Un vídeo compartido por el sacerdote Juan Manuel Góngora, conocido en las redes sociales como @patergongora, ha generado una oleada de preocupación entre la comunidad católica. Las imágenes, capturadas durante una Misa, muestran a un hombre señalado con una flecha roja que parece tomar la Hostia consagrada sin consumirla, lo que sugiere una posible intención de profanarla para fines sacrílegos. Este incidente, según Góngora, es un ejemplo de la creciente amenaza de sectas satánicas que buscan profanar a Cristo sacramentado en lo que se conoce como «misas negras», rituales que parodian la liturgia católica y que involucran la profanación de la Eucaristía.
El vídeo, que ha circulado ampliamente en las redes sociales, se sitúa en un momento en el que el padre Góngora advierte sobre la expansión de grupos satánicos que, según él, ansían obtener la Hostia consagrada para utilizarla en ceremonias que burlan los sacramentos católicos. Estas «misas negras» no solo son un acto de desprecio hacia la fe cristiana, sino que también representan un desafío directo a la integridad de los ritos eucarísticos. El sacerdote insta a la comunidad católica a tomar medidas para prevenir estas situaciones, destacando la necesidad de proteger la Eucaristía, considerada el centro de la vida de la Iglesia.
Ante la creciente presencia de sectas satánicas, que ansían profanar a Cristo sacramentado en las nefandas «misas negras», debemos actuar para impedir que sucedan estas situaciones. pic.twitter.com/Z464bEa79w
— P. Juan Manuel Góngora (@patergongora) July 28, 2025
En los últimos años, se han registrado casos similares en España y otros países europeos, donde la profanación de la Eucaristía ha sido vinculada a prácticas ocultistas. Por ejemplo, en 2023, un caso en Barcelona llamó la atención cuando se descubrió que una Hostia había sido robada de una iglesia local, presuntamente para ser utilizada en rituales satánicos. Estos eventos han llevado a la Iglesia a reforzar sus protocolos de seguridad, incluyendo la instalación de cámaras de vigilancia en algunas parroquias y la formación de ministros eucarísticos para vigilar de cerca la distribución de la Comunión.
En respuesta a estas amenazas, la Iglesia ha reiterado la importancia de recibir la Comunión directamente del sacerdote y consumirla en su presencia. En 2021, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó un documento que enfatiza esta práctica, argumentando que reduce el riesgo de profanación. Sin embargo, el debate sobre la recepción de la Comunión en la mano frente a la recepción en la lengua ha resurgido, con algunos sectores conservadores defendiendo que la segunda opción es más segura, especialmente en contextos donde la vigilancia no es estricta.
La Iglesia también ha respondido con medidas prácticas. En Italia, por ejemplo, algunas diócesis han implementado sistemas de videovigilancia en los altares, mientras que en España, tras incidentes similares, se han formado equipos de laicos para asistir a los sacerdotes durante la distribución de la Eucaristía. Estas acciones reflejan una creciente conciencia de la vulnerabilidad de los ritos sacramentales frente a amenazas externas.