Por Alfonso de la Vega
Dentro de unas semanas los bosques caducifolios empiezan a perder sus hojas dejando ver un paisaje con horizontes más despejados. Con el comienzo de la otoñada y el cambio del tiempo vuelven las habituales especulaciones acerca de si el valido de Su Majestad va a convocar o no elecciones. Dada la naturaleza del personaje, su partido y la demostrada calamidad de las instituciones borbónicas, la verdad no creo que tal cosa se produzca salvo si acontece algún cisne negro que le obligase a ello o bien tuviese conciencia de que ha perdido definitivamente la confianza de sus amos y con tal acción tratase de salvaguardar vida y hacienda.
Algunas de sus últimas decisiones más criticadas pueden interpretarse de formas diferentes o incluso opuestas según ese criterio. Bien como que actúa a la desesperada buscando formas escapatorias de alianza nuevas o bien que aún mantiene la confianza globalista e incluso le hubiera sido encargado el actuar como ariete para una nueva etapa diferente o más agresiva de la globalización en la que el desquiciado reino de España funcionase como renovado conejillo de indias contra el que perpetrar toda clase de experimentos. Los sufridos y humillados súbditos españoles de Su Majestad tragan con todo sin aún mostrar fatiga de materiales preocupante para el Régimen.
Por otra parte, y desde el punto de vista más doméstico o personal, se ve que tendría mucho que tapar, por lo que necesita mantener el Poder para intentaría protegerse la acción de la Justicia. Sea como sea, y visto lo visto, no parece probable que vaya a irse por propia voluntad, y más bien que estaría dispuesto a cualquier cosa sea o no constitucional con tal de lograrlo. Además disfruta de la leal colaboración regia que hasta ahora viene amparando o apuntalando sin rechistar todos los desmanes incluso los declarados anticonstitucionales. Por lo que, salvo que quiera unir su suerte de modo inequívoco a la de su valido, cabe entender que don Felipe consideraría que sus acciones están protegidas por sendos amos comunes.
Lo que está claro es que disfrutamos de una extraña Monarquía parlamentaria en la que se gobierna sin presupuestos o se rechazan proyectos de ley sin ocasionar dimisiones ni otra consecuencia alguna por tales cuestiones o propia la corrupción descarada y rampante. El penúltimo escándalo de las famosas pulseras de género no deja de ser perfecta alegoría del impostado feminismo woke. Una estafa, una falsedad para lucro de sinvergüenzas encaramados y protegidos en su impunidad por el poder. El Ejecutivo va por libre y sin control institucional alguno aprovechando la carencia de una efectiva acción constitucional de la Jefatura del Estado o la parsimonia de la Judicatura enredada en investigaciones interminables, “otros sí digo” o “estese a la parte.”
Pero volvamos a la improbable hipótesis de que al final hubiese elecciones anticipadas. Se basa en que, pese a sus palabras de resistir a toda costa, o a siquiera carecer de presupuestos, el gobierno cainita de Su Majestad estaría fomentando el enfrentamiento civil y la polarización de los españoles como por cierto está sucediendo ahora en EEUU, donde incluso se ha abierto la veda para la caza a tiros del considerado adversario político o ideológico por el terrorismo woke.
Incluso sin recurrir a atentados, para crispar como sostenía el tenebroso ZP, no hay ninguna garantía de transparencia y honradez en las selecciones. Aparte del poder de propaganda gobbelsiana conseguido gracias al dominio de los media quedan las denuncias precedentes acerca del coladero sin control del voto por correo y la falta de recuento o escrutinio general con garantías.
Los media de la presunta o falsa derecha están preocupados comprobando que el PP es una maula, una calamidad tanto por razones ideológicas o morales como personales. Feijoo es un magnífico candidato sí, pero para el socialismo rival o propiamente dicho y a lo más que aspira es a “un quítate tú que me pongo yo”, consustancial al bipartidismo borbónico. Con estos bueyes poco se puede arar aunque el tempero fuese excepcionalmente favorable. De vez en cuando los colaboracionistas más voluntariosos o sobrecogedores publican arengas o proclamas para intentar elevar la reducida moral de la tropa votante con sofismas o ardor guerrero electoral digno de mejor causa. Pero cuando se leen los comentarios de los lectores se comprueba que la cosa no termina de colar. Tampoco instituciones tradicionales partidarias del orden social como el Ejército o la Iglesia Católica con dirigentes hoy ya captados por el socialismo woke colaboran en un necesario cambio si se quiere mantener aún la civilización. No hay que engañarse PSOE y PP mantienen las mismas nefastas políticas ruinosas en la UE y votan casi siempre igual en el Parlamento europeo. Ambos apoyan a la tenebrosa y corrupta Von Leyen. Incluso el PP hace gala de obedecer la agenda 2030 más que nadie. Beatos creyentes en la religión calentológica, en lo de las violaciones de nuestras fronteras su colaboracionismo es total. Si acaso, a rebufo de EEUU se notaría alguna rectificación en los más folclórico e hiriente de la miseria woke.
De modo que aunque se lograse una victoria en las urnas y por ventura fuese reconocida lo más probable es que se mantuviesen las mismas políticas básicas, con algún cambio cosmético para disimular. Superada la fase aguda, de seguir con los precedentes de la anterior mayoría absoluta vendría un periodo de calma o especie de coma inducido para narcotizar al paciente, consolidar el mal ya realizado e impedir que la sociedad pueda reaccionar para revertir el daño causado.
Por si sirve de consuelo ante tanta tribulación la NASA anuncia la llegada a nuestro sistema solar de un objeto no identificado que el próximo 3 de octubre pasaría cerca del planeta Marte.