Ernesto Caballero, reconocido director de escena y dramaturgo, ha desmontado con un análisis profesional lo que considera una elaborada representación orquestada por los asesores de Pedro Sánchez en su reciente aparición pública. En un post publicado en X el pasado 13 de junio de 2025, Caballero desglosa cómo el presidente del Gobierno ha recurrido a una serie de recursos escénicos para intentar generar compasión en la opinión pública, en medio de un contexto político marcado por escándalos y tensiones internas.
Caballero, con una mirada experta en las artes escénicas, identifica varios elementos que configuran esta supuesta «farsa». En primer lugar, destaca el uso de un maquillaje exagerado que produce un efecto de «demacración», típico de las farsas expresionistas y los esperpentos teatrales. Este recurso, combinado con un traje holgado diseñado para proyectar desvalimiento, es descrito como una técnica habitual en diversos géneros teatrales para evocar empatía. «La afectación en la voz, que trata de construir un personaje vulnerable con el propósito de provocar identificación emocional, es un recurso característico del drama romántico», señala el director, añadiendo que la victimización y autocompasión del protagonista remiten al melodrama del siglo XIX.
Observaciones de un director de escena.
El maquillaje de “demacración” del Presidente es propio de farsas expresionistas, incluida el Esperpento.
El traje holgado, para producir el efecto de desvalimiento, es habitual en todo tipo de géneros teatrales.
La afectación en la voz,… pic.twitter.com/UfzXox02pM— Ernesto Caballero (@Ernesto__C) June 13, 2025
Además, Caballero apunta al gesto sobrio y contenido de Sánchez como un contraste calculado, reminiscentemente del naturalismo psicológico, donde la tensión se acumula en los matices más que en la grandilocuencia. El fondo de la escena, ese color rojo que rodea al presidente durante su discurso, junto con una iluminación teatral deliberada, potencia el artificio de la puesta en escena, creando un contraste entre fragilidad y espectáculo que, según el dramaturgo, subraya la intencionalidad de la performance.
Este análisis llega en un momento crítico para Sánchez y el PSOE. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil está investigando acusaciones de corrupción que involucran a altos cargos del partido, incluyendo a Santos Cerdán, exsecretario de Organización, quien fue destituido tras un informe devastador que lo vincula con comisiones ilegales. Este escándalo se suma a las tensiones entre Moncloa y Ferraz, evidenciadas por audios filtrados donde Cerdán confronta al ministro Félix Bolaños con un «que me lo diga a la cara», tras rumores de traiciones internas.
La reciente aparición de Sánchez, en la que pidió perdón por haber confiado en Cerdán y anunció una auditoría externa de las cuentas del partido, parece estar diseñada para proyectar una imagen de víctima frente a estas acusaciones. Caballero sugiere que esta estrategia responde a un esfuerzo por desviar la atención de las irregularidades y recuperar la simpatía del electorado, un movimiento que, según su perspectiva, roza lo teatralmente manipulador.