sábado, agosto 9, 2025
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El ojo que todo lo ve

Por Juana Natividad Baqué de Cubas

Hoy día nos encontramos con una cuestión que nos afecta de modo y manera en todas las áreas de nuestra vida cotidiana, me refiero al uso que se le da a la tecnología y más concretamente la que se refiere a la recopilación de datos de los ciudadanos con el fin de evaluar potenciales amenazas de todo tipo. Creando patrones mediante inteligencia artificial que evalúan el grado de peligrosidad del sujeto. Sobre todo en lo concerniente a los ciudadanos que sean especialmente críticos con el sistema establecido. Creando TIPS cada vez más avanzados que son capaces de recopilar instrucciones a la orden de trillones de datos por segundo que son aprovechados en los superordenadores de que disponen, a la vez que usan ordenadores cuánticos para hacer variables y cálculos complejos sobre dichos datos recopilados utilizando la superposición y el entrelazamiento, lo que le da una mayor capacidad para resolver problemas, sean estos de la índole que sean. Esto vale tanto para cualquier rama de la ingeniería y más cuando dicha ingeniería es social. Por supuesto tiene muchas aplicaciones pero la que nos interesa es el uso que se le puede dar junto con la I.A. adaptándola para la vigilancia total de los seres humanos, y sus aplicaciones estratégicas conforme al destino que deseen provocar para la humanidad. “El ojo que todo lo ve”.

Lo preocupante es que cualquiera que en los años venideros no sepa manejar un ordenador no podrá vivir en sociedad. Es un proceso selectivo que mediante el uso de la I.A. les permitirá robotizar a las sociedades bajo el dominio absoluto de quienes controlan y tienen bajo su poder el uso que se le de a la tecnología y la I.A. a conveniencia. Por un lado los listos y por otro los idiotas, no hay alternativa al menos mientras la tecnología no esté al servicio del bienestar de la humanidad en todos sus frentes que son muchos, diría que infinitos. 

Lo que conocemos como internet supongo que pronto desaparecerá y será sustituido por otro procesador de la información mucho más avanzado que de usarse para provecho de la humanidad podría decirse que estaríamos a las puertas de acceder a un nuevo amanecer de la inteligencia, o dicho de otro modo a una superinteligencia impensable en estos momentos ya que nos están dejando sin futuro y ni siquiera lo podemos imaginar al no estar impreso en lo futurible, no al menos para la gran mayoría de la raza humana.

Me gustaría pensar que dicho amanecer lo pudiéramos imaginar en un renovado proceder de los seres humanos que nos permitiera avanzar transformando el egoísmo en altruismo, una vez eliminado el lucro, y la pobreza. Los daños y agravios sobre los seres humanos dejarán de cotizar a la alza, no habiendo lucro, sería fácil de conseguir la percepción de que cuanto mejor fuese la vida de mi vecino mejor será la mía. No habría crímen ni violencia alguna, ¿Para qué?. No habría nada que robar cuando todo es gratis, no haría falta acaparar ya que los avanzados modelos de producción de alimentos y nuestra forma de consumirlos sería completamente diferentes, primando la sanidad y el equilibrio natural de nuestro entorno, no cabrían las injusticias ya que no habrían carencias de ningún tipo. 

Posiblemente se acabaría con la ignorancia y todo el conocimiento estaría a disposición de cualquiera en cualquier momento y lugar, en resumen. Un potencial ilimitado de posibilidades que están ya en nuestras manos conseguir. Procesando dicha inteligencia junto con la tecnología estaríamos listos para dar el paso natural subsiguiente que debe dar la humanidad, enfocando sus avances y proyectos hacia su gran aventura estelar es decir, la gran aventura de los viajes interestatales, descubrir nuevos planetas que fueran habitables, colonizarlos, haciendo nuevos asentamientos humanos permitiendo a la vez aliviar la superpoblación de nuestro planeta Tierra. En dicho progreso la tecnología no puede estar en manos de unos dementes fanáticos que frenen el avance de la humanidad y tengan a su disposición el hacer o deshacer a voluntad. 

El uso respetuoso y comedido de la tecnología y la I.A. al servicio de la humanidad podría ser el paso natural que nos puede ayudar a conseguir metas que ya deberían ser una realidad. el que esté en manos de ciertos personajes en la sombra lo impide. De estar la tecnología en manos de dichos personajes impiden que estos avances puedan darse de forma constructiva y altamente beneficiosas para la humanidad. Estos siniestros personajes tienen la potestad de apagar con un solo click todo cuanto la tecnología nos podría ofrecer. Esto es demasiado poder para unos cuantos personajes que tienen dicho botón bajo sus dedos. O al menos viendo lo que vemos es lo que parece. Aunque sigo fiel a mi lema, nada es lo que parece. 

Mientras la investigación y desarrollo dependa de aquellos que tienen el dinero para invertir en sus compañías no habrá manera de que acaben siendo de utilidad y para el bienestar de los ciudadanos, sino todo lo contrario. Y qué decir, de las administraciones públicas actuales, jamás invertirán en nada que tenga valor añadido, por la misma dinámica que les mantiene sujetos y al servicio de las grandes corporaciones e intereses espurios de los que les dirigen desde las sombras.

Mal presagio para la humanidad, en vez de altruismo, egoísmo. En vez de bondad, maldad. En vez de sanidad, enfermedad etc. El mundo al revés, los que deberían servir son servidos. Y así en todo y cada uno de los procesos de ingeniería social que se nos está aplicando, usando los bits del sistema informático convencional, y los cubits de la computación cuántica junto con la I.A en nuestra contra. En definitiva es el uso que se le da a las cosas lo que decide el futuro de nuestra especie.

Lo que nos lleva a tener que hablar sobre la transhumanidad. El transhumanismo radical junto con la bioingeniería genética adaptada a la tecnología actual, dirigida de modo y manera que su menester es contrario a su enorme potencial de progreso para el ser humano. El uso que se le da es en cuanto a retrotraer y limitar aún más dicha latencia posible. Dicho de otro modo, su empleo está restringido para los ciudadanos diría que opuesto a su menester, viendo el panorama, y en cómo se emplea en contra de la raza humana. 

Lo definiría como proceso virulento incubado a priori con el que a posteriori infectar de manera controlada todas y cada una de las facetas que inciden en el progreso social y anímico de aquello que está bajo la tiranía de los amos del planeta. (Esto último es harina de otro costal, que apenas puedo dar unas pinceladas en este artículo por motivos obvios relativos a que “lo breve, si breve, dos veces bueno”).

Como bien saben la transhumanidad debería estar al servicio de la humanidad en pro de trascender las limitaciones naturales, cuya finalidad fuese la de adquirir mejoras humanas, tanto físicas como cognitivas, con la colaboración de la tecnología con la que superar limitaciones biológicas, y de gestión de recursos, sean estos del tipo que fueren. Sus aplicaciones son ilimitadas, enfermedad, cognición, inteligencia, medios de producción etc.

Ocurre que cuándo el transhumanismo se aplica para otros fines contrarios a su menester, da lugar a un posthumanismo híbrido y desnaturalizado.

Un ser humano, no es una máquina expendedora que usa cierta inteligencia artificial. Me refiero a seres humanos autónomos, reflexivos. Seres humanos que sienten su inteligencia corporal fluir con naturalidad, espontáneamente. Es decir, seres humanos divergentes. Mis dudas vienen a propósito de las personas que inconscientemente se someten al posthumanismo radical. Es decir, seres convergentes, según los patrones conductuales que estarán regulados por el sistema. Que se ha dado en llamar, “nueva normalidad”.

De aplicarse un tipo de inteligencia artificial ejercida autoritariamente en sociedades expuestas a ello, supondría unas nuevas formas de convivencia. En principio fundamentadas en las represalias hacia otros ciudadanos, que sencillamente piensen distinto y no por ello se saltaran las reglas del juego, inclusive defendiendo las normas que su constitución dictara en sus estatutos. Siendo por ello, maltratados, perseguidos y vilipendiados. No estaríamos hablando de una sociedad, sino de autoritarismo. Una sociedad se compone de socios que bajo unas normas aceptan convivir de igual a igual según su cultura, cooperando juntos para alcanzar mayores cotas de bienestar basados en la justicia y la libertad bien entendida.

Entonces, ¿Sería lógico deducir, qué la automatización de las sociedades tendrían la función de automatizar a los ciudadanos, una vez introducida la ingeniería social afín a dicho propósito?. Llegado el momento se irían aplicando de manera constante medidas correctoras a fin de que los ciudadanos mansamente acepten ser dirigidos por sujetos, que tuvieran la intención de dirigir sus empeños a través de la inteligencia artificial y dicho posthumanismo radical, a la misma vez que impulsarían leyes y prebendas de todo orden bien financiadas para implementar dicho transhumanismo inadecuado, a través del funcionariado de alto copete que controlan todas, y cada una de las instituciones del Estado.

 

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