Un incendio forestal de proporciones históricas en la comarca de la Segarra, provincia de Lérida, ha dejado un saldo trágico de dos víctimas mortales, además de quemar cerca de 5.000 hectáreas de terreno agrícola y forestal. Según informaciones de ABC, El Nacional.cat, Diario de Sevilla y otros medios, los Bomberos de la Generalitat encontraron los cuerpos sin vida de dos personas cerca del núcleo de Coscó, en el término municipal de Oliola, mientras realizaban tareas de extinción del fuego que se originó en Torrefeta i Florejacs este martes 1 de julio. Los Mossos d’Esquadra han abierto una investigación para esclarecer las circunstancias de estas muertes, mientras las autoridades trabajan para controlar las consecuencias de uno de los incendios más virulentos registrados en Cataluña en los últimos años.
El incendio, declarado en la tarde del martes, se ha propagado con una velocidad y ferocidad inusitadas, alcanzando una velocidad punta de 28 a 30 kilómetros por hora, una de las más altas registradas en Europa, según los Bomberos de la Generalitat. Alimentado por ráfagas de viento de hasta 125 km/h, altas temperaturas y un fenómeno atmosférico conocido como pirocúmulo —una columna de humo y cenizas que alcanzó los 19.000 metros de altura—, el fuego arrasó rápidamente cultivos de cereales, matorrales y áreas rurales, afectando principalmente a las comarcas de la Segarra, Urgell y Noguera. Las estimaciones varían, pero según los Agentes Rurales, el incendio ha consumido unas 1.830 hectáreas, aunque otras fuentes, como El Nacional.cat y Cadena SER, elevan la cifra a cerca de 5.000 hectáreas.
Simultáneamente, otro incendio en la cercana localidad de Sanaüja, iniciado a las 14:30, ha quemado unas 40 hectáreas y ha sidoestabilizado a las 15:52, aunque se ha reactivado por las condiciones climáticas adversas. Este segundo foco, considerado menos grave, fue declarado “prácticamente controlado” a medianoche del 1 de julio. La combinación de ambos incendios obligó a confinar a entre 14.000 y 20.000 personas en municipios como Agramunt, Artesa de Segre, Cabanabona, Guissona, Oliola, Ponts, Sanaüja, Torrefeta y Vilanova de l’Aguda. Las órdenes de confinamiento, que incluían cerrar puertas y ventanas para evitar la inhalación de humo, fueron levantadas a las 23:11 tras la estabilización del fuego en Torrefeta a las 22:37.
Los cuerpos de las dos víctimas fueron localizados por los Bomberos cerca de un vehículo en un camino próximo a Coscó, un pequeño núcleo del municipio de Oliola, a unos 20 kilómetros del origen del incendio en Torrefeta. Según El Nacional.cat y SEGRE, las primeras informaciones no confirmadas apuntan a que las víctimas podrían ser un ganadero de unos 30 años y uno de sus trabajadores, aunque las autoridades aún no han identificado oficialmente a los fallecidos. Los Mossos d’Esquadra, que asumirán la investigación una vez que la zona sea segura, están trabajando para determinar las circunstancias exactas de las muertes, incluyendo si las víctimas fueron sorprendidas por el avance impredecible de las llamas. Los bomberos han descartado la existencia de más víctimas dentro del perímetro del incendio tras una revisión exhaustiva.
El operativo de extinción fue uno de los más complejos en la historia reciente de Cataluña, con hasta 50 dotaciones terrestres y 10 aéreas desplegadas en el incendio de Torrefeta, incluyendo el Grupo de Actuaciones Forestales (GRAF), el Grupo Operativo de Apoyo (GROS) y bomberos voluntarios. La presencia de un pirocúmulo, combinada con vientos erráticos y altas temperaturas, ha obligado a retirar temporalmente los medios aéreos y complicó el acceso terrestre. Sin embargo, la llegada de lluvias asociadas a tormentas cercanas ayudó a estabilizar el fuego, permitiendo a los Bomberos enfriar el terreno durante la noche para evitar reactivaciones ante las altas temperaturas previstas para el miércoles 2 de julio.
El jefe de los Bomberos en Lérida, David Borrell, ha descrito el incendio como “extremadamente violento” debido a las condiciones meteorológicas y la rápida propagación del fuego en terrenos agrícolas. Además, se ha evacuado a una persona con movilidad reducida en Vilalta y se han protegido edificaciones agrícolas en los núcleos de Guardiola y Renant, aunque algunas estructuras sufrieron daños aún por cuantificar. Los agricultores locales jugaron un papel clave al colaborar con los equipos de extinción, mientras que los alcaldes de la zona, como Jaume Ars de Guissona, coordinaron evacuaciones en masías aisladas.
Aunque el fuego está estabilizado, los Bomberos mantendrán un operativo reforzado durante las próximas horas para evitar reactivaciones, especialmente ante el pronóstico de altas temperaturas y posibles tormentas. Protección Civil y los Agents Rurals continúan evaluando los daños, que incluyen cultivos, zonas de matorral y algunas edificaciones agrícolas. La investigación de los Mossos será clave para determinar si el incendio tuvo un origen natural, accidental o intencionado, y para esclarecer las circunstancias de la tragedia en Coscó.