jueves, julio 24, 2025
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Una niña de 3 años sufre las consecuencias de unas hormonas que se estaba administrando su padre

Un estudio clínico europeo revela un insólito y preocupante caso de exposición involuntaria a tratamientos hormonales en el entorno familiar.

UN CASO MÉDICO PUBLICADO POR LA SOCIEDAD EUROPEA DE ENDOCRINOLOGÍA PEDIÁTRICA ha despertado alarma en la comunidad científica y en el debate público sobre los efectos colaterales de los tratamientos hormonales utilizados en las denominadas «transiciones de género».

El estudio, titulado “Pubertad precoz periférica debida al estradiol exógeno en una niña de 3 años: un caso clínico”, documenta cómo una menor desarrolló signos de pubertad anticipada tras estar expuesta al gel de estradiol que su padre, un hombre que se identificaba como mujer, aplicaba sobre su piel como parte de su terapia hormonal.

Según el informe, la niña fue derivada a una clínica pediátrica con desarrollo mamario avanzado para su edad. Las pruebas clínicas confirmaron una pubertad precoz periférica —no inducida por el eje hormonal normal, sino por la absorción exógena de estrógenos— como consecuencia del contacto directo con la piel del progenitor.

El hombre aplicaba diariamente gel de estradiol transdérmico, primero en forma de espray en los antebrazos y luego manualmente en torso y extremidades. El contacto físico cotidiano entre padre e hija habría sido suficiente para transferir pequeñas cantidades de esta hormona sintética a la niña, alterando su desarrollo endocrino normal.

Los médicos observaron en la menor un crecimiento anormal para su edad, desarrollo uterino avanzado y maduración ósea prematura. Al detectar la causa, se sustituyó la vía de administración del estradiol en el padre —de gel a parche transdérmico—, y la niña comenzó a experimentar una regresión en los signos de pubertad precoz.

Los autores del estudio advierten que el contacto con hormonas transdérmicas puede tener consecuencias graves en menores de edad, especialmente en el contexto familiar, donde el contacto piel con piel es frecuente.

Recomiendan encarecidamente que los pacientes que conviven con niños usen formas alternativas de administración, como comprimidos o parches, y que sean informados explícitamente sobre los riesgos asociados.

Entre las recomendaciones emitidas se encuentran el uso de guantes durante la aplicación, el lavado inmediato de manos y evitar cualquier contacto físico cercano tras la administración del medicamento.

Este caso no solo abre interrogantes sobre la seguridad en el uso de tratamientos hormonales en el entorno doméstico, sino también sobre las implicaciones éticas y sociales de la denominada “afirmación de género”, especialmente cuando afecta indirectamente a menores.

La defensora de los derechos del niño Katy Faust, comentando los hallazgos, señaló que “la ficción de que este hombre podía cambiar de sexo terminó dañando el cuerpo de su hija”. Faust denuncia que no solo se impuso una nueva identidad al entorno familiar, sino que la elección del progenitor tuvo consecuencias físicas reales sobre una niña demasiado pequeña para comprender lo que ocurría.

Este estudio ha sido citado en medios como LifeSiteNews, que califica el caso como uno de los más impactantes registrados hasta la fecha en relación con la transición de género y sus efectos colaterales.

 

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