¿Notas que tu perro se rasca más de lo normal? ¿Has escuchado sobre los graves problemas de pulgas en los parques de Santander y también en otros entornos y estás preocupado por tu mascota y por ti mismo/a? Hablaremos de todo esto con una clínica veterinaria y también una tienda de mascotas de Santander especialista en este tipo de plagas.
Muchos propietarios de perros y de otras mascotas con pelo se quejan de la plaga de pulgas que hay en los parques de Santander. Es que se las ve, incluso, como se suben a los animales, en lugares tan céntricos como la propia plaza de Pombo, pero en palabras del veterinario Enrique esto es normal.
La plaga de pulgas que hay en los parques de Santander
Toda la costa cantábrica tiene un ambiente ideal tanto de clima como de humedad para que las pulgas proliferen por todas partes, pero no deberíamos preocuparnos tanto porque una asistencia regular al veterinario lo soluciona todo. Y la ventaja añadida es que el propio perro es el que se encarga de acabar con las pulgas una vez que está en tratamiento. ¿Qué quiero decir con esto? Que una vez que el tratamiento empieza a las pulgas van a morir por sí mismas y en un plazo muy breve de tiempo, porque se ven atraídas por el perro o el gato como víctimas preferenciales y pasan de los humanos mientras tengan a mano ese tipo de mamíferos más apetecibles para ellas. Por lo tanto, será el propio perro el que irá recogiendo todas las larvas que van quedando en el entorno de nuestra casa, ya que lo van a buscar y el perro va a pasearse por allí y las va a ir recogiendo todas, pero esto significará la muerte inmediata para estos parásitos.
El gran problema puede ser que, de repente, el perro salga del hogar por cualquier motivo y nos quedemos con la plaga los humanos para nosotros solos. Ahí es donde realmente podemos sufrir las picaduras de las pulgas, que al no tener una mascota peluda a la que atacar buscarán su fuente de alimento en los seres humanos del hogar donde se encuentran. En este sentido, es importante tener en cuenta que por cada pulga que vemos o podemos ver en el perro, aunque es difícil verlas todas debido al pelo y a su diminuto tamaño, habrá otras veinte esparcidas por todo el hogar como mínimo. Y esto es así porque por cada cinco pulgas adultas hay un 95% más en distintas fases de crecimiento desde los huevos hasta las larvas y otros estadios semi adultos.
Pero mientras el perro esté atendido por un veterinario y esté tomando el tratamiento antipulgas no habrá ningún problema. Las pulgas se verán atraídas por el perro y se intoxicarán ellas mismas, cayendo muertas a las pocas horas de haber empezado la mascota a recibir la medicación. Sin embargo, ese 95% restante de pulgas que podemos tener en nuestro hogar en forma de huevos y larvas y demás tardará más tiempo en caer, porque necesitan crecer antes de poder infestar al perro y se encontrarán anidadas en alfombras y otros tejidos y otras superficies.
Venta de productos contra las pulgas en Santander
Roberto es un especialista en venta de productos contra las pulgas en Santander, situada junto a la Plaza de las Estaciones, y nos comenta su visión de este problema.
No solucionamos nada con restringir las salidas de nuestro perro a distintos parques de Santander donde puede haber pulgas o garrapatas u otros parásitos. Si el perro le gusta ir por allí no podemos privarle de su bienestar y de conocer otros perritos o gatitos o del simple contacto con la hierba y la naturaleza. Un seguimiento correcto de la salud de nuestra mascota es más que suficiente para descartar que las plagas puedan cebarse en estos animales y no hace falta hacer cosas extraordinarias. Los tratamientos contra las pulgas en Santander que ofrecemos son efectivos. Lo que no recomendamos para nada es lo que se puede vender o comprar en cualquier gran superficie, muchas veces a un costo menor, pero con resultados que dejan mucho que desear. Es un tema demasiado importante como para que lo dejemos a la improvisación o a una mala interpretación de lo que es ahorrar. Tengamos en cuenta que no sólo es tan juego la salud de nuestra mascota, sino también la de los propios humanos que vivimos con ella.