El recién elegido papa León XIV ha captado la atención por publicaciones en redes sociales que reflejan una postura progresista en temas sociales y críticas abiertas a las políticas migratorias del expresidente Donald Trump. Estas declaraciones, realizadas antes de su elección, han levantado preocupaciones entre algunos sectores que temen que su pontificado pueda alinearse con una visión globalista.
Antes de ser elegido por el cónclave en Italia, León XIV, cuyo nombre previo era @drprevost, compartió un retuit el 14 de abril en el que cuestionaba tanto al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, como a Trump, en relación con un miembro de la pandilla MS-13, Kilmar Abrego García. En febrero, también difundió enlaces a artículos que criticaban al entonces vicepresidente de EEUU, J.D. Vance, por sus declaraciones sobre priorizar el amor a Dios y la familia según la Biblia, en detrimento de un amor universal.
Cuando Trump asumió su primer mandato en 2016, Prevost compartió un retuit que describía las restricciones a refugiados como un “momento sombrío” en la historia estadounidense. Ese mismo día, respaldó un artículo de la Agencia Católica de Noticias que condenaba el proyecto del muro fronterizo de Trump. Otros mensajes de 2017 muestran su apoyo a los “DREAMers” y su rechazo a comentarios de Trump sobre “bad hombres”. Desde 2015, Prevost ha mantenido un discurso crítico hacia Trump y a favor de políticas migratorias más abiertas.
En materia de armas, en octubre de 2017, retuiteó un mensaje del senador demócrata Chris Murphy que pedía acciones contra la “violencia armada” tras la masacre de Las Vegas. Asimismo, León XIV ha respaldado narrativas que presentan la muerte de George Floyd como un acto de injusticia racial.
A pesar de estas posturas, el presidente Trump felicitó al nuevo papa por su elección el pasado jueves, expresando su deseo de reunirse con él. Aunque León XIV ha promovido enseñanzas católicas tradicionales, como mensajes en defensa de la vida, sus opiniones progresistas, su rechazo a las políticas de Trump y su aparente silencio sobre los escándalos de abuso sexual en la Iglesia han generado críticas. Algunos observadores sugieren que su pontificado podría inclinarse hacia agendas globalistas, en una línea similar a la de su predecesor.