Enésimo capítulo que demuestra la enorme cantidad de aberraciones que se están cometiendo en este mundo. Dos hombres contratan los servicios de una mujer para que de a luz un bebé que se quedarán ellos. Durante el embarazo, Brittney Pearson -que es como se llama la mujer contratada-, recibe un diagnóstico en el que se indica que tiene cáncer de mama.
Necesita ponerse en tratamiento y decide dar a la luz a las 25 semanas para que, de esta forma, el tratamiento del cáncer no afecte al bebé y este tenga la oportunidad de sobrevivir.
Sin embargo, la pareja que encargó al bebé a Brittney se negó a pagarle por un bebé nacido antes de las 38 semanas, argumentando posibles problemas de salud debido a la prematuridad. De forma cruel, insistieron en que el bebé fuera «terminado» de inmediato.
La situación dejó a Brittney destrozada, según declaró su tío. Ella ofreció adoptar al bebé, pero la pareja rechazó su petición y solicitó un certificado de defunción. El tío de Brittney incluso expresó: «Yo me hubiera quedado con el bebé si me lo hubieran permitido».
La pareja alegó que no podían obligar a Brittney a abortar, pero una vez que el bebé naciera, pasaría a ser propiedad de ellos y no desearon proporcionarle ninguna atención médica para salvar su vida. Según el tío de Brittney, «Básicamente, mi sobrina dice que tiene que dar a luz al bebé y verlo morir».
La situación se complica porque Brittney reside en California y las leyes de gestación subrogada en ese estado no le otorgan derechos ni a ella ni al bebé. Brittney tuvo que dar a luz prematuramente para salvar su propia vida. Después del parto, la pareja «ordenó que se le negara la atención médica que podía salvar al bebé, y el niño murió poco después de nacer».
Lila Rose, Presidente de Live Action, compartió el trágico suceso en Twitter: «Dos hombres contrataron a Brittney Pearson para crear su ‘familia soñada’, pero al final, un bebé de 25 semanas fue asesinado».
Bonito mundo se nos está quedando, ¿verdad?