El pasado 6 de mayo de 2025, el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa de España lanzó una consulta pública sobre la Oferta Pública de Adquisición (OPA) de BBVA sobre Banco Sabadell, con un plazo de participación que se extiende hasta el 16 de mayo. Sin embargo, esta iniciativa ha generado una ola de críticas en redes sociales, especialmente por parte de usuarios que ven en este proceso un riesgo significativo para la privacidad de los ciudadanos y una maniobra para recopilar datos personales de manera indebida. A continuación, analizamos las preocupaciones expresadas en plataformas como X y las implicaciones de un formulario que, lejos de limitarse a los accionistas de los bancos implicados, está abierto a cualquier persona.
La usuaria de X @luciadomin1 ha alertado sobre los peligros de participar en esta consulta pública. Según su análisis, el formulario no tiene validez legal alguna ni equivale a un referéndum vinculante, lo que pone en duda su utilidad real. Más preocupante aún, @luciadomin1 advierte que esta práctica podría ser una técnica conocida en «dictaduras socialistas» para recopilar datos y tener «señalados» a los ciudadanos. Su recomendación es clara: «Mi consejo es que no la respondan. […] Cuídense que esto ya es peligroso».
Acabo de ver la consulta online sobre la OPA del BBVA.
Mi consejo es que no la respondan.
1. No tiene validez legal alguna. No es un referéndum.
2. Esa técnica es muy vieja en las dictaduras socialistas para tener señalados a los ciudadanos.
Cuídense que esto ya es peligroso. pic.twitter.com/WppfkF3YiR— Luckylu🇪🇸🇨🇺🇮🇱 (@luciadomin1) May 6, 2025
Por su parte, el usuario @ismaelquesada añade otra capa de crítica: «Es una consulta absurda y carente de rigor. […] Cualquier persona puede participar, aunque no tenga relación alguna con los bancos implicados. Esto no es más que una maniobra para recopilar datos personales». Este usuario subraya un problema estructural del formulario: su falta de exclusividad, ya que no se limita a los accionistas de BBVA o Banco Sabadell, quienes serían los directamente afectados por la operación.
El Google forms que el Gobierno de Pedro Sánchez ha abierto para que cualquiera que ni sea accionista, ni cliente del BBVA o del BANCO SABADELL, decida sobre los que sí son clientes o accionistas.
Esto es una broma… muy peligrosa.
Os dejo el enlace: https://t.co/pNCYnpfAuA pic.twitter.com/6inmsatc1T— Ismael Sirio López Martín (@ismaelquesada) May 6, 2025
El formulario de la consulta, compartido en las publicaciones de X, solicita información personal que ha encendido las alarmas de los usuarios. Entre los datos requeridos se encuentran:
Nombre y apellidos o denominación/razón social del participante.
Organización o asociación (si corresponde).
DNI o CIF.
Correo electrónico.
Todos estos campos están marcados con un asterisco, lo que indica que son obligatorios para poder enviar el formulario. Aunque el Ministerio asegura que las contribuciones recibidas se gestionarán respetando la Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales, la falta de claridad sobre el propósito real de la consulta y la ausencia de mecanismos que restrinjan la participación a los accionistas generan desconfianza.
Una OPA, como la que BBVA ha lanzado sobre Banco Sabadell, es un proceso que afecta principalmente a los accionistas de las empresas involucradas, ya que son ellos quienes deben decidir si aceptan o rechazan la oferta de compra de sus acciones. En este contexto, resulta cuestionable que una consulta pública se dirija a la ciudadanía en general, incluyendo a personas que no tienen ninguna relación con los bancos ni interés directo en la operación.
La participación de los accionistas en este tipo de decisiones suele estar regulada por organismos como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en España, que supervisa las OPAs para garantizar que se respeten los derechos de los inversores. Sin embargo, esta consulta pública, promovida por el Ministerio de Economía, no parece tener un carácter vinculante ni un propósito claro en términos regulatorios. En cambio, al solicitar datos personales sensibles como el DNI y el correo electrónico, podría estar sirviendo como un mecanismo para recopilar información confidencial de los ciudadanos, algo que va más allá de lo necesario para evaluar la operación.
La preocupación por la privacidad no es infundada. Como señala @luciadomin1, hay precedentes históricos de gobiernos que han utilizado consultas o encuestas públicas para recopilar datos de los ciudadanos con fines de control social. En un contexto donde la confianza en las instituciones públicas no siempre es alta, y teniendo en cuenta que el formulario no verifica la veracidad de los datos ingresados (como apuntó el usuario @SanzVM en un comentario posterior), la posibilidad de que esta consulta sea una «cortina de humo» para otros fines no puede descartarse.
Además, la falta de filtros para limitar la participación a los accionistas plantea preguntas sobre la utilidad de las respuestas obtenidas. ¿Qué valor tienen las opiniones de personas que no están involucradas en la operación? Esto refuerza la percepción de que el verdadero objetivo podría ser la recopilación de datos personales, más que un análisis genuino del impacto de la OPA.
La consulta pública sobre la OPA de BBVA y Banco Sabadell, lejos de ser vista como un ejercicio de transparencia, ha sido recibida con escepticismo y preocupación por parte de los usuarios de redes sociales. La solicitud de datos confidenciales, la falta de exclusividad para los accionistas y la ausencia de un propósito claro y vinculante han llevado a muchos a cuestionar las intenciones detrás de esta iniciativa.