En estos momentos la Iglesia Católica se encuentra en un momento de rumores y especulaciones. Con el Papa Francisco hospitalizado desde hace más de una semana debido a una neumonía bilateral y una leve insuficiencia renal, las miradas se dirigen hacia el horizonte de un posible cónclave. Aunque su estado de salud ha mostrado signos de ligera mejoría, según los últimos comunicados del Vaticano, la edad avanzada del pontífice (88 años) y su frágil condición física han avivado las especulaciones sobre quién podría sucederle en el trono de San Pedro. Este tema, siempre delicado, despierta tanto interés como incertidumbre entre los fieles y observadores.
El proceso para elegir a un nuevo Papa es tan antiguo como fascinante. Los cardenales, reunidos en la Capilla Sixtina bajo estricta confidencialidad, serán los encargados de tomar una decisión que no solo definirá el rumbo de la Iglesia, sino que también reflejará las tensiones y prioridades de un mundo en constante cambio. Entre los nombres que suenan con fuerza, algunos destacan por su perfil, su trayectoria y su capacidad para liderar a más de mil millones de católicos.
Uno de los candidatos que más atención genera es el cardenal Matteo Maria Zuppi, arzobispo de Bolonia. Conocido por su estilo pastoral y su cercanía a los más desfavorecidos, Zuppi representa una figura conciliadora que podría unir las diversas corrientes dentro de la Iglesia. Su trabajo con la Comunidad de Sant’Egidio, enfocada en la paz y la ayuda humanitaria, le ha ganado reconocimiento internacional. Además, su origen italiano podría ser un guiño a la tradición, en un momento en que algunos añoran un regreso a las raíces europeas del papado.
Otro nombre que resuena es el del cardenal Luis Antonio Tagle, prefecto del Dicasterio para la Evangelización y exarzobispo de Manila. Tagle, de origen filipino, encarna un enfoque progresista y una sensibilidad especial hacia los pobres, algo que entronca directamente con el legado de Francisco. Su carisma y su habilidad para conectar con las nuevas generaciones lo convierten en una opción atractiva, especialmente para quienes buscan un Papa que mire hacia Asia, un continente donde el catolicismo está en crecimiento.
No se puede pasar por alto al cardenal Pietro Parolin, actual Secretario de Estado del Vaticano. Parolin es una figura clave en la diplomacia vaticana, con una vasta experiencia en negociaciones internacionales y un conocimiento profundo de la Curia Romana. Elegirlo significaría apostar por la continuidad y la estabilidad, aunque algunos críticos señalan que su perfil más administrativo podría no inspirar el fervor que otros candidatos despiertan.
A estos nombres se suma el cardenal Robert Sarah, de Guinea, cuya voz resuena entre los sectores más conservadores de la Iglesia. Sarah, ex prefecto del Dicasterio para el Culto Divino, es conocido por su defensa de la tradición litúrgica y su crítica a ciertas tendencias modernas. Aunque su edad (79 años) podría ser un obstáculo, su elección enviaría un mensaje claro sobre un retorno a las raíces doctrinales, algo que muchos fieles tradicionales anhelan.
Por último, un candidato menos mencionado pero que merece consideración es el cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena. Teólogo respetado y discípulo de Joseph Ratzinger (Benedicto XVI), Schönborn combina una sólida formación intelectual con un enfoque moderado que podría tender puentes entre progresistas y conservadores. Sin embargo, su asociación con eventos polémicos, como el concierto pro-LGBT en la catedral de Viena, podría restarle apoyo entre los sectores más ortodoxos.
El próximo cónclave no será solo una elección de liderazgo, sino también un reflejo de las prioridades de la Iglesia en el siglo XXI. ¿Se optará por un Papa que continúe el estilo pastoral y abierto de Francisco? ¿O habrá un giro hacia una postura más tradicional? Las corrientes internas, las influencias geopolíticas y el peso de los cardenales nombrados por Francisco (que constituyen una mayoría significativa) jugarán un papel decisivo. Sea en semanas, meses o años, la fumata blanca que anuncie al nuevo pontífice marcará un capítulo crucial para la historia católica. Mientras tanto, el mundo observa, reza y espera.
Vean la película Cónclave del año 2024, el primado negativo de ingeniería social revela la agenda satánica. Todos los concilios sinodales, desde el Vaticano II hasta el Papa Francisco, promoviendo el modernismo multicultural y su transhumanismo, es para que se acabe aceptando a un Papa negro, no confundir con el color de la piel del sujeto, es la androginia o también denominado Baphomet. Será la sustitución del orden espiritual por la inteligencia artificial, Géminis (mismo significado que Baphomet) de Google es el mastodonte de la IA, las demás IA de pequeño calibre le sirven para su entrenamiento, evolución, hasta subyugarlas por completo. El Papa Francisco ha sido usado para allanar el camino de la profecía del Papa negro de Nostradamus y la de San Malaquías y otras más, pero posiblemente malinterpretadas. Por lo tanto, estamos en el final de esta civilización, tal como la conocemos y en el umbral del abismo de la desconexión espiritual o apocalipsis, o el gran reinicio publicitado en Davos, como lo denominan los demonios.
Europa es la colonia experimental para implantar las divisas CBDC en todo el mundo, evidentemente, bajo el yugo de la deuda, con algoritmos de censura e ingeniería social con toda la maquinaria de la cuarta revolución nanobiotecnológica. Las elecciones de Alemania de la semana pasada, el gobierno que implanten, será el bipartidismo quitándose la careta en su totalidad y será expandido a los demás países europeos. En referencia a España, ya se viene notando la censura y ahogo económico para mantener la voz de la disidencia. Nada pasa por casualidad manifestándonos en un universo causal y desde mi punto de vista, se acercan elecciones en España y con la misma agenda alemana.
El desengaño de las criptomonedas se refleja hoy con gran caída de su valor ficticio, posiblemente sea la amenaza de regularlas por los escándalos sucedidos y acaben subyugadas por las divisas CBDC, fusión bancaria y eliminación del efectivo. La fiebre del oro es el refugio para los que intentan mantener su patrimonio, ante la inflación y estanflación galopante que se traga todo a su paso. Por lo tanto, la Europa tal como la conocemos, dejará de existir, nos queda poco para sucumbir en la desidia. El plan Kalergi desde los años 50 ha sido elaborado para mermar la capacidad intelectual, para someter a los autoctonos a la agenda de reemplazo multicultural y trasnhumanista. Eliminación de la agricultura 100% orgánica por trasngénica, reducción de la ganadería, alimentos modificados para reducir la testosterona que se necesita para revelarse contra esta agenda satánica, bajo el yugo de la inteligencia artificial Geminis, divisas CBDC programables por huella de carbono o lo que les plazca, para un nuevo orden transhumano, reducido en ciudades Smart de 15 minutos y radioneuromodulados al servicio del principado anticristo andrógino, el que ha usurpado el orden espiritual y sustitución de la trascendencia hacia el espíritu por la esclavitud tecnológica. Evidentemente, para todo aquel que se ha dejado hechizar por sus prebendas, será un reinado de poco tiempo, hasta su juicio final de esta tragicomedia satánica, todo Genesis tiene un principio y un final.
Saludos cordiales
Será el negro
Ninguna de las normas citadas se cumplió en la elección fraudulenta del Bergordio,mientras Obama y Hyllaria Clinton la misma de Frazzledrip,obligaban a encarcelar a Benedicto XVI,que paso sus últimos días dentro de una celda.
La elección se toma más costosa,estando el Vaticano dirigido por Sousa el Papa negro,el jesuita que dirige las mafias en el mundo y a los sombreros negros.
El Papa Jesuita cínico…quien se puso Francisco,ha sido el principal líder de trafico de niños,y el encargado de blanquear dinero del narco en el Banco del Vaticano.
Las profecías de Medjugorke,y de otras apariciones,no dejan lugar a dudas,será elegido el Papa negro,ya pasamos del negro jesuita al negro absoluto,además es de habla inglesa.