El 6 de mayo de 2025, un tuit de la cuenta @ElOjoEnha llamado la atención al compartir una declaración de Donald Trump sobre el sabotaje de los gasoductos Nord Stream, un incidente que tuvo lugar el 26 de septiembre de 2022, cuando explosiones submarinas dañaron tres de las cuatro líneas de Nord Stream 1 y 2 en el mar Báltico, interrumpiendo el suministro de gas de Rusia a Europa. La frase de Trump, “Usted dijo que Rusia, probablemente, no voló su propio gasoducto”, sugiere que el expresidente estadounidense apunta a otro actor como responsable del ataque, descartando implícitamente a Rusia, que operaba los gasoductos y era un proveedor clave de gas para Europa.
🚨⚡️Trump responde a la pregunta de quién saboteó el Nord Stream pic.twitter.com/8lGoYjMhp9
— El Ojo (@ElOjoEn) May 6, 2025
Los gasoductos Nord Stream, que conectan Rusia con Alemania a través del mar Báltico, eran una infraestructura crítica para el suministro energético europeo. En el momento del ataque, las tensiones entre Rusia y Occidente estaban en su punto más alto tras el comienzo de la guerra entre rusa de Ucrania en febrero de 2022. Curiosamente, el sabotaje ocurrió un día antes de la inauguración del Baltic Pipe, un gasoducto que conecta Noruega y Polonia a través de Dinamarca, diseñado para reducir la dependencia europea del gas ruso.
La declaración de Trump refleja su postura crítica hacia las acciones de Estados Unidos y sus aliados en conflictos internacionales. Durante su campaña presidencial de 2024, Trump frecuentemente cuestionó las políticas exteriores de la administración Biden, especialmente en lo que respecta a la relación con Rusia y la OTAN. Su comentario sugiere que no cree que Rusia, a pesar de ser el operador de Nord Stream, tuviera motivos para destruir su propia infraestructura, lo que le lleva a señalar a otro actor. Dado el contexto, parece que Trump apunta a Estados Unidos como el posible responsable.
La hipótesis de que Estados Unidos podría estar involucrado no es nueva y ha sido alimentada por varias declaraciones y publcaciones. En febrero de 2022, el presidente Joe Biden, durante una conferencia de prensa junto al canciller alemán Olaf Scholz, afirmó que “si Rusia invade Ucrania, pondremos fin a Nord Stream”. Esta declaración, hecha pocos días antes de la invasión rusa el 24 de febrero de 2022, fue seguida por la suspensión de la certificación de Nord Stream 2 por parte de Alemania, un movimiento respaldado por Washington. Las palabras de Biden han sido interpretadas por algunos como una amenaza directa, y el sabotaje posterior ha dado pie a especulaciones sobre un posible rol estadounidense.
Un informe de octubre de 2024 del periódico suizo Die Weltwoche añadió más leña al fuego. Según el artículo, basado en una entrevista con el jefe del puerto de Christiansø (Dinamarca) publicada en el diario danés Politiken, una flota de buques de la Marina de Estados Unidos fue avistada cerca del lugar del sabotaje días antes del incidente, con sus transpondedores apagados, lo que levantó sospechas. Aunque el jefe del puerto descartó las acusaciones de sabotaje como teorías conspirativas, pidió a las autoridades que investigaran más a fondo. Este dato ha sido utilizado por quienes, como Trump, sugieren que Estados Unidos pudo haber tenido un papel en el ataque.
Las investigaciones oficiales sobre el sabotaje han sido inconclusas. Las autoridades suecas y danesas cerraron sus investigaciones en febrero de 2024 sin identificar a los responsables, aunque confirmaron que las explosiones fueron un acto deliberado de sabotaje. Por su parte, Alemania emitió en agosto de 2024 una orden de arresto europea contra un ciudadano ucraniano sospechoso de haber utilizado el yate Andromeda para llevar a cabo el ataque, sugiriendo que Ucrania podría estar detrás del sabotaje. Un informe conjunto de The Washington Post y Der Spiegel de noviembre de 2023 señaló a un ex coronel de las Fuerzas Especiales de Ucrania como coordinador del ataque, con la aprobación inicial del presidente Volodymyr Zelenskyy, aunque este habría intentado detener la operación tras la intervención de la CIA, que pidió a Ucrania no proceder.
Rusia, por su parte, ha acusado repetidamente a Estados Unidos de estar detrás del sabotaje. En agosto de 2024, un diplomático ruso afirmó a Reuters que Ucrania no habría actuado sin la aprobación de Washington, una acusación que Estados Unidos ha negado categóricamente. El Kremlin ha insistido en que el sabotaje benefició a Estados Unidos al debilitar la posición energética de Rusia en Europa y fomentar la dependencia de gas estadounidense.
El sabotaje de Nord Stream se produjo en un momento crítico para Europa, que buscaba reducir su dependencia del gas ruso tras la invasión de Ucrania. En 2021, Rusia suministraba el 45% del gas importado por la Unión Europea, y Estados Unidos, un fuerte opositor a Nord Stream, había impuesto sanciones en 2019 a empresas que colaboraran en la finalización del gasoducto, argumentando que podía convertir a Europa en un “rehén” de Rusia. La apertura del Baltic Pipe el 27 de septiembre de 2022, justo después del sabotaje, marcó un paso hacia la diversificación energética europea, lo que alimentó las teorías de que el ataque benefició a países como Estados Unidos y Noruega.
Aunque Trump no menciona explícitamente a Estados Unidos en el comentario, su tono y su historial sugieren que está acusando a la administración Biden o a sus aliados de estar detrás del sabotaje. Durante su mandato y su campaña de 2024, Trump criticó repetidamente las políticas de Biden hacia Rusia, especialmente en el contexto de la guerra en Ucrania, y ha cuestionado la participación de Estados Unidos en conflictos que, según él, no benefician directamente a los intereses estadounidenses. Al decir que Rusia “probablemente no voló su propio gasoducto”, Trump parece apuntar a Washington como el actor con motivos claros: debilitar la influencia energética rusa en Europa y fortalecer su propia posición en el mercado del gas.
La sugerencia de Trump de que Rusia no tuvo motivos para atacar su propia infraestructura apunta indirectamente a Estados Unidos como posible culpable, una teoría respaldada por algunos indicios, como la presencia de buques estadounidenses cerca del lugar del sabotaje y las declaraciones previas de Biden. Sin embargo, sin pruebas concluyentes, el sabotaje de Nord Stream sigue siendo uno de los misterios geopolíticos más complejos de los últimos años.
Algunos sabemos que fueron esos que decía Felipe González de entrada no,esos mismos enemigos de España a los que pertenecemos pero que no nos defiende, OTAN no bases fuera y luego el agente de la CIA Isidoro,todos traidores a España y a los españoles.