Dos semanas después del histórico apagón que dejó a oscuras a España y Portugal el 28 de abril de 2025, la falta de pruebas de un ciberataque ha consolidado la hipótesis de una «indigestión de renovables» como causa principal del colapso eléctrico. Sin embargo, la lentitud en las investigaciones oficiales, la ambigüedad de las autoridades y la ausencia de conclusiones definitivas han generado sospechas de que el gobierno y las empresas implicadas podrían estar buscando que el tiempo pase para que el incidente se diluya en la memoria colectiva, evitando así señalar responsabilidades claras. Este artículo examina los detalles del apagón, la teoría de las renovables y las críticas que sugieren una estrategia de olvido deliberada.
El 28 de abril de 2025, a las 12:33 horas, la Península Ibérica sufrió un «cero energético» total, un apagón que paralizó España y Portugal, afectando el transporte, las telecomunicaciones y la vida cotidiana de millones de personas. En apenas cinco segundos, el 60% de la generación eléctrica—equivalente a 15 GW—desapareció, según El País. La red eléctrica colapsó tras dos desconexiones consecutivas de plantas de generación, presumiblemente fotovoltaicas, en el suroeste de España, según Red Eléctrica Española (REE).
El incidente, descrito como «excepcional y totalmente extraordinario» por REE, fue el peor apagón en la historia moderna de España. Aunque el suministro se restableció parcialmente en las horas siguientes, la recuperación total tomó días, y las causas exactas siguen siendo un misterio. La magnitud del evento desató especulaciones inmediatas, con teorías que iban desde un ciberataque hasta fenómenos atmosféricos o sabotajes internacionales.
En las primeras horas del apagón, la posibilidad de un ciberataque captó la atención. Incidentes previos, como los apagones en Ucrania en 2015 y 2016 causados por hackers rusos, alimentaron estas sospechas. El Centro Criptológico Nacional (CNI), el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) y la Audiencia Nacional iniciaron investigaciones para explorar esta hipótesis, mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se resistía a descartarla públicamente.
Sin embargo, el 29 de abril, Eduardo Prieto, director de servicios de REE, anunció que no había «ningún tipo de intrusión» en los sistemas de control, descartando el ciberataque tras análisis preliminares respaldados por INCIBE y el CNI. La vicepresidenta de la Comisión Europea, Teresa Ribera, también afirmó que «no hay indicios de boicot o ciberataque». A pesar de estas declaraciones, el gobierno mantuvo un tono cauto, insistiendo en que todas las hipótesis permanecían abiertas, una postura que algunos analistas interpretan como un intento de ganar tiempo mientras la atención pública se desvía.
Con el ciberataque descartado, la teoría de una «indigestión de renovables» ha ganado fuerza. Según el informe preliminar de ENTSO-e, la organización europea de operadores eléctricos, a las 12:32:57 del 28 de abril se desconectaron 2,2 GW de generación en el sur de España, probablemente fotovoltaica, lo que provocó una caída de la frecuencia a 48 Hz y activó desconexiones automáticas que colapsaron el sistema. En los días previos, la energía renovable, especialmente solar, cubría hasta el 70% de la demanda, un récord que expuso la fragilidad de la red ante fuentes intermitentes.
Expertos como Jorge Sanz, exdirector de Energía, señalan que la falta de «inercia síncrona»—proporcionada por tecnologías como la nuclear, el gas o la hidroeléctrica—impidió corregir la sobretensión causada por las renovables. En el momento del apagón «¿En el momento del apagón, tres de los siete reactores nucleares estaban parados, y las centrales hidroeléctricas y de gas operaban a mínima capacidad, dejando al sistema vulnerable. Además, la red de transporte, diseñada para fuentes tradicionales, no está adaptada al volumen masivo de energía solar y eólica, y la falta de baterías para almacenar excedentes agravó el problema.
La ministra portuguesa de Medio Ambiente, Maria da Graça Carvalho, apuntó a una «falta de resiliencia» y problemas de «control de potencia y almacenamiento», mientras que el expresidente de REE, Jordi Sevilla, había advertido previamente sobre la insuficiencia de la infraestructura para gestionar el auge renovable. REE ya había reconocido ante inversores en febrero de 2025 el riesgo de «desconexiones» por la elevada penetración de renovables, según El Mundo.
A pesar de estas evidencias técnicas, la investigación oficial avanza con lentitud. El gobierno español ha anunciado que los resultados definitivos podrían tardar «entre tres y seis meses», un plazo que, según críticos, parece diseñado para diluir el interés público y evitar señalar culpables. Sánchez ha prometido «llegar hasta el fondo» y exigir responsabilidades, pero su negativa a vincular el apagón directamente con las renovables, junto con la falta de transparencia sobre los datos de las plantas implicadas, ha generado escepticismo.
Publicaciones en X reflejan esta percepción. Usuarios como @hazteoir han acusado al gobierno de minimizar un problema estructural, afirmando que el sistema estaba «al filo de la navaja» por depender excesivamente de renovables sin respaldo. Otros, como @eljudiodevox, han criticado a figuras de la oposición por avivar teorías de ciberataques para desviar la atención, sugiriendo que el relato oficial beneficia al Ejecutivo al evitar un debate incómodo sobre la transición energética.
El apagón ha expuesto vulnerabilidades críticas en el sistema eléctrico español. La red, una de las más robustas del mundo con 116.000 MW de capacidad frente a una demanda máxima histórica de 44.000 MW, no estaba preparada para gestionar un sistema dominado por renovables intermitentes. La desconexión del sistema ibérico del francés, mencionada como un factor agravante, subraya la necesidad de mejorar las interconexiones internacionales.
Expertos como Carlos Cagigal han advertido que, sin mejoras en la red y más almacenamiento, eventos similares podrían repetirse en los próximos meses. La profesora Marta Victoria, de la Universidad Técnica de Dinamarca, destaca que la falta de inercia en sistemas dominados por renovables requiere soluciones como baterías de gran capacidad o sistemas de estabilización inercial, especialmente en plantas fotovoltaicas antiguas.
El apagón ibérico de 2025 no solo reveló las fragilidades de un sistema eléctrico en transición, sino también las tensiones políticas y económicas en torno a la energía. La consolidación de la teoría de la «indigestión de renovables», respaldada por la falta de pruebas de un ciberataque, apunta a un fallo estructural que podría haberse evitado con una mejor planificación. Sin embargo, la lentitud en la investigación oficial y la retórica ambigua del gobierno sugieren un intento de dejar que el tiempo calme las aguas, evitando un escrutinio profundo sobre las decisiones de REE, las políticas energéticas de Sánchez y la gestión de la transición verde.
Si la gente se ha olvidado de la aberración de la plandemia y de la salvajada de Valencia y Albacete y de la lluvia incesante de corrupción vomitiva, cómo no se va a olvidar de un apagoncillo de unas horas, sobretodo si no les pilló en situación crítica…
El Sistema está totalmente amoldado a la puñetera masa, sus vicios, su memoria, su intelecto, su inanidad, su mezquindad, sus prontos, su todo… No hay más que diseñar una «democracia» muy atenta a estas constantes, y bramar periódicamente «peligro ultraderecha», como esos cañones automáticos que ponen los agricultores para espantar a los pájaros.
Sólo mataron a cinco o seis personas,eso es poco para Sánchez,acostumbrado a matar a miles de personas.
Don Quijote Óscar Puente,el de la quijada…se queda tan fresco,tras su pésima gestión de todo lo que toca.
Valencia acaba de tener inundaciones en otras poblaciones,como no habían embalses cercanos ,los ríos de la lluvia están ahí.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha activado este viernes la alerta naranja por tormentas de granizo de hasta 2 centímetros de diámetro en varias zonas de Castilla-La Mancha como las provincias de Guadalajara y Ciudad Real, la Serranía de Cuenca y las comarcas albaceteñas de La Mancha, Hellín y Almansa.
De hecho, durante la tarde de este jueves el granizo ha llegado a localidades como Guadasséquies, Calles, Villar del Arzobispo o l’Olleria.
Según Avamet, durante la tarde ha caído una importante granizada en l’Olleria (la Vall d’Albaida), donde se han acumulado hasta 37,7 l/m2 en poco más de 20 minutos y rachas de viento de cerca de 80 kilómetros por hora.
nuevo y virulento episodio de pedrisco ha golpeado con especial dureza a varias comarcas del interior de la provincia de Valencia, con consecuencias devastadoras para la agricultura.
Según las primeras valoraciones de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), el granizo ha causado pérdidas por valor de 40 millones de euros en más de 13.000 ha, y especialmente en términos municipales como Villar del Arzobispo, Losa del Obispo, Chulilla, Bugarra, Pedralba y Casinos, donde se llegaron a acumular más de diez centímetros de hielo en cuestión de minutos.
En algunos casos, los daños alcanzan entre el 70% y el 100% de la cosecha, dejando escenas desoladoras con árboles completamente pelados y la producción y hojas destrozadas en el suelo, tras una tormenta extremadamente rápida y agresiva.
GEO INGENIERÍA.
…………………….
Mientras que siguen los proyectos de placas solares…el granizo destroza las placas.