La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha activado alertas en varias regiones de España ante la llegada de la borrasca Konrad, un sistema meteorológico que traerá lluvias intensas, nevadas y vientos fuertes a partir de mañana. Sin embargo, este episodio de mal tiempo no solo pone en jaque la planificación de muchas comunidades, sino que también expone, una vez más, la dudosa fiabilidad de los augurios de la AEMET y de los grandes medios de comunicación, que llevaban meses insistiendo en un otoño e invierno marcados por la sequía y temperaturas inusualmente altas.
La borrasca Konrad afectará especialmente a zonas como el noroeste peninsular, el sistema Central y los Pirineos, donde se esperan precipitaciones abundantes y acumulaciones de nieve significativas en cotas altas. Las alertas, que varían entre amarillas y naranjas según la intensidad prevista, han puesto en guardia a las autoridades locales, que ya preparan medidas ante posibles inundaciones y cortes de carreteras. Sin embargo, este panorama contrasta radicalmente con las previsiones que la AEMET y medios como El Mundo venían difundiendo hasta hace poco, asegurando que nos enfrentábamos a un invierno más cálido y seco de lo habitual.
No es la primera vez que la AEMET patina con sus pronósticos a largo plazo. Durante meses, la agencia y los titulares de los grandes medios machacaron con la idea de una temporada otoñal e invernal dominada por la escasez de lluvias, alimentando el alarmismo sobre la sequía y el cambio climático. Sin embargo, la realidad parece tener otros planes: las borrascas se suceden, los embalses comienzan a recuperar niveles y las nevadas pintan de blanco regiones que, según los «expertos», iban a quedarse secas. ¿Dónde queda ahora esa narrativa de un invierno tórrido que El Mundo defendía hace apenas unos días?
Tras el séptimo invierno consecutivo más cálido de lo normal nos espera una primavera calurosa https://t.co/QH9WwB6OKG
— EL MUNDO (@elmundoes) March 11, 2025
Esta desconexión entre los anuncios grandilocuentes y lo que realmente ocurre pone en evidencia tanto la falta de precisión de los modelos meteorológicos de la AEMET como la tendencia de los medios a amplificar pronósticos sensacionalistas sin contrastarlos con la evolución real del tiempo. Mientras Konrad descarga su furia sobre España, muchos ciudadanos se preguntan si no sería hora de que la agencia y los grandes diarios revisaran su estrategia: menos predicciones apocalípticas y más humildad ante la imprevisibilidad del clima.
Por ahora, lo que toca es prepararse para un temporal que, lejos de ser una anomalía, parece recordarnos que el invierno español sigue siendo tan húmedo y frío como siempre, por mucho que algunos insistan en vendernos lo contrario.
Casi que sería más fiable Rappel.
Y por qué de pronto tanta tormenta y tantas aguas?.Coincide con la entrada de Trump,o es casualidad?.
Uno de los efectos secundarios de dejar de hechar estelas químicas,son las lluvias torrenciales.Trump las ha prohibido en los EEUU,aunque allí se multiplican los tornados.
Lo bueno,es que tras muchos años,la atmósfera está limpia,tan limpia que vemos las ventanas de poblaciones situadas a cinco kilómetros,y las plantas se han puesto preciosas.
Lo malo es que las aguas municipales no son del todo seguras,así como los pozos que han reproducido hongos y bacterias.
Lo mejor es beber agua embotellada…y como a los médicos no les conviene,ya están diciendo mentiras sobre el agua embotellada.
Tampoco es aconsejable bañarse en piscinas.Hasta hay brotes de cólera.