El mundo del fútbol está de luto tras la noticia del fallecimiento de Leo Beenhakker, el icónico entrenador holandés que dejó una huella imborrable en clubes como el Real Madrid, Ajax, Feyenoord y Club América, así como en selecciones nacionales como Países Bajos, Polonia y Trinidad y Tobago. Beenhakker murió el jueves 10 de abril de 2025 a los 82 años, según confirmaron su familia y diversos medios internacionales. Su deceso ha generado una ola de condolencias y homenajes que destacan su carrera como uno de los técnicos más carismáticos y exitosos de la historia del fútbol.
Leo Beenhakker nació el 2 de agosto de 1942 en Rotterdam, Países Bajos, en una familia humilde. Su infancia estuvo marcada por la adversidad: tras la muerte de su padre, Beenhakker tuvo que trabajar como electricista para ayudar a sostener a su familia, según detalla un artículo de Merca20 publicado el 10 de abril de 2025. Aunque comenzó su carrera en el fútbol como jugador, desempeñándose como extremo derecho en clubes amateurs como SC Maasstad Tediro, XerxesDZB y Zwart-Wit ’28, una lesión temprana lo obligó a abandonar su sueño de jugar profesionalmente.
Sin embargo, esta adversidad marcó el inicio de una carrera brillante como entrenador. Beenhakker, conocido por su humor seco y su afición a los cigarros —lo que le valió el apodo de «Don Leo» en España—, se convirtió en un técnico respetado por su inteligencia táctica y su capacidad para liderar equipos en contextos diversos. Su trayectoria abarcó clubes de élite y selecciones nacionales, dejando un impacto duradero en cada lugar donde trabajó.
Beenhakker tuvo una carrera prolífica que lo llevó a entrenar a algunos de los clubes más prestigiosos del mundo. Comenzó su trayectoria como técnico en clubes holandeses como SC Veendam, Ajax y Feyenoord. Con Ajax, logró el título de la Eredivisie en las temporadas 1979-80 y 1989-90, mientras que con Feyenoord levantó el mismo trofeo en la campaña 1998-99, consolidándose como uno de los entrenadores más exitosos de Países Bajos.
Su paso por el Real Madrid fue especialmente memorable. Beenhakker dirigió al club blanco en dos etapas: entre 1986 y 1989, y nuevamente en 1992. Durante su primera etapa, llevó al equipo a conquistar tres títulos consecutivos de LaLiga (1986-87, 1987-88 y 1988-89), un hito que lo convirtió en una figura querida por la afición madridista. Además, ganó una Copa del Rey y una Supercopa de España. Su segunda etapa, aunque más breve, también dejó recuerdos imborrables.
Beenhakker también tuvo un impacto significativo en el fútbol mexicano al dirigir al Club América en la temporada 1994-95. Fue nombrado entrenador del equipo el 15 de junio de 1994, justo después del Mundial de Estados Unidos. En su presentación, sorprendió al anunciar los fichajes del delantero camerunés François Omam-Biyik y el mediocampista zambiano Kalusha Bwalya, una decisión audaz para el fútbol mexicano de la época, que aún se inclinaba por tácticas más tradicionales.
Bajo su dirección, el América lideró la tabla con 45 puntos en la jornada 33, anotando 78 goles y recibiendo solo 40. Sin embargo, el 6 de abril de 1995, la directiva del club tomó la controvertida decisión de despedirlo, a pesar de que el equipo estaba en camino de ganar el campeonato, un episodio que sigue siendo recordado como uno de los más polémicos en la historia moderna del club.
A nivel de selecciones, Beenhakker también dejó su marca. En 2006, llevó a Trinidad y Tobago a su primera participación en una Copa del Mundo, en Alemania, un logro que le valió la Medalla Chaconia (Clase Oro), la segunda condecoración más alta del país. Posteriormente, el 11 de julio de 2006, asumió como seleccionador de Polonia, logrando clasificar al equipo para la Eurocopa 2008, la primera vez que Polonia alcanzaba esta fase final, incluso en sus «años dorados» de las décadas de 1970 y 1980. Su contrato se extendió hasta noviembre de 2009, cubriendo las eliminatorias para el Mundial de 2010.
Tras su etapa con selecciones nacionales, Beenhakker asumió un papel más administrativo. El 29 de julio de 2011, fue presentado como director deportivo del Újpest, un club de la primera división húngara, en un contrato de tres años. Csaba Bartha, director gerente del club, explicó que su principal tarea sería trabajar con el primer equipo, aportando su vasta experiencia al desarrollo del fútbol húngaro.
Leo Beenhakker falleció el 10 de abril de 2025 a los 82 años, según informó su propia familia. Sin embargo, ni los comunicados oficiales ni los artículos publicados especifican la causa exacta de su muerte.
La noticia de su fallecimiento generó una respuesta inmediata de clubes, jugadores y aficionados. El Real Madrid emitió un comunicado oficial en el que expresó su profundo pesar: «El Real Madrid, su presidente y su Junta Directiva lamentan profundamente el fallecimiento de Leo Beenhakker, histórico entrenador del Real Madrid que dirigió a nuestro equipo entre 1986 y 1989, y en 1992. Extendemos nuestras condolencias y nuestro cariño a sus familiares, a sus clubes y a todos sus seres queridos». Ajax, otro de los clubes que marcó su carrera, lo describió como «uno de los entrenadores holandeses más coloridos y exitosos de la historia».
Beenhakker será recordado como un técnico innovador, un líder carismático y una figura que trascendió fronteras en el fútbol. Su capacidad para ganar títulos en diferentes ligas y clasificar a selecciones para torneos importantes lo consolidó como un referente. Ajax destacó su «inteligencia táctica y liderazgo», mientras que su apodo «Don Leo» reflejaba su personalidad única, marcada por su amor por los cigarros y su humor característico.
Es una moda?.ahora mueren los entrenadores.
Y lo del helicóptero de N.Y.,se comenta que traficaban con drogas.La gente relacionada con el deporte…son bastante peculiares,como con ese que dicen que no violo a esa chica,y que lleva un uniforme del Velero donde viaja la Princesa de España,combinada con tatuajes.Seguro que es futbolista o un gigoló de Barcelona?.
El futbol sigue siendo el mayor control mental sobre los jóvenes,y estos imitan a sus ídolos,normalmente solo en lo malo.