Un reciente post en X de Almudena Ariza (@almuariza) ha captado la atención de muchos al informar que el euro ha alcanzado los 1,10 dólares, su máximo en seis meses, debido a los nuevos aranceles impuestos por Donald Trump a casi 100 países, incluida toda la eurozona. Este movimiento ha debilitado al dólar, que pierde su estatus como refugio en tiempos de crisis, mientras los inversores apuestan por otras divisas. Aunque esta situación puede parecer un revés para Estados Unidos, en realidad es un resultado que Trump busca deliberadamente con su política de aranceles, diseñada para beneficiar al dólar a largo plazo y fortalecer la economía estadounidense.
🔴El euro se dispara y supera los 1,10 dólares, su máximo en seis meses.
👉La causa: los nuevos aranceles de Trump a casi 100 países, incluida toda la eurozona.
El dólar pierde fuerza y deja de ser refugio en tiempos de crisis. Ahora los inversores apuestan por otras divisas. pic.twitter.com/XwXiecHb9g— Almudena Ariza (@almuariza) April 3, 2025
El post de Almudena Ariza, acompañado de una infografía, destaca varios puntos clave: «El euro se dispara y supera los 1,10 dólares, su máximo en seis meses. La causa: los nuevos aranceles de Trump a casi 100 países, incluida toda la eurozona. El dólar pierde fuerza y deja de ser refugio en tiempos de crisis. Ahora los inversores apuestan por otras divisas.» La infografía titulada «Guerra Comercial en Marcha» detalla las consecuencias inmediatas: el dólar cae, afectando los mercados, mientras los inversores ven al euro como una alternativa más segura. Además, se señala que el déficit comercial de la Unión Europea con Estados Unidos se reduce, lo que genera preocupación en Europa, donde los mercados miran con inquietud esta nueva dinámica.
El hilo de respuestas al post refleja diversas opiniones. Algunos usuarios, como @jesusdelacruzol, sugieren que la Unión Europea debería aprovechar esta situación para posicionar al euro como la moneda de referencia global en el mundo no autocrático. Otros, como @LucreVolvio, afirman que Trump está devaluando el dólar a propósito, mientras @PacoP9142 advierte que esta estrategia podría llevar a Estados Unidos a una recesión similar a la de 1929, afectando a la economía global.
A primera vista, la caída del dólar podría interpretarse como un fracaso de la política económica de Trump. Sin embargo, esta devaluación es precisamente lo que busca con los aranceles. Trump ha hecho de la reducción del déficit comercial de Estados Unidos una prioridad de su agenda «Make America Great Again», y debilitar el dólar es una herramienta clave para lograrlo. Según datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos, el déficit comercial estadounidense alcanzó los 779 mil millones de dólares en 2022. Un dólar fuerte encarece los productos estadounidenses en el extranjero, lo que reduce la competitividad de las exportaciones y agrava este déficit. Al imponer aranceles, Trump busca forzar una devaluación del dólar, haciendo que los bienes estadounidenses sean más baratos y atractivos en los mercados internacionales.
1. Hacer los Productos Estadounidenses Más Competitivos
Un dólar más débil reduce el costo relativo de los productos estadounidenses en el extranjero. Por ejemplo, si un producto estadounidense cuesta 100 dólares y el tipo de cambio euro-dólar pasa de 1,00 a 1,10, su precio en euros baja de 100 a 90,91 euros, lo que lo hace más competitivo frente a los productos europeos. Esto beneficia especialmente a los sectores manufactureros, un pilar de la base electoral de Trump. Como señala el post, el euro se ha fortalecido, lo que encarece los productos europeos y da una ventaja a los exportadores estadounidenses.
2. Presionar a los Socios Comerciales para Negociar
Los aranceles de Trump, descritos como el mayor aumento de impuestos desde 1982 según la Tax Foundation, añaden un costo de más de 1.900 dólares por hogar estadounidense en 2025. Sin embargo, Trump está dispuesto a asumir este costo a corto plazo porque los aranceles también sirven como una herramienta de presión. Al imponer gravámenes a casi 100 países, Trump obliga a sus socios comerciales a negociar concesiones comerciales para evitar los aranceles, lo que podría reducir aún más el déficit comercial. Por ejemplo, un artículo de EL PAÍS menciona que los países de la UE planean votar el 9 de abril medidas para responder a los aranceles sobre el acero y el aluminio, lo que indica que la estrategia de Trump ya está generando reacciones.
3. Lecciones del Pasado: El Acuerdo Plaza de 1985
La estrategia de Trump tiene precedentes históricos. El Acuerdo Plaza de 1985 es un ejemplo claro. Por aquel entonces, Estados Unidos, junto con Japón, Alemania, Francia y el Reino Unido, acordó devaluar el dólar frente al yen japonés y el marco alemán para reducir el déficit comercial estadounidense, que había alcanzado el 3,5% del PIB. El resultado fue un yen más fuerte, pero esto llevó a Japón a una recesión y a las «décadas perdidas», un período de estancamiento económico. Trump parece estar replicando esta táctica, debilitando el dólar para beneficiar a los exportadores estadounidenses, mientras presiona a países como China y la eurozona para que acepten una revalorización de sus monedas, lo que podría dañar sus economías a largo plazo.
4. Contrarrestar la Desdolarización
Otro objetivo de Trump es contrarrestar los esfuerzos de desdolarización liderados por los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Según Al Jazeera, Trump ha amenazado con imponer aranceles del 100% a los países que se alejen del dólar en el comercio internacional. Aunque un dólar más débil podría reducir la demanda global de la moneda estadounidense, como advierte el mismo artículo, Trump prioriza los beneficios económicos inmediatos para Estados Unidos sobre el riesgo a largo plazo de perder la hegemonía del dólar. Al mantener la presión con aranceles, Trump asegura que el dólar siga siendo central en el comercio global, incluso si su valor disminuye temporalmente.
La estrategia de Trump no está exenta de riesgos. Según la Tax Foundation, los aranceles actuales sobre el acero y el aluminio ya han provocado represalias por valor de 1.600 millones de dólares en contra-aranceles sobre productos estadounidenses. Además, un dólar más débil podría reducir la producción a corto plazo al disminuir el retorno del trabajo y el capital, como señala el mismo informe. EL PAÍS advierte que los aranceles podrían desencadenar una guerra comercial que lleve a Estados Unidos y a sus socios a una recesión, con un impacto significativo en el comercio mundial (la OMC estima una contracción del 1%).
Además, los consumidores estadounidenses ya anticipan inflación. Según University of Chicago News, el 40% de los encuestados planea acumular bienes ante el temor de que los aranceles eleven los precios, una reacción que Trump probablemente esperaba para estimular la producción interna. Sin embargo, Al Jazeera señala que los aranceles podrían dañar la hegemonía del dólar si la demanda global de la moneda cae, un riesgo que Trump parece dispuesto a asumir.
A pesar de los riesgos, Trump apuesta por beneficios a largo plazo. Un dólar más débil no solo impulsa las exportaciones, sino que también fomenta la producción interna al hacer que los productos importados sean más caros. Esto podría revitalizar sectores clave como la manufactura, que Trump ha prometido fortalecer. Además, la presión sobre la eurozona, que ahora enfrenta un euro más fuerte y un déficit comercial reducido con Estados Unidos, podría obligar a Europa a hacer concesiones comerciales. Reuters menciona que Alemania está proponiendo un fondo de infraestructura de 500 mil millones de euros para fortalecer el crecimiento de la eurozona, una señal de que Europa está reaccionando al nuevo equilibrio de poder económico que Trump busca establecer.
El post de Almudena Ariza refleja un momento clave en la estrategia económica de Donald Trump: debilitar el dólar para beneficiar a Estados Unidos. Al imponer aranceles a casi 100 países, Trump no solo ha logrado que el euro se dispare a 1,10 dólares, sino que ha puesto en marcha un plan para hacer que los productos estadounidenses sean más competitivos, reducir el déficit comercial y presionar a sus socios comerciales para que negocien. Aunque esta estrategia conlleva riesgos, como una posible guerra comercial y el aumento de la inflación, Trump está dispuesto a asumirlos para priorizar el crecimiento económico interno y la revitalización de la industria estadounidense. En última instancia, la caída del dólar y el auge del euro son exactamente lo que Trump busca: un reequilibrio económico que, a su juicio, hará que Estados Unidos vuelva a ser «grande».
La acción de Trump de los aranceles, no procede de él, sino de Davos y todo el contubernio que hay detrás que lo han nombrado presidente. Por lo tanto, en vez de subir el techo de deuda de Estados Unidos, que son tantas veces, alimentando todo el chiringuito mundial, han decidido parar la impresión del dinero Fiat, pinchando la burbuja con los aranceles. La inflación por impresión de dinero Fiat, unas 19 veces mayor desde que Nixon anuló el patrón oro en el año 73, llega a su fin.
Trump y el destino del Dólar, una vez más, el acuerdo de Mar-a-Lago, tal como se veía, causaría una crisis financiera global. Es porque no entiende la importancia de la deuda del Tesoro a corto plazo como garantía para los préstamos interbancarios y derivados. Sustituir la deuda del Tesoro a 100 años por las letras del Tesoro a corto plazo, haría que esas facturas carezcan. Las letras del Tesoro son las garantías más líquidas del mundo y están en la raíz del sistema Eurodólar y del mercado de derivados de cuatrillón de dólares. La escasez de letras del Tesoro implosionaría los balances bancarios y conduciría a la mayor crisis bancaria de la historia. El gran ganador en este contexto es el oro. Los BRICS se están moviendo hacia el oro tan rápido como pueden.
Recuerden la publicidad del foro de Davos del gran reseteo, estos sátrapas, anunciaron que aprovecharían el colapso económico mundial para imponer su nuevo sistema económico CBDC, por huella de carbono controlado por inteligencia artificial.
¿Repetimos la ruta de la República de Weimar y el precio del dinero?
Más pronto que tarde, bajarán los tipos de interés, harán creer que frenarán las caídas, pero la inflación se está transformando en estanflación. El oro y materias preciosas, subirán aún más como consecuencia de la caída del valor de las acciones, como ya estamos viendo, genera miedo en perderlo todo y buscan la venta rápida buscando refugio en oro y otras materias primas. Mientras las bolsas caen, y se crean escenarios como el crack del 1929. Habrá violencia musulmana en las calles de toda Europa, para eso es el plan Kalergi. Perfectamente diseñada por la banca judía y sus jefes Rothschild previa desaparición de las reservas de oro robadas. Cuando den paso a la auditoría de oro en Fort Knox y se descubra la tragedia, la fiebre del oro aumentará tanto, que ni los ETF de oro que usan para manipular el precio del oro, no los querrá nadie. La compra de oro físico real, ya será tarde para muchos que buscan refugio. Jim Sinclair nos advirtió que acabaría pasando, el periodista James Turk lo entrevistó en 2011, busquen la entrevista porque no tiene desperdicio del aviso que hoy hace temblar el mundo. En España no estamos preparados para un estallido social por el cierre del grifo del dinero deuda por el terrible gasto social que tenemos. En vez de fomentar la agricultura, ganadería, energía hidráulica, térmica y nuclear, fabricación de nuestros productos, crear reserva de oro por si tuviéramos que volver a la peseta, ha sido todo lo contrario. Nos deja dependientes del Parlamento Europeo el régimen del 78 con todas esas políticas antieuropeas y contra las soberanías nacionales de todos los países que la componen. Tenemos todos los números de la lotería para que nos toque el gordo de la hambruna, violencia en las calles y todo lo peor que desatará la gente degenerada como si fuera una estampida de animales. Mucha suerte a todos y que dios se apiade de las buenas personas.
Saludos cordiales