El usuario de X @LatidosDePasion ha publicado un post intrigante que ha captado la atención de muchos, titulado «Tartaria… y el tiempo PRESTADO de satanás». Este mensaje, acompañado de imágenes históricas y un hilo extenso, propone una visión alternativa de la historia que desafía las narrativas oficiales. Según el autor, todo lo que sabemos sobre el pasado podría ser una mentira, desde la fecha actual (2025) hasta el propósito de las catedrales y los métodos de construcción de la época.
El post sugiere que Tartaria fue una civilización avanzada que dominaba la arquitectura, la energía libre y la resonancia, una tecnología que habría utilizado sin cables, humo ni petróleo. Según la teoría, este imperio, que aparece en mapas antiguos del siglo XVIII y XIX ocupando Asia Central y partes de Europa, fue deliberadamente borrado de la historia. El autor plantea que sus impresionantes edificios —con cúpulas metálicas, techos de cobre y detalles imposibles para la tecnología de la época— aún perduran en ciudades como Moscú, Estambul, Viena, Lima y la Ciudad de México. Estas estructuras, argumenta, no fueron construidas con martillos y caballos, como dicta la historia oficial, sino con conocimientos avanzados como la geometría sagrada y la energía del éter.
🕍 ¿Y si te dijera que TODO lo que sabes sobre la historia… es mentira?
– No estamos en el año 2025.
– Las catedrales no eran iglesias.
– No las hicieron con martillos ni burros.🔻 Hoy: Tartaria… y el tiempo PRESTADO de satanás.
— Pasiones Ocultas (@LatidosDePasion) July 30, 2025
La teoría de Tartaria ha ganado terreno en círculos alternativos, y un artículo reciente de Discover Magazine (2025) vincula esta idea con debates sobre revisionismo histórico, sugiriendo que monumentos como el Capitolio de Estados Unidos podrían ser reliquias de esta civilización perdida. Además, un incendio en un edificio histórico a principios de este año reavivó las especulaciones, con teóricos afirmando que fue un intento de ocultar este legado arquitectónico.
Uno de los puntos más llamativos del hilo es la afirmación de que las catedrales no eran iglesias, sino estaciones de energía, sanación o resonancia. Sus agujas, según el autor, no eran decorativas, sino antenas que canalizaban una tecnología perdida. Esta idea se alinea con investigaciones sobre la arquitectura medieval, como las del sitio del Patrimonio Mundial de Durham, que destacan cómo los avances tecnológicos, como los arcos apuntados a partir del siglo XI, revolucionaron la construcción de catedrales. Sin embargo, el autor rechaza la narrativa oficial de que estas maravillas se erigieron con métodos primitivos, calificándola de insulto a la inteligencia y sugiriendo que reflejan un saber tecnológico olvidado.
🕍 Durante ese tiempo, se reescribió la historia.
Se falsificaron las líneas del tiempo.
Se ocultó a Tartaria.Y se instauró un mundo donde nadie recuerda lo anterior.
Un mundo que cree que 2025 es el año real.
Spoiler: no lo es. pic.twitter.com/VLa0eoVRY0
— Pasiones Ocultas (@LatidosDePasion) July 30, 2025
El hilo introduce la noción de un «reseteo» o cataclismo que habría alterado la historia, acompañado de una guerra no documentada. Esta idea se conecta con la mención de una «corta temporada de Satanás», inspirada en el libro del Apocalipsis (Revelación 20), donde se describe un período de caos tras mil años de paz. Para el autor, este tiempo corresponde a la era moderna, marcada por guerras, mentiras, control digital y la destrucción de lo sagrado. Algunos teóricos vinculan este concepto con un supuesto «diluvio de lodo» del siglo XIX, que habría alterado las líneas temporales y borrado evidencias de Tartaria.
El post y su hilo no se limitan a Tartaria, sino que también hacen referencia a otros enigmas históricos. Por ejemplo, cita la Antártida como un lugar de secretos, aludiendo a mapas como el de Piri Reis (1513), que supuestamente muestra la costa antártica sin hielo, y a la Operación Highjump (1946), una misión militar liderada por el almirante Byrd con 4.700 soldados. Aunque los registros oficiales la describen como una expedición científica y de entrenamiento, el autor sugiere que enfrentaron una tecnología avanzada, alimentando especulaciones sobre bases ocultas o civilizaciones perdidas. Además, menciona un vacío bajo el hielo descubierto por NASA en 2018 —explicado como un proceso natural— y avistamientos de ovnis, que avivan teorías conspirativas.
El núcleo de la narrativa es que la historia fue reescrita para ocultar a Tartaria, falsificando líneas temporales y eliminando su memoria colectiva. El autor invita a revisar fotos antiguas del siglo XIX, donde se ven ciudades ya construidas y tecnologías que no encajan con la narrativa oficial, sugiriendo que vivimos entre ruinas activas de una civilización anterior. Esta idea resuena con debates en línea que han ganado popularidad desde 2020, especialmente en comunidades que cuestionan la cronología histórica.
El hilo concluye con un llamamiento a «despertar», a investigar a pesar de la censura o el ridículo, afirmando que entender quiénes fuimos es clave para recuperar nuestro potencial. Aunque las afirmaciones carecen de evidencia histórica sólida —los historiadores descartan la Tartaria como un imperio unificado, viéndola más como un término geográfico vago—, el post apela a la intuición y al escepticismo hacia las narrativas dominantes.En un mundo donde la Antártida sigue siendo un enigma restringido y las catedrales medievales despiertan nuevas preguntas, la teoría de Tartaria invita a reflexionar. ¿Es una conspiración elaborada o un intento de reimaginar el pasado?