La democracia se sustenta en la justicia y ésta en la ley para todos, el mismo rigor y las mismas consecuencias, en pro de la convivencia pacífica, la efectividad de los derechos individuales y públicos en perfecto equilibrio sin que se vea mermada la libertad individual que permita el desarrollo personal del sujeto. La justicia no es una mujer ciega, sino con mucha conciencia y sabiduría. Lamentablemente no existe sociedad en la que se haya conseguido este objetivo, empleándose la ley como modo de perpetuar el privilegio de unos sobre otros, siendo los primeros los que aprueban y crean los modos de censura, control y miedo sobre los otros.
El objetivo es perpetuar el privilegio e impedir que la verdad de las acciones dolosas y criminales del estado salgan a la luz ni que los miedos de comunicación ni las redes sociales puedan informar sobre las acciones mafiosas de los gobernantes, ocultando las verdaderas intenciones, que no son ni cuidar de la res pública ni de los ciudadanos. De este modo los estados se convierten en sucias dictaduras y la justicia y su funcionamiento son instrumentos esenciales para ello.
El último proyecto de ley orgánica presenta por el gobierno español es un excelente ejemplo. Vayamos desgranando sus aspectos esenciales. Los que deciden o no la existencia de un delito son los fiscales y éstos son elegidos por el gobierno. Comenzamos aquí con la trampa pues esta evaluación debería ser completamente imparcial y objetiva y no partiendo de intereses de corporaciones políticas a cargo del gobierno en ese momento. Ya lo dijo Pedro Sánchez cuando en una entrevista hace mucho preguntó al periodista de quién dependía la fiscalía. Una de las ideas más peligrosas de este intento de reforma es hacer que los fiscales dirijan todos los procesos judiciales, incluso desde la fase de instrucción, dejando de lado la visión más imparcial de los jueces. De este modo el gobierno y ciertos agentes sociales se aseguran que ciertos delitos cometidos por el gobierno no sean juzgados o sean sencillamente archivados, siguiendo sólo aquéllos que conviene estudiar por interés políticos hasta el final, imputando delitos y acusando de manera torticera e injustificada, forzando todo el proceso judicial hasta conseguir eliminar un disidente o un peligroso sujeto porque sabe demasiado. Es el proceso seguido en los juicios durante la época de Stalin o muchas otras dictaduras, donde era el sátrapa de turno el que decidía quién era culpable o no.
En cuanto a los jueces, no sólo quedan relegados de su función, siendo condicionados a lo que digan los fiscales, sino que para ser elegidos han de pasar una serie de pruebas, incluso informes del gobierno, de modo que ningún díscolo disidente o que no esté de acuerdo con la autoridad de manera manifiesta pueda desarrollarse profesionalmente. El juez pasaría a ser parte de un ejército para emplear la justicia y todas sus argucias para defender al estado del ciudadano consciente, un vasallo o funcionario que se limitaría a cumplir órdenes y que requeriría de un informe favorable para ver si pasa por el aro o no. Lo mismo ocurriría con los fiscales, sobre todo porque serán éstos los encargados de acusar a los ciudadanos o denunciarlos de oficio si se oponen a la dictadura del estado y su pensamiento único.
Ya hay pruebas de las más que nefastas consecuencias que tendría. Sin ir más lejos, tanto en los casos contra la mujer del presidente, su hermano o el fiscal general del estado, tres figuras muy cercanas a Pedro Sánchez, la fiscalía ha intentado paralizar dichos procesos a toda costa con el fin de que queden archivados por orden de quién todos ya sabemos. Es decir, no existiría ni el juez Peinado ni tampoco los que ya están procesando a su hermano ni al jefe estatal de la fiscalía, sencillamente ninguno de ellos estaría en marcha y la corrupción no sólo correría por anchos caminos, sino que el ciudadano ni siquiera se enteraría de las sucias acciones delictivas de los que dicen gobernarnos por nuestro bien.
Es lo propio de los países del tercer mundo o más allá, donde la democracia no existe salvo para los que gobiernan, mientras el resto a callar como buenos esclavos mientras los dejen vivir y les suelten unas migajas de derechos miserable, como hámsteres de una jaula, a modo de experimentación a gusto del sátrapa de turno. Mientras tanto el ciudadano, con una libertad de expresión y de acción que depende del grado en el que se somete al pensamiento del gobierno y de aquél que surja de la ingeniería de masas para que la masa siga en la ignorancia y el buenismo infantil, puede ser denunciado a capricho si no cumple las normas, las cuales, por cierto, no son ni estables ni seguras, es decir, completamente caprichosas y arbitrarias, como si hubiesen sido creadas por demonios.
Las líneas políticas del gobierno español van por esos distópicos y dictatoriales lares, control, censura, hipervigilancia en todo momento, impuestos abusivos con una práctica fiscal mafiosas en no pocos casos y camino al juzgado, así como al linchamiento social en el caso de que resulte ya demasiado incómodo. En cualquier caso, como vemos, nadie se libra, ni tan siquiera los que prefieren callar ante las injusticias o prefieren por temor, mirar a otro lado, pues la presión del estado es para todos y las intenciones de los gestores públicos son igual de lesivas para todos los ciudadanos, incluso para los que, bajo la sombra del encantamiento, ven con buenos ojos a sus gobernantes o siempre creen que hay que darles una oportunidad, cuando sus derechos se ven cada vez más cercenados.
Para ello necesitan eliminar a todos sus enemigos, que son aquellas personas que aplican el sentido común y no las ideas distópicas y falsas, así como delirantes ideologías asociadas a la agenda 2030, las cuales se consideran enemigos de la causa, mejor dicho, de las órdenes que rigen el mundo político bajo los tentáculos de la masonería luciferina. En esta batalla no puede quedar uno vivo, salvo ellos porque son los únicos que tienen derecho a la supervivencia y al disfrute, al ser superiores a los gobernados, considerados tan ignorantes como fáciles de manipular.
No creo que este intento de reforma salga a luz, puede tener muchos impedimentos, comenzando por el rechazo de jueces y fiscales, actualmente en ejercicio y que ven en esta supuesta ley orgánica una violación de sus derechos más básicos, pero de todos modos no podemos cerrar los ojos y pensar que el mundo es un lugar maravilloso y exento de peligros. Los falsos gobernantes tientan e intentan salirse con la suya de todos modos y no podemos permitirlo. Lo que está en juego es nuestra libertad y derecho a la existencia digna.
Una atrocidad, y mientras tanto la gente entretenida con la carnaza de las falsas filtraciones, que no sólo no son «filtraciones», sino que tienen toda la pinta de guasaps redactados ad hoc, por la típica charo que escribe cosas como el «manual de resistencia». Tienen un tufo charil afeminado y fabricado a posteriori, con el típico lenguaje para borregazos «demócratas» que tira de espaldas.
¿Los panolis de el inMundo comprobaron que fuesen reales desde el punto de vista informático o compraron unos pantallazos con tal de hacer caja con la psoe y seguir ayudándoles en su golpe de Estado y su genocidio?
Esos guasaps los escribió la Gusano el mes pasado.
Me apostaría algo.
Las cabeceras jerárquicas do todo el sistema español están tan enmasonadas como negro es el futuro de la población española. Si el personal supiera cuáles son los méritos reales de Bolaños para estar ahí ….
Y lo peor de todo es que los políticos no están ahí por los votos de los españoles. Como viene ocurriendo desde el año 2000 Las Juntas Electorales Provinciales no suman las actas en los actos públicos de los escrutinios generales provinciales (5 días después de las elecciones) a pesar de que esta es la única forma legal de conocer el resultado de las elecciones. En el Escrutinio Provincial de Madrid corresopondiente a las últimas Generales tampoco los sumaron, prohibieron grabar el acto y 13 asistentes como público fuinos a denunciar el hecho en el Juzgado de Guardia de la plaza de Castilla. Casi un año mas tarde recibimos cartas de ese Juzgado comunicándonos que se inadmitía la denuncia por falta de pruebas de que lo denunciado puera cierto ¡Con un par! Los españoles estamos en Indefensión bajo esta ENMASONADA mafia política