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Los beneficios del ayuno de 72 horas: consejos sobre cómo hacerlo y la mejor forma de finalizarlo

El ayuno prolongado ha ganado popularidad en los últimos años como una herramienta poderosa para mejorar la salud y combatir diversas afecciones. Un reciente hilo publicado en X por la cuenta @PropositoyVida, el 5 de mayo de 2025, profundiza en los beneficios de un ayuno de 72 horas, respaldado por investigaciones científicas, y ofrece una guía práctica para llevarlo a cabo de manera segura y efectiva.

El hilo comienza destacando que ayunar durante 72 horas puede ser «la mejor medicina del mundo», ya que estimula al cuerpo a eliminar tumores, inflamación y toxinas mediante un proceso biológico conocido como autofagia. La autofagia es un mecanismo celular que descompone y recicla componentes dañados o disfuncionales, como proteínas, mitocondrias defectuosas e incluso células cancerosas en etapas tempranas. Según el hilo, este proceso permite al cuerpo limpiar los desechos acumulados que causan inflamación crónica y enfermedades, promoviendo una curación natural.

Investigaciones respaldan esta afirmación. Un estudio de 2014 realizado por la Universidad del Sur de California (USC), citado en el hilo, encontró que los ayunos de 72 horas desencadenan la regeneración de glóbulos blancos a partir de células madre, lo que básicamente «reinicia» el sistema inmunológico. Este proceso no solo protege contra el daño al sistema inmunológico (por ejemplo, durante tratamientos como la quimioterapia), sino que también induce la auto-renovación de las células madre. Además, un estudio de 2016 mencionado en el hilo señala que el ayuno prolongado reduce los niveles de IGF-1 (factor de crecimiento similar a la insulina) y PKA, promoviendo la regeneración basada en células madre y revirtiendo la inmunosupresión.

Zero Longevity, una fuente especializada en ayuno, también indica que los beneficios máximos de la autofagia se observan entre 2 y 4 días de ayuno, lo que coincide con el rango de 36 a 72 horas señalado por @PropositoyVida. Este periodo es clave para la «fase de curación», donde se producen los cambios más profundos, como la reducción del dolor articular crónico y la mejora de la claridad mental al disminuir la inflamación.

El hilo explica que, aunque muchas personas asocian el ayuno con la pérdida de peso o el descanso digestivo, su verdadero impacto ocurre a nivel celular. Durante un ayuno prolongado, el cuerpo entra en un estado de cetosis, donde, al agotar las reservas de glucosa, comienza a producir cetonas como fuente alternativa de energía. Esto ocurre especialmente entre las 24 y 48 horas, cuando el cerebro empieza a alimentarse de estas cetonas, lo que resulta en un aumento de la claridad mental y la energía, según el hilo.

Además, la hormona del crecimiento aumenta hasta un 300% durante este periodo, lo que ayuda a preservar la masa muscular mientras se acelera la quema de grasa. Este dato está en línea con investigaciones que muestran que el ayuno puede equilibrar el metabolismo catabólico y anabólico, como señala Fit Father Project, una fuente que confirma la seguridad de los ayunos de agua de 72 horas para adultos sanos, incluidos hombres mayores de 40 años.

El hilo ofrece un plan detallado para realizar un ayuno de 72 horas de manera segura, dividido en varias fases:

Preparación (2-3 días antes)
Antes de iniciar el ayuno, se recomienda aclimatar el cuerpo mediante el ayuno intermitente (método 16:8), que consiste en comer durante un periodo de 8 horas y ayunar durante 16 horas. Esto activa gradualmente el metabolismo para quemar grasa. Simultáneamente, se aconseja reducir los carbohidratos y aumentar el consumo de grasas saludables, como aguacate, aceite de oliva, mantequilla de animales alimentados con pasto y aceite MCT. Este enfoque, que induce la cetosis antes del ayuno completo, está respaldado por Everyday Health, que señala que combinar una dieta cetogénica con el ayuno intermitente puede potenciar la pérdida de peso al facilitar la transición a la quema de grasa.

Horas 0-24: La fase de desafío
Las primeras 24 horas son las más difíciles, ya que el cuerpo está pasando de usar glucosa a quemar grasa. Durante esta etapa, es normal experimentar hambre, irritabilidad y fluctuaciones de energía debido a la adaptación metabólica. La hormona del hambre, la grelina, comienza a estabilizarse al final del primer día, lo que reduce estas molestias.

Horas 24-48: La fase de transición
Entre las 36 y 48 horas, muchas personas reportan un aumento en la claridad mental y la energía, ya que las cetonas se convierten en la principal fuente de combustible para el cerebro. La pérdida de grasa se acelera, y el cuerpo entra en un estado más profundo de cetosis.

Horas 48-72: La fase de curación
Las últimas 24 horas son donde ocurre la curación más significativa. Según el hilo, durante esta etapa pueden desaparecer dolores articulares crónicos, la confusión mental se disipa y la inflamación general disminuye, gracias a la acción intensiva de la autofagia.
Durante el ayuno: Qué consumir
Para mantener el ayuno, se permite:
Agua pura (con o sin gas, 2-3 litros al día).

Café negro (sin crema ni azúcar).

Té (de hierbas o normal, sin edulcorantes).

Electrolitos, para reducir molestias como dolores de cabeza o fatiga.

El hilo enfatiza la importancia de los electrolitos y la hidratación para minimizar los efectos secundarios, un consejo alineado con las prácticas estándar de ayuno.

El proceso de romper el ayuno es crucial para evitar problemas como el síndrome de realimentación. El hilo recomienda:

  • Comenzar con caldo de huesos, que es rico en nutrientes y fácil de digerir.
  • Una hora después, consumir uno o dos huevos revueltos o aguacate.
  • Esperar otra hora antes de ingerir una comida ligera con proteínas y grasas saludables.
  • Evitar carbohidratos, azúcar y alimentos procesados durante al menos 24 horas después del ayuno.

El hilo reconoce que ayunar durante 72 horas no es fácil, especialmente la primera vez. Sin embargo, asegura que el cuerpo se adapta con el tiempo: la segunda vez es más manejable, y para la tercera, el proceso se vuelve sorprendentemente sencillo. Para facilitar el ayuno, se aconseja beber suficiente agua (2-3 litros diarios) y suplementar con electrolitos, lo que ayuda a reducir molestias como mareos o fatiga.

El interés por el ayuno ha crecido en los últimos años, especialmente tras el Premio Nobel de Fisiología o Medicina de 2016 otorgado a Yoshinori Ohsumi por sus investigaciones sobre la autofagia. Este reconocimiento científico ha impulsado la popularidad del ayuno en comunidades de bienestar, como una herramienta para la longevidad y la prevención de enfermedades.

 

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