sábado, junio 28, 2025

P.S.O.E.

El Partido de Sicarios Organizados para los Españoles es una organización sectaria con una ideología mafiosa, masónica, sionista y con máscara de ideología izquierdosa de corte socialista y comunista que, por cierto, en nada tiene que ver con sus verdaderas intenciones. Sus miembros, escogidos a dedo por las élites que agrupan a todas estas mafias, son elegidos por los coordinadores del gran proyecto satanista, como en el caso de Pedro Sánchez, el cual decide a dedo a sus vástagos, siguiendo las siguientes reglas: quienes concurran y sean aceptados han de tener fuertes rasgos narcisistas y de psicópatas sin remedio, creen que están por encima del bien y del mal del común de los mortales porque así alguien se lo ha hecho creer, sujetos sin capacidad de introspección personal, muy ambiciosos y codiciosos, así con elevadísimos niveles de envidia, incapaces de sentir empatía, incapaces de entender sus emociones, que se sienten fácilmente vacíos, por lo que necesitan de la admiración o atención constante de los otros, que necesitan ver los resultados de sus decisiones en los demás, sean buenas, sobre todo si son malas o muy negativas y que no aceptan ni un no ni una objeción por respuesta y, que sean altamente resilientes a las críticas hasta el punto de que pueden cometer el mayor de los delitos imaginables y les dé exactamente igual. Estos sujetos, que aparentan una falsa voz de mando basada en el “yo ordeno y mando”, “estás conmigo o estás contra mí”, “el castigo por tu desobediencia, aunque sea de pensamiento, ya está pensado, así que ándate con ojo conmigo”, son especialistas en el arte del engaño, por lo que sus crímenes pueden ser tan diversos como su grandísima hipocresía.

El menor y más difícil delito de detectar es el robo económico que puede tener varias modalidades, desde impuestos abusivos, obligaciones contractuales con un estado enmascarado cuyo objetivo es chuparte la sangre si pueden, someterte a una política de control conductual  a través del miedo para así ir regulando tu comportamiento, de modo que no te vas a resistir a sus abusos: para ello, junto a la estrategia de miedo, emplearán la de la conveniencia por el bien común y, especialmente, tu seguridad, dado que te harán creer que ésta depende de ellos y que nadie puede ofrecértela, razón por la que tendrás que cederles parte de tu libertad de manera progresiva e imperceptible. Esto último se debe a que lo que desean es tener una masa de esclavos a su servicio, como rehenes de las grandes mentiras que van inoculando en las mentes de sus víctimas, gracias a técnicas de tortura psicológica.

Otros ya suben el escalafón y tienen como objetivo la reducción de su población si consideran que es excesiva o que puede estar pensando demasiado, en cuyo caso se inventarán formas de irlos asesinando, aunque sea de manera silenciosa y sigilosa aprovechando múltiples armas: la alimentación, la contaminación, las falsas vacunas, los productos de las farmamafias, o el sufrimiento psicológico a través de la ansiedad, cuyas razones siempre desconocerán, la depresión inducida, la indefensión aprendida, la destrucción de las relaciones sociales más íntimas, de la familia como núcleo básico de la sociedad, la perversión de la infancia y el terror ocasional y muy ventajoso en forma de catástrofes que, incluso, pueden ser provocados por ellos, como en el caso de auto atentados y desastres naturales provocados, Por supuesto que, en ninguno de estos casos, dadas las circunstancias en las que se producen estos crímenes, son percibidos en la mayoría de los casos y sus causantes nunca son considerados responsables penales, aprovechando la ausencia de pruebas que los incriminen de manera directa.

Por otra parte, dado que los problemas psicológicos asociados a las disfunciones en la moralidad se asocian a la percepción de la realidad, ya sea propia o ajena, así como de vivir una realidad u otra en función de si el sujeto es una persona éticamente sana o un completo enfermo, no es extraño que estos sujetos vivan en realidades paralelas y falsas que se creen como las únicas posibles, aunque, con el paso del tiempo y la resistencia a la hora de perder o ser descubiertos, conviertan tales creencias en auténticos delirios psicóticos completamente irracionales y muy peligrosos. La desvinculación entre la realdad más evidente y de sentido común y las que creen estos mafiosos enfermos es de tal peligro que supone la imposición de las normas de la locura y el absurdo más absoluto en la vida de quienes tienen que soportar a estos desequilibrados mentales, generando en sus vidas miedo, caos, confusión, incertidumbre, sensación de peligro e inseguridad, incapacidad de poder tener el timón de sus vidas y tomar las decisiones necesarias y la indiscutible destrucción psíquica, emocional y social de los sujetos sometidos a estos grupos de mafiosos.

Una vez sembrado el caos, es fácil crear las reglas que originan el tejido social de la dictadura del satanismo, en pro de la destrucción y la muerte social, todo ello en un contexto o divertimiento en el que quienes lo ocasionan actúa como niños sin el más mínimo control ni recato, por supuesto, habiendo aniquilado completamente su escasa inteligencia, la cual fue sustituida por odio, venganza y placer al ver cómo sufre el otro. Es el ingrediente esencial en las decisiones mal llamadas políticas, donde las buenas intenciones, ocultan el cianuro de altísima calidad con el que van alimentando al pueblo hasta hacerlo adicto a su veneno y los obligan a depender de ellos en un juego de película de terror.

Finalmente, impuesta la sociedad del miedo, las mafias hacen y deshacen a su antojo, matan y asesinan cuando quieren o nos van preparando para ello. Mires por donde mires, casi todos los mal llamados partidos políticos responden a las mismas siglas, da igual que sean de izquierdas o de derechas (pura patraña), así que se van turnando y continuando lo que el otro dejó pendiente.

Las elecciones sólo sirven para elegir a organizaciones mafiosas que cumplen deseos masónicos y sionistas, aleccionadas e instrumentalizadas para formar parte del juego político o gran juego de poli bueno y poli malo, haciendo creer a los pobres ilusos que eligen a quienes los gobiernan cuando ellos han sido elegidos para su propia destrucción hace mucho tiempo. Un sistema basado en la iniquidad, la corrupción, la mentira y el deseo de destrucción del alma humana.  Este fenómeno, de carácter mundial, tiene sus redes y en cada país hay un PSOE escogido para sus propios nacionales.

La mafia no es un hecho aislado, la mafia es el ingrediente que alimenta a todo el falso sistema político, pudriendo sus raíces y haciendo que sus frutos maten a quienes los desean devorar o los reciben con engaño.

 

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