Los incendios forestales, ya sean fortuitos o intencionados, pueden generar pérdidas devastadoras tanto en propiedades como en medios de vida. Sin embargo, las opciones para reclamar indemnizaciones dependen en gran medida de la existencia de un seguro con cobertura específica y de la naturaleza del siniestro.
A continuación, exploramos los aspectos clave que los afectados deben considerar para proteger sus derechos y acceder a compensaciones, así como las limitaciones y posibilidades que ofrecen los seguros y las normativas aplicables.
¿Qué hacer si sufres daños por un incendio?
Cuando un incendio afecta una vivienda, un vehículo o una finca, el primer paso es verificar si se cuenta con una póliza de seguro que incluya cobertura contra incendios.
En caso afirmativo, los afectados disponen de un plazo de siete días (salvo que la póliza establezca un período más amplio) para notificar el siniestro a la aseguradora. Es crucial actuar con rapidez para documentar los daños, conservar los restos siempre que sea posible y tomar fotografías de los bienes afectados, ya que estas pruebas serán fundamentales para la valoración del perito.
Si no se puede conservar todo el material dañado, un reportaje fotográfico detallado será de gran ayuda para respaldar la reclamación. En caso de discrepancias sobre la cuantía de la indemnización, la preexistencia de los bienes o la propia cobertura, los afectados pueden iniciar un proceso de reclamación formal contra la aseguradora.
¿Quién asume los daños?
La responsabilidad de indemnizar depende de la causa del incendio:
- Incendios fortuitos o causados por la naturaleza: Si el fuego es provocado por un fenómeno natural, como un rayo, no hay una persona física o jurídica a la que reclamar. En estos casos, la única vía de compensación será el seguro contratado por el afectado. Si no se cuenta con un seguro, la única esperanza recae en posibles ayudas públicas aprobadas por el Gobierno, como las declaradas mediante Real Decreto para zonas gravemente afectadas por emergencias de protección civil.
- Incendios intencionados o por negligencia: Si se identifica al responsable del incendio, los afectados pueden reclamarle directamente, siempre que este sea solvente. Si el culpable cuenta con un seguro de responsabilidad civil, los perjudicados tienen derecho a una acción directa contra la aseguradora, dentro de los límites de la póliza. Sin embargo, si el responsable es insolvente o su seguro no cubre la totalidad de los daños, las víctimas podrían quedarse sin compensación, salvo que el Gobierno apruebe medidas excepcionales.
¿Qué cubre el seguro en caso de incendio?
El alcance de la cobertura depende del tipo de póliza contratada:
- Seguro de comunidad: En edificios, este seguro cubre los daños materiales al continente (estructura del edificio), al contenido comunitario (como áreas comunes, dentro de los límites establecidos) y los desperfectos causados a locales comerciales. También puede incluir gastos relacionados con la extinción del incendio o la inhabitabilidad temporal de las viviendas.
- Seguro de hogar: Cubre el mobiliario y los objetos personales de cada vivienda, según las condiciones de la póliza. Además, puede contemplar gastos adicionales, como alojamiento provisional, traslado de mobiliario o costes de reconstrucción en caso de destrucción total.
- Responsabilidad civil: Si el incendio causa daños a propiedades colindantes, la póliza de responsabilidad civil del asegurado o del responsable puede cubrir estas pérdidas.
- Seguros agrarios y forestales: Los seguros agrarios combinados, gestionados por Agroseguro, S.A., cubren daños a producciones agrícolas, ganaderas y forestales causados por agentes naturales como incendios, pedrisco o heladas. En el caso de incendios forestales, se incluyen los gastos de regeneración y repoblación de masas forestales, así como ciertas producciones específicas (como corcho, piña o madera de chopo). Sin embargo, los daños a personas involucradas en tareas de extinción no están cubiertos por estos seguros.
El papel de las hipotecas
Si la propiedad afectada está sujeta a una hipoteca, la Ley Hipotecaria exige contar con un seguro de incendio que cubra, al menos, el continente. En caso de destrucción del inmueble, el préstamo no se extingue, y la indemnización del seguro se destinará preferentemente a la reconstrucción, salvo oposición del banco. Si surge un conflicto entre el asegurado y la entidad bancaria, la aseguradora podría consignar la indemnización en el juzgado hasta que se resuelva la disputa.
Limitaciones del seguro de incendios
Es importante destacar que el seguro de incendios no cubre, salvo que se especifique expresamente, daños a valores mobiliarios públicos o privados (como billetes, efectos de comercio, metales preciosos o joyas). Asimismo, no se cubrirán los daños si el incendio fue provocado intencionadamente por el asegurado.
Por otro lado, el Consorcio de Compensación de Seguros no indemniza los daños por incendios, ya que estos no se consideran riesgos extraordinarios, a diferencia de terremotos, inundaciones o actos de terrorismo. Sin embargo, el Consorcio sí cubre indemnizaciones por lesiones o fallecimientos de personas que participen en labores de extinción, según lo dispuesto en la Ley de Montes.
¿Cómo reclamar?
Los afectados por un incendio pueden reclamar indemnizaciones por daños materiales o personales conforme al artículo 1902 y siguientes del Código Civil. Las compañías de seguros deben asumir los daños contemplados en las pólizas de hogar, vida o accidentes, incluyendo, en su caso, alojamiento provisional, costes de extinción o reconstrucción. Si se identifica un responsable con seguro de responsabilidad civil, los perjudicados pueden reclamar directamente a su aseguradora.
En ausencia de un seguro.
Las opciones se limitan a reclamar al causante del incendio (si es identificado y solvente) o esperar posibles ayudas gubernamentales. Por ello, contar con una póliza adecuada es fundamental para garantizar una protección efectiva frente a este tipo de siniestros.
Conclusión.
Los incendios forestales, cada vez más frecuentes, pueden dejar a su paso pérdidas irreparables. La clave para mitigar sus efectos reside en la prevención y en la contratación de seguros con coberturas específicas. Los afectados deben actuar con rapidez, documentar los daños y conocer sus derechos para maximizar las posibilidades de indemnización. En un contexto de incertidumbre, la preparación y el conocimiento de las opciones legales y aseguradoras son esenciales para proteger el patrimonio y garantizar una recuperación efectiva tras un desastre de esta magnitud.
Si necesita más información sobre cómo gestionar una reclamación o contratar un seguro adecuado, consulte con un experto o póngase en contacto con www.quercusjuridico.es donde se le atenderá gratuitamente o escribiendo a contacto@superbiajuridico.es . Puede realizar consultas telefónicas gratuitas llamando al teléfono 913164678 para aclarar dudas sobre coberturas.