Por Alfonso de la Vega
Hay gente que aún se asombra por que el PP no aprenda de sus errores pasados y siga insultando y calumniando a VOX, cuando después de las votaciones le exige nada menos que le ascienda en la cucaña de cargos sin cargas, todo ello por su cara bonita progre WOKE. Y otra porque ambos no vayan juntos en comandita.
En realidad, VOX está prácticamente inédito como gobierno de modo que sobre él cabe el beneficio de la duda o la presunción de inocencia aunque tenemos el desgraciado precedente histórico de los Podemitas traidores y usurpadores del ya lejano movimiento de mayo, que fuera uno de los más importantes de la disidencia.
La prensa colaboracionista se ufana porque según las recientes encuestas la suma en intención de voto del PP y VOX superaría la mayoría absoluta. Si bien los sumandos presentan evoluciones distintas: el PP parece estancado o en retroceso mientras VOX sube.
No obstante, si hemos de hacer caso a sus respectivos discursos o declaraciones, PP y VOX son como el agua y el aceite, cosas no solo no homogéneas sino incluso opuestas. Una, cómplice globalitaria de sus socios socialistas europeos que ambos sostienen a la satánica devastadora von Leyen, uno de los políticos más corruptos y nefastos de la historia reciente. La otra, buscando su estrella de referencia, acaso hasta ahora de seis puntas, como otras formaciones europeas tildadas de patriotas. Una, apoyando gustosa al régimen arrebatacapas y vende patrias y al desempeño de Su Majestad. La otra mostrando algún ademán de disgusto por lo desastroso de su arquitectura junto al calamitoso y sectario desempeño filipino. Una, como cualquier progre desarrapado WOKE, denostando al presidente Trump; la otra, apoyándolo en su difícil pugna contra el izquierdismo liberticida y devastador.
Aunque ahora reniegue de ello, el PP es una estructura de poder de origen franquista que hoy, degradado, pastorea presupuestos y carece de ideología sino es la pancista del vengan días y vengan ollas. Formado entonces por personalidades notables y competentes, se ha convertido en el sparring o cirineo complaciente del corrupto partido favorito de los Borbones. Está para heredar y mantener el tinglado cuando la cruz de las traiciones y fechorías pesa demasiado, en un «tente mientas cobro» y traspaso de nuevo el botín a los socialistas para la siguiente ronda de corruptelas, desfalcos y desafueros constitucionales.
Hoy su objetivo estratégico prioritario como organización, aunque no lo confiese, es liquidar a VOX, bien por absorción mediante OPA hostil como la fracasada del BBVA sobre el Sabadell, o mejor aún mediante su destrucción ilegalizándolo si se pudiese perpetrar ese escándalo sin demasiado coste.
Sin embargo, dudo mucho que los votantes de VOX, ya escarmentados, si al final fuese ilegalizado se fueran al PP y no a la abstención o al voto nulo. No obstante, VOX más pronto que tarde deberá aclararse y aclararnos a los ciudadanos españoles si quiere o no seguir manteniendo el Régimen del setenta y ocho. Es decir, hasta donde llega su pretendida disidencia: si afecta solo al gobierno, también a la arquitectura constitucional y a la posición geoestratégica de España en el contexto internacional.
En todo caso, el PP es otra pata del tinglado para la construcción del NOM previa ruina de la nación y sus instituciones representativas. Lo que implica que el PP nunca querrá ir a un gobierno de coalición con VOX salvo a rastras o para intentar desacreditarlos antes de darles la puntilla, porque sus amos en la trastienda nunca admitirán un gobierno de reconstrucción nacional con algo parecido a «patriotas» en España, aunque si apoyen como se está demostrando el devastador de socialistas, comunistas, neofeministas, filoterroristas, golpistas al mejor servicio de monopolios privatizados y banqueros. Y todo ello con la complacencia del garante. De modo que el PP probablemente en línea similar a la europea preferirá una coalición nacional con el PSOE como la que ya disfruta en la UE.
Pero no hay que vender la piel del oso antes de haberlo cazado. El presidente del gobierno de Su Majestad parece estar dispuesto a resistir atrincherado en la Moncloa a cualquier precio mientras pueda y le dejen. Ahora se dispone a desactivar la UCO. Incluso algunos escarmentados por avisados barruntan que sólo le van a sacar de allí con los píes por delante, que igual que no tiene presupuestos generales del Estado para gobernar violando la constitución y no pasa nada también cabría la posibilidad de que no se dignase a convocar elecciones, manteniendo una legislatura eterna como la de Zelenski, incluso con apoyo internacional.
Ahora bien, VOX tiene una papeleta muy difícil y su única buena baza sería conseguir superar a la banda del socialismo azul. Si pese a todo al final las circunstancias le obligasen a entrar en coalición minoritaria con el PP será difícil no quedar desacreditado por una gobernación que no controlaría y neutralizado para el futuro como otro que no cumple lo que promete. Pero si descartase tal coalición, el PP estaría encantado por disimular mejor así su querencia socialista y soltaría la especie engañosa, amplificada por los medios colaboracionistas, que se no le queda más remedio que conchabarse con la PSOE.
Parece probable que un prólogo o ensayo de esta tragicomedia podamos admirarlo dentro de unos días en Extremadura, si como se prevé, la señorita progre Guardiola no alcanzase la mayoría absoluta.
La sombra de Ciudadanos es alargada como la de los cipreses en los cementerios.