En un mundo donde la medicina moderna dice basarse en la evidencia científica, surge una pregunta intrigante: ¿puede una simple creencia curar el cuerpo? Un video viral en redes sociales explora este concepto a través de una anécdota cotidiana y un experimento médico revolucionario. Imagina a una joven sufriendo un fuerte dolor de cabeza, y su pareja ofreciéndole un té «mágico» de hierbas chamánicas que, supuestamente, alinea la energía espiritual y aumenta la oxigenación cerebral en un 432%. Por supuesto, es una invención, pero el punto es claro: una buena mentira, bien contada, podría aliviar el malestar gracias al efecto placebo.
El video se centra en el trabajo del doctor Bruce Moseley, un cirujano ortopédico que en los años 90 decidió poner a prueba la eficacia de la cirugía artroscópica para tratar la osteoartritis de rodilla. Moseley reclutó a 180 veteranos del ejército que padecían dolor crónico en las rodillas, dividiéndolos en tres grupos.
Grupo 1: Recibieron la cirugía real, que involucraba raspar y limpiar la articulación dañada.
Grupo 2: Solo un lavado artroscópico simple.
Grupo 3: Una cirugía placebo, donde se realizaban incisiones superficiales en la piel, se simulaba el procedimiento frente a una cámara (incluyendo salpicaduras de agua para imitar el lavado), y se cerraba la herida sin intervenir la rodilla.
Lo sorprendente fue que, al cabo de dos años, todos los grupos tuvieron mejoras similares en el dolor y la función de la rodilla. Los pacientes que recibieron la cirugía falsa caminaban mejor y sentían menos molestias, igual que aquellos operados de verdad. Este estudio, publicado en el New England Journal of Medicine en 2002, demostró que el efecto placebo podía igualar los beneficios de una intervención quirúrgica real, cuestionando la necesidad de miles de procedimientos anuales.
Buenísimo 👌👌 pic.twitter.com/uL4vCLv0N5
— Negaman 😎 (@Buenrolloreturn) August 23, 2025
El experimento no solo fue ético (con consentimiento informado y aprobación institucional), sino que se transmitió en un documental de la BBC, destacando la transparencia del proceso.
Según el relato del video, el cuerpo humano actúa como un «pedazo de carne» que responde a señales de la mente sin cuestionarlas. Cuando creemos que estamos siendo tratados, el cerebro envía instrucciones para reducir la inflamación, liberar endorfinas (los analgésicos naturales del cuerpo) y reparar tejidos. No es un milagro, sino una reacción biológica a la expectativa de curación.
El narrador explica que el cuerpo se ha «aprendido» nuestros miedos y traumas, reaccionando automáticamente. Pero si redirigimos la atención —esa «energía» que amplifica lo que enfocamos—, podemos dar nuevas órdenes al organismo. Por ejemplo, creencias limitantes como «no soy creativo» o «siempre fallo en las relaciones» podrían ser ilusiones mantenidas por costumbre, y al cuestionarlas, el cuerpo responde positivamente.
Una revisión de 53 ensayos clínicos con cirugía placebo refuerza esto: en más de la mitad de los casos, la cirugía simulada fue tan efectiva como la real, sugiriendo que el ritual quirúrgico (anestesia, incisiones, recuperación) activa mecanismos de autocuración.
Este fenómeno no se limita a la medicina. El video invita a reflexionar: ¿qué otras «ilusiones» mantenemos en nuestra vida diaria? La ansiedad crónica, los hábitos destructivos o incluso el dolor persistente podrían mitigarse al cambiar el enfoque mental. Como dice el narrador, «tu atención es un foco de energía: donde la pones, mandas recursos».