viernes, noviembre 22, 2024
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Solo en el día de ayer y los españoles siguen pasando…

En un solo día, en el de ayer 30 de julio de 2024, asistimos a una de esas jornadas esperpénticas a las que ya, por desgracia, estamos incluso acostumbrados.

En un solo día, un juez acude a la Moncloa a tomar declaración como testigo a un Pedro Sánc-HEZ que no se toma ni la molestia de declarar. ¿Para qué? Aquí el que manda es él. Acto seguido, ese hombre «tremendamente enamorado de su esposa», que no tiene duda alguna de su inocencia, porque ella no ha hecho nada, decide, a pesar de haber sido citado como «esposo de» y no como Presidente del Gobierno, querellarse contra el juez que iba a tomarle declaración por prevaricación. Y para ello, tira del dinero que nos saquea y decide utilizar a la Abogacía del Estado, en una nueva muestra de que al tipo le da igual todo y pasa de lo que pensemos de él.

Pero la cosa no queda ahí. Acto seguido presenta, o más bien oculta, un acuerdo alcanzado con ERC para contar con su apoyo en la investidura del filósofo en Cataluña que acabará por destrozar España como nación, si es que no está ya destrozada. En ese acuerdo, Sánchez, sin disimulo alguno, acaba con cualquier atisbo de que España se recupere algún día de su paso por Moncloa.

Y todo eso, en tan solo un día.

¿Y qué reacción ha habido por parte de los españoles ante ese nuevo destrozo de esta nación? Ninguna, como no podía ser de otra forma. Los españoles siguen tocando el trombón, como si fueran la orquesta del Titanic en su hundimiento.

La pregunta ahora es: ¿merece la pena seguir alertando a esta sociedad aborregada o cobarde, o es mejor decir aquello de «sálvese quien pueda»?

Llega agosto. La plebe lo único que tiene en la cabeza es su semana de vacaciones en la playa, sus paellas en el restaurante, sus cañas a última hora de la tarde y sus caminatas en bermudas por el paseo marítimo hasta irse a dormir, para repetir lo mismo al día siguiente y publicar sus fotos de una felicidad fingida en Instagram y Facebook.

Mientras tanto, en un solo día han sucedido todas esas cosas. Y no es un día excepcional. Es un suma y sigue de muchos días en los que está pasando lo mismo, pero con otras decisiones que tienen un sentido idéntico.

¿Merece la pena toda esta gente?

EsDiestro
Es Diestro. Opinión en Libertad
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