Tras la aparición estelar de Pedro Sánchez en el día de ayer nos quedaron claras dos cosas fundamentales. Por un lado, Sánchez tiene intención de controlar el Poder Judicial poniéndolo de una forma más descarada a su servicio personal. Y además lo ha dicho sin disimulo alguno. Básicamente, la verdad es él y lo que él diga, todo lo demás es mentira y tiene que ser perseguido.
En lo que respecta a la prensa y a la libertad de expresión, la conclusión es básicamente la misma: persecución a los medios que se salgan de la verdad oficial con la pueril excusa de la «limpieza democrática». De hecho, Sánchez llegó a decir que en España todo era negro y oscuro hasta que llegó él, el faro que nos alumbra y nos guía.
Tras esas declaraciones, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) publicaron un comunicado en el que expresaban su «reproche por la ausencia de preguntas tras una decisión tan relevante como abrir un periodo de cinco días de reflexión sobre la continuidad del presidente en su cargo».
También expresaban su «preocupación por el hecho de que una situación tan excepcional se resuelva trasmitiendo una duda sobre la libertad de expresión. También creemos que el derecho a la información no implica derecho a la difamación, pero para combatir los bulos y las informaciones falsas existen mecanismos en nuestro sistema judicial e incluso en el ámbito profesional».
Mostraban también su preocupación porque se difundiera «la idea de que los medios, e incluso el sistema judicial, no están comprometidos con la democracia sólo consigue debilitarla». Y afirmaban «si el presidente y el Gobierno consideran que hay que abrir un debate sobre los límites de la información -que ya están marcados en nuestras leyes-, nos comprometemos a participar, desde la reflexión, el debate, la serenidad y, por supuesto, la autocrítica».
A nosotros nos resulta tremendamente llamativo este comunicado. Desde la llegada de Sánchez al poder, si ha habido algo en común entre todos los grandes medios de manipulación es su enorme servilismo con los dictados del gobierno. La farsemia y sus remedios han sido dos ejemplos claros y escandalosos.
Sorprende que ahora se muestren preocupados por la deriva totalitaria del gobierno y con el peligro en el que ven la libertad de expresión, cuando muchos de ellos han participado de la persecución y el señalamiento de todos aquellos medios que se salieran del discurso oficial, simplemente por ponerlo en duda y denunciar todas las contradicciones.
Esa preocupación que dicen tener ahora, la verdad, nos resulta poco creíble, a no ser que lo que busquen sea la habitual subvención gubernamental a la que todos los medios deberían renunciar por pura decencia.
Si el embustero quiere combatir la desinformación tiene que empezar por el y por sus medios de comunicación terroristas, primero por esos lameculos que han amenazado a los medios independientes y que no voy a nombrar porque me dan asco y todo el mundo los conoce. Espero que esos delincuentes que amenazan a la prensa independiente algún día paguen con creces como se merecen, yo creo que los mismos que ahora los protegen pronto los van a cambiar por la inteligencia artificial y van a llorar lagrimas de sangre.
Mucha gente se ha dado cuenta de que esa comparecencia del actor de Soros estaba pregrabada. Todo lleva meses guionizado y maquinado, seguramente desde el primer momento en el que se puso el ojo en los negocios fétidos del tal Begoña, los koldos y las armengoles. Todo, la cartita, la caravana de garrulos, las querellas, la comparecencia golpista…
Y las furcias de los medios y las asociaciones simplemente están disimulando. Otro capítulo del ‘doblepiensa’ de 1984. El que no lo haya leído, que lo lea, el que lo haya leído, que lo relea.
De los mamones ingnorantes y de la disidencia controlada de los medios no podría esperarse menos que esta reacción. En Expaña la profesión de periodista es la que va a experimentar más ingentes tasas de despido y desempleo ¿No es eso lo ocurrido en Venezuela, Colombia o Brasil, donde ocurrió lo mismo siguiendo el mandato de los mismos satanistas dueños del FMI?
La ola final de ascensión va a estar llena de narcisistas que se han estado retratando a sí mismos como de servicio a los demás,entre estos los periodistas sobreados. En realidad, es posible que todavía sean de la tónica de Servicio-a-Sí-Mismo. Creen erróneamente que han engañado al mundo diciéndoles que son mejores personas de lo que realmente son. Usan todo tipo de máscaras, y estas máscaras solo han servido para engañarse a sí mismos. Piensa en un niño que está tratando de hacerse pasar por un ser sabio. Un adulto inteligente que solo finge ser un humano de corazón.