Por David Azañón (Subinspector 87713)
El dos de octubre se celebra la festividad de los Santos Ángeles Custodios, patronos de la Policía Nacional, conocidos como ángeles de la guarda, quienes según la tradición cristiana protegen y guían a cada persona a lo largo de su vida.
Sin embargo, cada día uno de octubre es cuando se otorgan las prostituidas cruces al mérito policial. Y digo prostituidas porque, salvo loables excepciones, no se otorgan a quien más las merece sino al más adulador sea con el gobierno o sus jefes, sea a través de la estadística o los informes, ambos de fantasía.
En cuanto al dilema de los “200” años, en puridad, el 13 de enero de 1824 se creó la Policía General del Reino a iniciativa de Fernando VII, conocido como el rey felón. Nada cambiado en 200 años salvo para empeorar, ahora tenemos muchos más felones, sea Falconeti, Letizio VI, Frijol, Tucán, Sanvago, etc.
Y peor aun es que los jóvenes son cada día más tontos aunque crean ser más listos que generaciones anteriores. De hecho, se trata de la primera generación en la historia de la humanidad que será menos inteligente que la generación inmediatamente anterior. Todo gracias a esos dispositivos de alienación llamados teléfonos móviles, a ese proyecto militar de control llamado internet y a no leer ni un maldito libro.
La prueba del nueve de la veracidad de mi aserto es sencilla. Cuando yo era un crío, en las instrucciones de un coche se explicaba cómo regular las válvulas del motor, hoy se advierte que no se debe injerir el líquido de la batería. Lo que viene siendo una sociedad de subnormales pero sin padecer oligofrenia.
La discusión sobre los “200” años me parece estúpida y pueril, sobre todo con la que está cayendo en España, en materia de inseguridad ciudadana, corrupción, crimen organizado, invasión y desprotección a los profesionales – cada vez son menos en la Policía Nacional y en la Guardia Civil –.
El caso es que los primeros afirman que la Policía General del Reino es el antecedente de la Policía Nacional mientras que los segundos aseguran que es el antecedente de un cuerpo extinto por lo que la Policía Nacional debería cumplir tan sólo 39 años.
Recordemos que el Cuerpo Nacional de Policía se crea tras la unificación de los Cuerpos Superior de Policía – los chapas – y de Policía Nacional – los maderos –, con ocasión de la promulgación de la Ley Orgánica 2/86 de 13 de marzo, ley que se vulnera a diario como tantas otras.
A mi sinceramente me parece un continuose del empezose del divide y vencerás, instigado por sus respectivos altos mandos, eufemismo de políticos uniformados de azul o de verde. Estos políticos uniformados dirigen ambos institutos armados, civil y militar respectivamente, para los fines particulares del gobierno de turno y no para proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana.
Recordemos algunas de las comparecencias durante el anticonstitucional estado de alarma de los más altos mandos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil:
- DAO Policía Nacional: “en las últimas 24 horas el número de personas detenidas ha sido de 55 que sumados a los 425 hacen un total de 484”. Todos nos podemos confundir pero, mentalmente, hasta las víctimas de la LOGSE saben que si se suman dos sumandos acabados en cero o en cinco, necesariamente la suma debe resultar un número acabado en cero o cinco.
- Jefe del estado mayor de la Guardia Civil: “estamos trabajando para minimizar el clima contrario a la gestión del gobierno”. Lo dicho, el mandato constitucional del art. 104 es papel mojado.
Lo que sí considero importante, es que ya nadie se acuerde, DEP, de los Guardias Civiles Miguel Ángel González y David Pérez Carracedo, asesinados tras ser arrollados en una zódiac de mierda mientras los altos cargos policiales llevan conductor las 24 horas del día y vehículo oficial de más de 60.000€, unido a su asignación de fondos reservados mensual para su uso y disfrute. Ningún mando, ni político será procesado por ordenarles hacerse a la mar en tales condiciones.
Mientras se habla de las pulseras de las presuntas maltratadas, nadie se acuerda de los Policías Nacionales, DEP, Jorge García Tudela y Isidro Gabino San Martín Hernández asesinados en Kabul a pesar de las denuncias por la falta de seguridad en la Embajada de Afganistán. Ningún mando, ni político será procesado por hacer caso omiso a la falta de seguridad aunque fueran indemnizadas económicamente sus familias.
De la misma manera, nadie se acuerda – los GEO sí, cada año por motivos obvios – del Policía Nacional Francisco Javier Torronteras Gadea, asesinado en el piso de Leganés, donde no debió entrar jamás. Asesinado por no se sabe quién, ese quién que también profanó sus restos, como no se sabe quién mató a los 192 muertos tras el ataque del 11M, sabemos que NO eran yihadistas. Ningún mando, ni político fue procesado por dar la orden de entrar a un piso donde había “terroristas” estando desalojado el edificio y acordonada la zona.
Léanse, si lo tienen a bien, Las claves ocultas del 11M de Lorenzo Ramírez.
Más valdría que en vez de discutir sobre los “200” años cada uno desarrollara las competencias que le son propias profesionalmente y no se duplicaran esfuerzos, más valdría que no se pusieran zancadillas entre unos y otros en detrimento de la seguridad de todos.
No sería la primera vez que los unos retiran una baliza de posicionamiento de los otros – colocada a un terrorista o a un narcotraficante – para poner la suya. El paradigma del cainismo español que dirían José Ortega y Gasset y Miguel Unamuno.
Más valdría que denunciaran las corruptelas internas de cada uno y de los políticos a los que escoltan. Más valdría entonar el mea culpa del “caballero, caballero, póngase la mascarilla”.
Yo propondría la eliminación de las policías autonómicas y locales pero también de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, crearía un único cuerpo policial, la Policía, sin más, de carácter civil y ámbito territorial toda España. Como contrapoder crearía una Dirección General de Asuntos Internos dependiente exclusivamente de jueces y magistrados pero yo no soy nadie, sólo un número, el 87.713 para ser exactos.
Con todo, no sé si considerar que realmente es el bicentenario de la Policía Nacional o que no lo es. Lo que sí es verdad que es que ni los unos, ni los otros, son profesión de riesgo, creyendo, como ilusos, que sus sindicatos y asociaciones van a hacer algo al respecto salvo lo que siempre hacen y todos sabemos.
Y una verdad más dolorosa todavía, que desde el año 1968 han sido asesinados 198 Policías Nacionales, “casi 200”, y otros tantos Guardias Civiles, suicidios aparte. Éste es el guarismo que me interesa, el otro es pan y circo.