En un tuit publicado hoy mismo, César Vidal (@esCesarVidal) ha expresado su indignación en X con un mensaje contundente: «Otra vez quieren anular las elecciones en Rumanía. Qué vergüenza!!! Democracia OTAN style». Su publicación, acompañada de un artículo de Libertatea, denuncia un nuevo intento de la Corte Constitucional de Rumanía (CCR) de anular la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebrada el domingo 4 de mayo de 2025, en la que George Simion, líder del partido nacionalista AUR (Alianza por la Unión de Rumanos), se alzó con una victoria clara. Este episodio reaviva las tensiones en un país que ya vivió una anulación electoral en diciembre de 2024 y refleja las crecientes fricciones entre las élites europeas y los movimientos nacionalistas.
Otra vez quieren anular las elecciones en Rumania. Qué vergüenza!!! Democracia OTAN style pic.twitter.com/EkUFmDBQJ1
— César Vidal (@esCesarVidal) May 6, 2025
El pasado domingo 4 de mayo, George Simion, un político euroescéptico, ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales reprogramadas en Rumanía con un 40.96% de los votos. Simion, cuya popularidad ha crecido desde que convirtió a AUR en la segunda fuerza política del país, superó al liberal Nicușor Dan, alcalde de Bucarest, quien obtuvo cerca del 21%, y a Crin Antonescu, candidato de la coalición gobernante (PSD, PNL y UDMR), que quedó en tercer lugar. Según The Guardian (6 de mayo de 2025), Simion se impuso en 36 de los 47 distritos electorales y logró un impresionante 61% del voto de los rumanos en el extranjero, consolidándose como favorito para la segunda vuelta programada para el 18 de mayo de 2025.
Estas elecciones fueron una repetición tras la anulación del proceso electoral de 2024, cuando la CCR canceló los comicios a solo 48 horas de la segunda vuelta, citando presunta interferencia rusa en favor del candidato independiente Călin Georgescu, quien había obtenido un sorprendente 23% en la primera ronda. Georgescu fue posteriormente excluido de la repetición electoral y enfrentó cargos legales, incluyendo incitación a acciones contra el orden constitucional y apoyo a grupos fascistas, lo que lo llevó a ser puesto bajo control judicial. Muchos de los votantes de Georgescu habrían trasladado su apoyo a Simion, quien también atrajo a seguidores del ex primer ministro Victor Ponta, cuarto en la primera vuelta con una campaña de «Rumanía Primero».
Simion, a pesar de su discurso nacionalista, ha intentado moderar su postura en algunos aspectos, declarando a la BBC que apoya una OTAN fuerte y la presencia de bases y tropas estadounidenses en Rumanía, aunque criticó el apoyo «excesivo» de la OTAN a Ucrania en el conflicto con Rusia. Su victoria fue celebrada por figuras como Marine Le Pen quien afirmó que los votantes rumanos habían enviado «un boomerang» a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, a quien muchos nacionalistas acusan de estar detrás de la anulación de 2024. Simion, por su parte, describió su triunfo como «no solo una victoria electoral, sino una victoria de la dignidad rumana».
La victoria de Simion tuvo un impacto inmediato en la política rumana. El primer ministro pro-UE, Marcel Ciolacu, presentó su renuncia tras el fracaso de su coalición para avanzar a la segunda vuelta. La coalición gobernante, formada por el PSD, los liberales y el UDMR, había buscado mantener a Rumanía en una trayectoria pro-occidental, pero el tercer lugar de Crin Antonescu marcó un duro golpe para el gobierno. La situación se complicó aún más cuando, según el artículo de Libertatea citado por César Vidal, la CCR anunció el 6 de mayo de 2025 su intención de anular nuevamente la primera vuelta, argumentando irregularidades en el proceso electoral.
Este nuevo intento de anulación ha desatado una ola de críticas. La publicación de César Vidal en X refleja un sentimiento compartido por muchos usuarios que ven en este nuevo intento de anulación una maniobra del establishment europeo para evitar el ascenso de líderes nacionalistas. @homoedens comentó que las recientes victorias de partidos como Reform en Inglaterra y de Simion en Rumanía, junto con el fracaso de Merz para formar gobierno en Alemania, han generado pánico entre las élites globalistas, prediciendo una «revolución ciudadana» que intentarán detener.
@BaenaRolda13716 ironizó: «Habrá que votar hasta que salga lo que la Unión Europea quiera», mientras que @zuvashvili denunció una «guerra» de la clase dirigente contra el pueblo, citando problemas como impuestos abusivos, inseguridad y migración. Otros usuarios, como @Vikto_rius , se burlaron de la «democracia a la europea», diciendo: «Si no gana mi candidato, anulo más elecciones hasta que lo consiga». @JesusPacie91566
lamentó que los ciudadanos sean tratados como «animales de rebaño», y @fnacional_1936
afirmó: «Estamos en guerra y los pueblos en babia».
En un hilo relacionado, Ian Miles Cheong (@stillgray) había advertido previamente que «los conservadores nunca podrán ganar una sola elección en Europa de nuevo», acusando al establishment de manipular los procesos electorales a favor de Ursula von der Leyen y sus aliados. Usuarios como @OVNIS_UFOs y @Fernand82487551
han alimentado teorías, vinculando estas acciones a sociedades secretas y organizaciones internacionales como la ONU, la OMS y el Vaticano.
El caso de Rumanía no es un incidente aislado, sino parte de un panorama europeo marcado por el auge del nacionalismo y la desconfianza hacia las instituciones. En mayo de 2024, Ursula von der Leyen anunció planes para un «Escudo de la Democracia Europea» para combatir la desinformación y la interferencia extranjera, citando la influencia rusa sobre partidos de extrema derecha como AfD en Alemania. El Parlamento Europeo también ha intensificado sus esfuerzos contra la desinformación y los ciberataques, especialmente de fuentes pro-Kremlin. Sin embargo, para la mayoría de los ciudadanos, estas medidas parecen más un intento de controlar la narrativa que de proteger la democracia.
La victoria de Simion y el nuevo intento de anulación han puesto a Rumanía en el centro de un debate más amplio sobre el futuro de la democracia en Europa. Mientras las élites pro-UE temen el impacto de un presidente nacionalista en la estabilidad de la UE, los votantes rumanos y sus simpatizantes ven en estas maniobras judiciales un ataque directo a su soberanía. La segunda vuelta del 18 de mayo de 2025 será un momento decisivo, pero, como señala César Vidal, la «democracia al estilo OTAN» parece estar bajo un escrutinio cada vez mayor.