de cometer las mayores aberraciones que un ser humano pueda imaginar. Brazos armados necesarios y cómplices del crimen a cambio de cuatro duros.
Tal cual…