La vacuidad es todo el espacio o entramado donde se manifiesta la energía, sea en el estado o EM que sea. En el Universo encontramos unas normas superlativas (NS) y leyes energéticas para que la energía se proyecte. Las energías en general tienden al desorden (caos) y por eso la primera norma de las leyes energéticas es el equilibrio, pues el Universo está continuamente equilibrando esa entropía interna y externa que produce la interacción energética.
En el universo conocido y desconocido existen estas normas o reglas básicas para que las cosas funcionen como funcionan. Estas Normas son creadas en el momento del diseño de la plantilla del universo. De éstas, cada espacio matricial y realidad toman lo necesario y dejan de lado lo que no necesitan (deseo/necesidad), equilibrando la ecuación con el mínimo costo energético, según la norma superlativa del ahorro: Toda energía tiende a la economía.
Como Seres conscientes que pretendemos ser, entender la vacuidad es importante, pues cualquier movimiento energético que hagamos, creará una vacuidad que deberá ser llenada nuevamente y siendo conscientes de cómo utilizamos la energía nos hace creadores de nuestra realidad. Aquí vemos cómo se mueve y entran en juego las leyes de simpatía y empatía, también conocidas como de afinidad, y es esto que hablamos, cómo los átomos se equilibran y bailan, sus valencias y cargas se unen o no para así crear las cosas como son.
La vacuidad
“En su helioce se excretan los aros luminosos absorbentes por su oculta luz oscura, que llamarán briosos a los perdidos y a los destinos, divergentes y consonantes de todos los estadios en difusión fluctuantes, y en su camino hacia el helioce, toda honda es gestada, aceptada, integrada y dirigida hacia su destino, sea este atravesar la energía oscura a otro universo o volver al propio de nuevo.
El germen en la vacuidad se gesta y su efervescencia responderá en correspondencia a lo que se aportó para su creación. Lo que va moldea lo que viene. Todo lo que llega se suma y se ordena en correspondencia a su programación. Nada se pierde en la nada. Todo es usado, aquí en su destino o más allá a través de la oscuridad de su luminiscencia, en otros universos, otras realidades. Mientras eternamente limpia, la vacuidad permanece, en asiento y sostén de vuestra creación.”