La Unión Europea (UE) está evaluando una reforma fiscal sin precedentes que podría incrementar significativamente los impuestos sobre el tabaco, según han informado varios medios. Esta propuesta, enmarcada en la elaboración de los nuevos presupuestos comunitarios para el período 2028-2034, busca armonizar los impuestos especiales sobre los productos del tabaco en todos los países miembros. La medida ha generado mucha polémica, ya que podría disparar los precios de las cajetillas en España y fomentar el contrabando, según expertos y fuentes del sector.
La Comisión Europea presentará una propuesta inicial sobre nuevos recursos propios para financiar el marco financiero plurianual (MFP) 2028-2034. Entre las medidas, se contempla un aumento drástico de los impuestos especiales sobre los productos del tabaco, que incluiría cigarrillos, tabaco de liar y puros. Según el borrador técnico filtrado a la agencia italiana ANSA, los impuestos mínimos pasarían de 90 euros a 215 euros por cada 1.000 cigarrillos (un incremento del 139%), de 60 euros a 215 euros por kilo de tabaco de liar (258%) y de 12 euros a 143 euros por kilo de puros (1.090%).
Esta reforma, que aún requiere la aprobación unánime de los 27 Estados miembros, ha generado oposición inicial en países como Suecia, Italia, Grecia y Rumanía, mientras que Dinamarca y Países Bajos abogan por gravar también productos de nicotina alternativos, como los cigarrillos electrónicos. La unanimidad necesaria para aprobar la medida anticipa negociaciones arduas que podrían prolongarse durante meses.
En España, donde el precio medio de una cajetilla de cigarrillos ronda los 5,15 euros, la reforma implicaría un aumento promedio de 1,40 euros, elevando el precio medio a aproximadamente 6,55 euros, con algunas marcas superando los 7 euros. El tabaco de liar, popular entre consumidores con menor capacidad adquisitiva, sufriría un encarecimiento aún mayor, con un incremento estimado del 60% en algunos casos. Por ejemplo, una bolsa de 30 gramos de tabaco de liar podría pasar de un precio medio de 6,50 euros a más de 10,50 euros.
Así quedarían los precios aproximados de las marcas más vendidas en España, según datos del Comisionado para el Mercado de Tabacos y estimaciones basadas en la propuesta fiscal:
- Marlboro: La cajetilla de Marlboro Rojo o Gold, que actualmente cuesta alrededor de 5,50 euros, podría alcanzar los 6,90-7,00 euros.
- Winston: Con un precio actual de 5,30 euros, la cajetilla de Winston podría situarse cerca de los 6,70 euros.
- Fortuna: Actualmente a 5,10 euros, el precio de Fortuna Rojo podría incrementarse hasta los 6,50 euros.
- Ducados: La cajetilla de Ducados Azul, que cuesta 5,35 euros, podría superar los 6,75 euros.
- Lucky Strike: Con un precio actual de aproximadamente 5,30 euros, podría rondar los 6,70 euros tras la subida.
- Chesterfield: Actualmente en torno a 5,30 euros, podría acercarse a los 6,70 euros.
Estos precios son estimaciones basadas en el aumento medio de 1,40 euros por cajetilla y podrían variar según las decisiones de los fabricantes y las políticas fiscales nacionales. Para el tabaco de liar, marcas como Marlboro Crafted Selection (30 g, actualmente 6,50 euros) podrían superar los 10,50 euros, mientras que Pall Mall Roll (200 g, 46,00 euros) podría acercarse a los 73,00 euros.
La industria tabacalera teme que esta subida fiscal pueda tener efectos adversos. Según un informe de KPMG, en países como Francia, donde el precio de una cajetilla supera los 12 euros, el contrabando representa el 38% del consumo total de tabaco en la UE, con pérdidas fiscales de 14.900 millones de euros en 2024. En España, donde el tabaco es uno de los más baratos de Europa, el consumo ilícito alcanzó el 10% en 2024, con pérdidas de 263 millones de euros.
Expertos advierten que un aumento tan drástico podría replicar el “efecto bumerán” observado en países como Países Bajos, donde una subida de impuestos en 2024 elevó el contrabando en un 140%, triplicando las pérdidas fiscales. En España, donde el tabaco genera más de 8.965 millones de euros anuales en impuestos, una caída en el consumo legal podría reducir los ingresos del Estado, además de afectar a los estancos y fomentar la actividad de mafias.
Por otro lado, el impuesto sobre los cigarrillos electrónicos, inicialmente previsto para enero de 2025, se ha retrasado al 1 de abril de 2025 para dar más tiempo a la industria a adaptarse. Este gravamen afectará a los líquidos de vapeo y otros productos con nicotina, con una fiscalidad basada en su contenido de nicotina.